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Andalucía tiene que ser de nuevo un sujeto político (8 tesis)

mairelesTesis 1: “Tiempos revolucionarios”, aun sin revolución y sin sujeto revolucionario

Vivimos en “tiempos revolucionarios”, aunque sin revolución y sin sujeto revolucionario (Beck). La crisis tiene naturaleza estructural, va transformándose y mostrando diferentes impactos sectoriales y territoriales: en la coyuntura actual su epicentro de localiza en el Mediterráneo, tanto en la orilla norte como en la orilla sur. España y Andalucía presentan características especialmente graves, hasta el punto que se han convertido en crisis diferenciales. Desde el centro de la crisis podemos contribuir a articular los sujetos que deben protagonizar esta revolución del siglo XXI y proponer sus objetivos.

Tesis 2: La alternativa no consiste en sustituir unas élites por otras, sino en sustituir el actual sistema de élites por un sistema de amplia y activa participación ciudadana

Los cambios que se pueden provocar en el Estado español deben tener un punto de partida esencialmente radical democrático: el sistema de la transición está ampliamente cuestionado y la alternativa no consiste en sustituir unas élites por otras, sino el actual sistema de élites, formado por los grandes empresarios y los dirigentes del bipartidismo, por un sistema de amplia y activa participación ciudadana. La victoria sobre los secuestradores “externos” de la democracia (los mercados financieros) e internos (las élites empresariales y del bipartidismo) solo puede ser consecuencia del ejercicio de una respuesta y una responsabilidad colectiva.

Tesis 3: Los sujetos colectivos sociales tienen que protagonizar el cambio y articularse en torno a los valores republicanos y las identidades nacionales

Los sujetos colectivos que tienen que protagonizar el cambio se están articulando en torno a los valores republicanos y las identidades nacionales, combinando la defensa de las conquistas democráticas, territoriales y sociales con una propuesta rupturista que debe conllevar la profundización republicana de la participación popular en las instituciones y fuera de ellas; el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y el derecho a decidir; el gobierno público y ecológico de la economía y un nuevo proyecto redistributivo basado en derechos y en la tutela del trabajo (Pisarello). Incluso la defensa de las conquistas sociales necesita un proyecto de avance hacia la ruptura democrática. La república y el derecho a decidir, representan las dos caras de un mismo proceso de participación democrática y de construcción confederal para la defensa de los derechos sociales y laborales y de un nuevo modelo productivo, proceso cuya “metodología” es igualmente útil para Europa.

Tesis 4: Las elecciones europeas son un objetivo central para el cambio

Las elecciones europeas son un objetivo central para el cambio por un doble motivo. Primero porque Europa se ha convertido en el espacio político decisivo para cambiar la dinámica actual de desplome que asola a los Estado “periféricos” de la Unión Europea, que o logran plantar cara a Merkel y a la Troica y consiguir una Europa democrática y solidaria o el proyecto europeo se rompe. El tiempo para dilucidar este dilema central va a ser precisamente el que dure el mandato de los parlamentarios elegidos en las elecciones del próximo año.

En segundo lugar porque en España, estas elecciones inician un nuevo ciclo electoral y la forma en que se afronten y se resuelvan van a ser claves tanto para derrotar a la derecha como para renovar a la izquierda mediante una nueva hegemonía que desplace a los que entregaron la Constitución a los mercados modificando por la vía “express” su artículo 135.

Tesis 5: La unidad de la izquierda debe ser producto y acicate de la construcción de sujetos colectivos sociales

No basta con ganar las elecciones, hay que propiciar la incorporación de amplios sectores a la política mediante la articulación de las identidades nacionales y republicanas, que se han constituido en los ejes de un nuevo relato de lucha contra la desigualdad y a favor de la ruptura democrática y la transición ecológica de la economía, que incorporan nuevos objetivos y una potente emocionalidad y simbología, ligado a un cambio en el modelo productivo.

