Rafa Rodríguez
1.Introducción
Las elecciones generales del 2 de diciembre de 2015 habían abierto el comienzo del tercer periodo del ciclo 2008 – 2019, un periodo en el que el sistema político bipartidista había dado paso a un sistema pluripartidista como mecanismo de reconstrucción institucional frente a la desafección ciudadana que había provocado la crisis, la estructura económica y política anterior a la crisis y la forma en la que tanto las mayorías absolutas del PSOE y del PP habían gestionado esa crisis.
La situación económica seguía mejorando, aunque a costa de una profunda pérdida de derechos, por lo que la desigualdad continuó en niveles muy altos. La movilización ciudadana descendió al mismo tiempo que se produjo una reinstitucionalización de la vida política, a pesar de los casos de corrupción, la conflictividad en Cataluña y de la incapacidad de los partidos para asumir la nueva situación multipartidista, lo que provocó la convocatoria de unas nuevas elecciones generales, las del 26 de junio, que ganó el PP, pero con un resultado con grandes dificultades para poder gobernar.
El giro a la izquierda de Pedro Sánchez, que le costó la secretaría general del PSOE y el escaño, iba a modificar los espacios políticos de manera sustantiva y abría esperanza para, desde el pluripartidismo, poner en marcha una alternativa de izquierda al bloque de derechas que, después de varios bandazos por parte de Ciudadanos, se consolidaba con este partido y el PP, todo ello en un contexto internacional que se volvía cada vez más hostil por la crisis de la UE (crisis de los refugiados y del Brexit) y la victoria de Trump en las elecciones de EE.UU.
2.Economía y sociedad
En el año 2016 continuó el crecimiento interanual del PIB (2,6%), aunque el precio del petróleo comenzó a subir (51,68$ en diciembre), después de haber alcanzado su mínimo el pasado año. La prima de riesgo continuaba algo por encima de los 100 puntos básicos (119 en diciembre), el déficit se situó en el -4,5% (según datos del BCE) y la deuda pública alcanzó el 99% del PIB.
Los niveles de paro siguieron descendiendo lentamente, situándose a finales de año en un 18,63% en España y el 28,25% en Andalucía. La desigualdad permaneció sin embargo en los mismos niveles que años anteriores, 31,5% en el coeficiente de Gini, con el 19,8% del conjunto de la población en riesgo de pobreza relativa, y las ejecuciones hipotecarias bajaron cerca de un 30% hasta las 41.288.
Las movilizaciones también continuaron descendiendo. El Ministerio del Interior contabilizó ese año 27.880 manifestaciones autorizadas y 1.010 no autorizadas.
3.La crisis de la UE
2016 significó una grave crisis en la UE, tal vez la mayor de su historia. En marzo, se cumplió el quinto aniversario de la guerra civil en Siria. Un conflicto por el cual, según la ONU, habían perdido la vida 260.000 civiles y más de 11 millones de personas se encontraban desplazadas. Casi siete millones habían huido de sus hogares hacia otras zonas más seguras del país y más de cuatro millones estaban en los países vecinos. Cuando algunos no podían cubrir sus necesidades básicas, optaron por una desesperada decisión: cruzar el Mediterráneo. La Unión Europea reaccionó firmando en marzo de 2016 un acuerdo por el que Turquía se convertía en el muro principal para contener el flujo migratorio a cambio de 6.000 millones de euros para atender a los refugiados. Un acuerdo ilegal e inmoral que no respetaba los derechos humanos en política migratoria, ni siquiera el más importante, que es el derecho a la vida, por lo que contravenía los marcos legales fundamentales de la Unión, que encuentran expresión incluso en el Tratado de la Unión Europea: «La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías» (Art. 2).
El 23 de junio tuvo lugar el referéndum sobre el Brexit en el que la salida de la Unión Europea se impuso por más de un millón de votos (17.410.472 frente a 16.141.241 -51,9% frente al 48,1%-). Tuvo participación récord del 72,2% del electorado (la más alta de los últimos 25 años) con una clara ventaja al Brexit en el este, el norte de Inglaterra y en Gales. Por el contrario, hubo una amplia ventaja para la permanencia en Londres (más de medio millón de votos), en Escocia y en Irlanda del Norte.
