Francisco Garrido.Vuelve Lerroux. Lo intento antes Rosa Díez, pero ni ella daba el tipo, ni era le momento ni la Gran Vía de Bilbao era el paralelo de Barcelona. Ahora no viene de La Rambla sino de Jerez. Habalmos de Arrimadas. No es una “emigrante andaluza, como tampoco lo era D. Alejandro Lerroux; sino la hija de “un social (policía política del franquismo) reconvertido, como tantos, a la UCD y a la abogacía. Es un perfecto ejemplo del populismo de derechas. Como usar la fuerza de los de abajo para aupar, aún más, a los de arriba. Está haciendo campaña con la visa oro de la Caixa y los eternos vaqueros de Paco Frutos.
Detecto, y me duele, que mucha gente de izquierda está deseando engañarse con ella. Me temo que puede llegar hasta los salones nobles de la Plaza de San Jaume. Ojalá me equivoque. Ciudadanos, ese partido que es tan del IBEX 35 que no cotiza en Bolsa , porque está feo, han encontrado en Arrimadas la frágil dureza que dureza que la dureza frágil de Rivera no encontraba, este es el “podemos de derecha” que pedía el “mandamás” del Sabadell. En un Estado, España, donde la banca es el primer actor político, aunar tirón popular y dinero, es una combinación ganadora, y Arrimadas la tiene.
¿Pero quién le ha abierto la puerta de la Generalitat a Arrimadas? Muchos creen, Iglesias incluido, que ha sido el catalanismo, un error. Los partidos soberanistas han hecho lo que tenían que hacer, lo que dijeron, lo que llevaban en su programa. La derecha, el rey, los militares también. Ha sido Josep Borrel, Iceta, los abajo firmantes, Paco Frutos, Susana Díaz (especialmente Susana) , Felipe, Guerra y toda esa izquierda que era más del 155 que el mismo Rajoy. Son ellos los que han legitimado la construcción de ese fantasma de la derecha que es “el monstruo independentista”. Ellos los que han entregado el constitucionalismo a los “enemigos de la constitución” que diría Kelsen. Ellos los ha desramado destrozado os anticuerpos del pueblo de izquierda contra el virus del nacionalismo español sobre el que cabalga Arrimadas.
La izquierda que es incapaz de plantarle cara al nacionalismo español, heredero del imperio y de la dictadura; que no sabe, o no quiere, construir un ideal de patria republicana ; se dedica a darse golpes de pecho proclamando su internacionalismo y el odio a las patrias y las banderas. Mientras, las gentes que se emociona y se reconoce en símbolos colectivos, porque somos un animal muy gregario ¡a dios gracias¡, solo tiene a su disposición los símbolos y las patrias que le brinda la derecha o el MacDonald. Esta claro que hay dos formas de ser estúpido, ser estúpido a secas, o ser estúpido de izquierdas, lo seguro es lo más grave.
Lacan decía que el “deseo de no saber”, podría llegar a ser tan poderoso como “el deseo de conocer”. El “deseo de engañarse” es un ejemplo del “deseo de no saber” lacaniano. Cuando el amo domina todos los resquicios del discurso se busca la complicidad en la mentira, con el engaño, en el “gran otro”. Como votar al derecha sin que parezca que se vota a la derecha. Me asusta ese “deseo de no saber“ por qué es la antesala del autoritarismo. Ojala, ojala me equivoque, los míos son los comunes.
*Este artículo esta escrito , la noche del martes y lo de deje en modo borrador porque parecía muy pesimista.