José Luis Cano Palomino / Me parece un acierto que PODEMOS evite presentarse a las próximas elecciones municipales y, que al mismo tiempo, apueste por poner en juego toda su capacidad política apoyando e implicándose en iniciativas municipalistas del tipo de Guanyem (Ganemos) en Barcelona, iniciativas ciudadanas que nacen rompiendo con la política tradicional y que tienen posibilidades de victoria y cambio. Es prudente y sensato que PODEMOS vuelque en ellas todo su potencial y que contribuya a que las próximas elecciones municipales fuercen un proceso constituyente en España.
Ganar las elecciones municipales en cualquier localidad implica movilizar voluntades y conectar profundamente con amplias capas sociales. Si además queremos ganar para devolver el Ayuntamiento a la ciudadanía, para que las oligarquías dejen de dictar el futuro en nuestra ciudad, no basta con el cambio de sensibilidad que se ha operado en nuestra sociedad, con la respuesta solidaria y comprometida ante la realidad de los de abajo que supone la irrupción de PODEMOS y que permite la toma de decisiones por parte de amplios segmentos de la población que hasta ahora no manifestaban interés alguno por la política.
Necesitamos abrir, constituir una verdadera asamblea ciudadana que, superando los vicios, cabildeos e inercias negativas de la política convencional, aquella que ejerce la ‘casta’, recoja las diferentes percepciones, preocupaciones y necesidades presentes en Jaén.
Necesitamos una asamblea ciudadana abierta, que también nos sirva de escuela de participación y formación sociopolítica; una asamblea ciudadana que llame a las personas expertas a arrimar el hombro y que, al mismo tiempo, forme a personas que no habían traspasado los límites de la política para intervenir en los asuntos públicos: una asamblea ciudadana autorregulada en la que no hablen siempre las mismas personas, que escuche, conecte y movilice a la gente corriente. Y eso no se hace con prisas.
Lo que necesitamos es más ambicioso y exigente que lo que se está intentando, con buena voluntad, en Jaén. La convocatoria del Frente Cívico para el próximo jueves, 2 de octubre, supone un paso interesante (“Constituyamos una alianza ciudadana, un espacio de ciudadanos, movimientos sociales y fuerzas políticas, basada en tres brazos, que articulen la lucha ciudadana hoy…”) pero que se queda muy corto a pesar de sus antecedentes y del acierto de sus propuestas programáticas porque sigue dando un protagonismo excesivo a los partidos políticos y a quienes han ejercido su actividad bajo este paraguas. Si a esto le añadimos que destacadas figuras locales de IU intentan meter prisa o forzar para que PODEMOS se suba a este tren en marcha del Frente Cívico en Jaén, el intento se viene abajo y hace aguas.
Las prisas no son compatibles con el progresivo fortalecimiento del tejido social y de los espacios de autoorganización ciudadana. Si el zapato es estrecho de poco sirve el calzador, tendrá que pasar por la horma. Y los modos de algunas personas que son o han sido dirigentes de IU indignan a las buenas gentes que anhelan un cambio de régimen para recuperar las instituciones y ponerlas al servicio de las mayorías y del bienestar común; es más, este tipo de urgencias, artificiosas, son inadmisibles cuando nuestro pueblo reclama una transformación política desde la más pura necesidad, cuestionando radicalmente los viejos modos de hacer política.
Jaén necesita desbordar los cauces de su historia reciente, dar un paso decisivo hacia esa ‘ciudad de luz’, que es un anhelo de quienes trabajan y sufren aquí y que lo es también para nuestros jóvenes exiliados. Es un desafío lo suficientemente serio que nos exige humildad para articular mayoritariamente la necesidad social de quitarse de encima el peso de la dictadura de los poderes económicos. Démonos tiempo, actuemos todos con generosidad y lucidez para construir asambleas ciudadanas que se expresen políticamente, con toda su potencia, también en las urnas.