4.El fracaso de la investidura
Las elecciones del 20D habían significado el comienzo de una nueva correlación de fuerzas caracterizada por el principio del fin del bipartidismo que había sido incapaz de dar respuesta a la cuádruple demanda de cambios demandadas por las movilizaciones sociales, con especial intensidad el 15M de 2011:
a) defender el Estado del Bienestar incorporando garantías y derechos contra la desigualdad y la precariedad;
b) el cambio de modelo productivo para luchar contra el desempleo
c) un nuevo modelo de organización territorial del Estado y
d) una democracia participativa y efectiva que fuera capaz de hacer efectiva las demandas mayoritarias de la ciudadanía.
El sistema pluripartidista, surgido de las elecciones del 2 de diciembre de 2015, permitió una representación mucho más ajustada a la pluralidad social, pero al mismo tiempo planteaba problemas de gobernabilidad, agravados por la posición de los partidos nacionalistas soberanistas que se habían situado al margen del sistema y que hacía aún más complicado conformar mayorías parlamentarias. Las elecciones generales depararon la victoria del PP con 123 diputados en el Congreso, muy lejos de la mayoría absoluta (176 diputados).
Sorpresivamente, Mariano Rajoy, como candidato del partido que había ganado las elecciones, renunció en enero a intentar ser elegido presidente del Gobierno en la primera sesión de investidura. En una comparecencia en Moncloa, minutos después de comunicar su decisión al Jefe del Estado, decía: «En este momento no estoy en condiciones. No solo no tengo una mayoría de votos a favor, sino que tengo una mayoría absoluta, acreditada, de votos en contra».
De esta forma Rajoy cedía la potestad de formar gobierno a Pedro Sánchez, que recibió una propuesta de Podemos para un gobierno de coalición con Pablo Iglesias de vicepresidente. La suma de PSOE y Podemos e IU (161 escaños) necesitaba en todo caso el voto favorable de los nacionalistas soberanistas catalanes en primera votación, o su abstención y el voto favorable del PNV, en segunda.
El 28 diciembre, el Comité Federal del PSOE había aprobado que Sánchez intentara formar gobierno con otras fuerzas de izquierda si Rajoy no logra una mayoría. Tras algunas vacilaciones, el candidato del PSOE optó por el apoyo de Ciudadanos, sumando 130 diputados. El 26 febrero, el 78,97% de los militantes socialistas apoyaron el acuerdo del PSOE y Ciudadanos.
En la primera votación, celebrada el 2 de marzo, todo el resto de la Cámara votó en contra (219). Solo Coalición Canaria (CC) se abstuvo. 48 horas después se produjo una nueva votación con el solo cambio de la abstención de CC por el sí.
En abril El PSOE consiguió la mediación de Compromís y aceptó 27 de las 30 iniciativas que le había presentado para llegar a un acuerdo de Gobierno que evitaría la repetición de las elecciones, con el compromiso de un Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, conformado por independientes y que los partidos firmantes apoyaran al menos dos Presupuestos Generales del Estado. El gran problema era la incompatibilidad entre Podemos y Ciudadanos. Precisamente la propuesta de hacer un Gobierno de socialistas e independientes estaba motivada por esta incompatibilidad, manifestada tanto por Podemos como por Ciudadanos, para que hubiera miembros de uno u otro partido en el Ejecutivo. A cambio, Sánchez se sometería «voluntariamente» a una cuestión de confianza en junio de 2018. Podemos lo sometió a consulta el 18 abril, en la que el 88,23 % de los votantes en la consulta dijo no a adherirse al pacto PSOE-Ciudadanos.
Ante el fracaso para obtener los apoyos necesarios en la investidura, se ponía en marcha el procedimiento constitucional para la convocatoria de nuevas elecciones.
5.Las elecciones generales del 26 de junio
Las nuevas elecciones generales para la XII legislatura se celebraron el 26 de junio, con una participación del 66,48% (3,2% menos que en las anteriores). La victoria fue para el PP que obtuvo 7.941.236, el 33,01 %, de los votos (704.271 más que en las anteriores elecciones del pasado 20 de diciembre), sacando 137 diputados, 14 más que en las anteriores, y la mayoría absoluta en la Cámara Alta con 130 senadores.
El PSOE obtuvo 5.443. 846, el 22,63 % de los votos, 101 469 menos que en las anteriores, con 85 escaños, 5 menos que en las últimas elecciones.
