Los trabajos del derribo de una parte del chalé de Antonio Banderas en Marbella (Málaga), que han comenzado este lunes, han coincidido con el anuncio de que va a ser nombrado hijo predilecto de Andalucía el próximo 28F
La vivienda del actor, situada en la playa de Los Monteros, perderá 1.243 metros cuadrados debido al acuerdo de cesión con el Ayuntamiento de la localidad como condición para la regularización de la casa ya que ésta fue construida en 1995 -durante el mandato de Jesús Gil- de manera ilegal.
Las tareas de derrumbe contemplan el retranque del muro perimetral de la vivienda para construir una pasarela peatonal de madera para el uso ciudadano. Esta decisión ha sido fruto de un acuerdo entre Antonio Banderas y el ayuntamiento de Marbella de acuerdo con el plan de compensaciones que establecía el nuevo Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 2010.
Independientemente de los méritos del actor, la concesión de este importante reconocimiento junto a Manuel García Caparrós, el mártir de la conquista de la Autonomía andaluza, asesinado por la policía el 4 de diciembre de 1977 al intentar alzar una bandera andaluza en el edificio de la Diputación Provincial de Málaga y la pintora y escultura Carmen Laffon, a una persona que ha construido una vivienda de lujo ilegal es un desatino porque banaliza las actitudes antisociales que significan vulnerar la legalidad urbanística o territorial cuando han provocado la destrucción de buena parte del patrimonio natural andaluz.
Necesitamos premiar las conductas ejemplarizantes como la de Manuel García Caparrós y la de Carmen Laffon pero en modo alguno ignorar o minimizar las conductas que han dañado el patrimonio común por muy conocido que sea el causante del daño. Al contrario, hay una relación directa entre exigencia de ejemplaridad y reconocimiento social. Otorgar la máxima distinción de Andalucía a quien ha construido en suelo no urbanizable es un desatino sobre todo en este contexto de corrupción de las élites políticas, económicas y aristocráticas que implica poca sensibilidad con la ética pública, con el medio ambiente y sobre todo con Andalucía.