Tesis 6: Andalucía tiene que ser de nuevo un sujeto político en la crisis de la transición

Andalucía tiene que ser de nuevo un sujeto político en la crisis de la transición. El principal objetivo del Gobierno de Coalición, de los partidos políticos de izquierda y de las organizaciones sociales andaluzas debe ser que el Pueblo Andaluz recupere una fuerte conciencia de identidad. Sólo de esta forma se podrá cambiar el actual curso de los acontecimientos: la victoria de la izquierda sobre la derecha; de la igualdad social sobre la marginación y el empobrecimiento de las clases populares y medias; la deriva autoritaria de la democracia por un nuevo proceso constituyente; el centralismo y el soberanismo por el libre derecho a decidir para construir entidades federales o confederales.

Andalucía tiene la clave, por ser la única Comunidad que cambió materialmente la constitución para propiciar una dinámica federal; por su peso poblacional y territorial; porque estamos sufriendo con una fuerza atroz la desigualdad económica y la mayor tasa de paro de Europa y, sobre todo, porque hay una ciudadanía y un gobierno de izquierda.

Tesis 7: Renovación ideológica, andalucismo, identidad y relanzamiento de la autonomía andaluza

No puede haber una autonomía andaluza fuerte sin una fuerte identidad del pueblo andaluz, ni puede haber identidad sin andalucismo ni puede haber andalucismo sin un cambio de su paradigma ideológico. Tenemos como objetivo central la reidentificación del andalucismo con la izquierda y de la izquierda con el andalucismo, la democracia, la ecología, el feminismo y la materialidad de las relaciones económicas y sociales. No se trata de simples agregaciones sino de engarces. El marco referencial de valores es el marco de la izquierda al que las identidades colectivas; el republicanismo; las construcciones estatales cooperativas basada en el federalismo o el conferalismo; la ecología política; el feminismo y la centralidad de las desigualdades sociales y económicas le dan nuevas dimensiones y por lo tanto nuevos objetivos capaces de articular nuevos sujetos colectivos. Sin identidad colectiva no hay autonomía política. Sin autonomía política estamos atados de pies y manos en medio de un conflicto de una intensidad desconocida.

Tesis 8: Andalucía debe cambiar la inercia política interior y demostrar su capacidad en el nuevo proceso de redistribución del poder en el Estado y en Europa.

El cambio, una Andalucía dotada de identidad política que deje atrás la desarticulación a la que ha estado sometida y que ha provocado la actual situación de catástrofe social y económica, necesita de una intensa conexión entre la ciudadanía movilizada y unas instituciones autonómicas que encaucen la participación popular. El Gobierno andaluz tiene la responsabilidad de poner en valor los potentes instrumentos que tiene nuestra Autonomía. Tiene que hacer una gestión política de una Autonomía política porque solo de esta forma podrá hacer frente a una situación social en la que el paro puede llegar al 40% y los presupuestos autonómicos (sin intereses de la deuda) caer en más del 30%, en términos reales.

Necesitamos actuar con celeridad. Por una parte abrir nuevos cauces de participación y no sólo en la conexión entre las instituciones y la sociedad andaluza (imprescindibles) sino también en las empresas, proponiendo un contrato social en los trabajadores y las PYMES; aportar alternativas para la soberanía económica (agricultura, energías renovables, tecnología, sistema financiero, producción y distribución); garantizar los derechos; establecer un marco de sostenibilidad fiscal (ingresos y gastos) y movilizar a toda la sociedad en la lucha contra el paro y a favor del empleo, desde la educación y formación hasta nuevos trabajos comunitarios.

Por otro, plantándole cara al gobierno centralista y derechista del PP y reivindicando un proyecto político para el  Estado y para la Unión Europea.

Las dos leyes contra la exclusión social y en defensa del derecho a la vivienda han demostrado lo que se puede hacer: el miedo que despierta en los adversarios cuando descubren que podemos y queremos hacerlo y la esperanza en los sectores progresistas y populares

El resurgimiento de la autonomía andaluza y el proyecto de ruptura democrática en el Estado son las dos claves para conseguir, en nuestro entorno, que la imprescindible revolución pacífica contra las causas que han provocado esta crisis civilizatoria tengan sujeto y predicado.

 

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