Unidos Podemos (PODEMOS-IU-EQUO) 3.227.123, el 13,42 % de los votos y 45 escaños. En Comú Podem-Guanyem el Canvi, 853.102, el 3,55 %, de los votos (76 778 menos) y los mismos escaños, 12. Comprimís-Podemos-EUPV: A la valenciana, 659.771, el 2,74 % de los votos, (13 778 menos) y los mismos escaños, 9. En Marea (PODEMOS-EN MAREA-ANOVA-EU) 347.542, el 1,44 % de los votos (63.156 menos) y 5 escaños (uno menos que en las anteriores). La suma de UP y sus confluencias fue de 5.087.538, el 21,1% de los votos (cerca de un millón cien mil votos menos) y 71 diputados, situándose también en número de votos por detrás del PSOE.
Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía obtuvo 3.141.570, el 13,06 % de los votos, (372.958 votos menos) y 32 escaños (8 menos).
El miedo a Podemos, a la ingobernabilidad y a la dinámica del independentismo catalán, movilizó al electorado de derechas, por lo que el PP fue el único partido con representación parlamentaria de ámbito estatal que creció en número de votos mientras que el resto descendió.
Esquerra Republicana de Catalunya-Catalunya Sí, 632.234 votos, el 2,63 %, lo que significaba 30.452 votos más y 9 escaños, los mismos que en las anteriores elecciones.
Partit Demòcrata Europeu Català PDeCAT, 483.488 votos, el 2,01 %, (83 765 menos) y también los mismos escaños, 8.
El Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV) 287.014 votos, el 1,19 %, con 15.302 votos menos, obteniendo 5 diputados (uno menos).
EH Bildu obtuvo 184.713 votos, el ,77 % (34 412 votos menos) y los mismos diputados que la vez anterior, 2.
Por último, Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario, consiguió 78.253 votos, el 0,33 %, (con 3.664 votos menos) y 1 diputados, lo mismo que la vez anterior.
Los partidos subestatales con representación parlamentaria siguieron un patrón parecido de mantener los mismos apoyos que en las anteriores elecciones.
Por bloques ideológicos, la suma de la derecha obtuvo 169 diputados (163 en las anteriores), el 46,49; la izquierda 156 diputados (161 en las anteriores), el 43,76% y los partidos de ámbitos subestatales, el 7,19% de los votos y 25 diputados (26 en las anteriores).
6.Las elecciones en el País Vasco y Galicia, la dimisión de Pedro Sánchez y la investidura de Rajoy
PP y Ciudadanos firmaron un pacto de investidura con 150 medidas para investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. El PP también llegó a un acuerdo con Coalición Canaria para recibir su voto favorable. El 30 de agosto tuvo lugar la primera votación de investidura, en la cual se rechazó la candidatura con 180 votos en contra y 170 a favor. El 2 de septiembre se realizó la segunda votación de investidura. El Congreso de los Diputados no otorgó su confianza al candidato, al producirse una mayoría absoluta de votos negativos.
El 25 de septiembre se celebran elecciones autonómicas en Galicia (X legislatura) y País Vasco (XI legislatura). En Galicia volvió a vencer el Partido Popular con el mismo número de diputados (41), logrando por tercera vez consecutiva una mayoría absoluta. Alberto Núñez Feijóo se convirtió en el único presidente autonómico en poder gobernar sin apoyos de otros partidos. En el País Vasco volvió a vencer el Partido Nacionalista Vasco (PNV) con 28 escaños, lo que permitiría a Iñigo Urkullu seguir gobernando en Ajuria Enea. La segunda fuerza en el Parlamento seguía siendo EH Bildu, a pesar de que perdió escaños y votos a favor de Podemos, la fuerza política que había vencido en las dos anteriores elecciones generales. El PSE obtuvo el peor resultado de su historia y el PP su segundo peor resultado en Euskadi (el peor fue en 1990) al obtener 9. En ninguna de las dos Comunidades, Ciudadanos consiguió representación alguna.
Tras los resultados en las elecciones vascas y gallegas, los barones socialistas críticos con Pedro Sánchez, liderados por Susana Díaz le instaron a dejar su puesto, Sánchez anunció su intención de celebrar primarias para elegir al secretario general y retó a los partidarios de la abstención en una próxima investidura de Rajoy a presentarse a las mismas.
El 28 de septiembre, diecisiete miembros de la ejecutiva socialista dimitieron para forzar la caída de Sánchez. La tensión aumentó al máximo en el Comité Federal del 1 de octubre en el que no se había acuerdo en quién podía votar, cómo votar ni qué votar. Sánchez intentó una votación sobre su propuesta de primarias, pero fue suspendida. Finalmente se votó a mano alzada y la propuesta fue derrotada. Minutos después, Sánchez anunció su dimisión como secretario general del PSOE. Javier Fernández fue elegido presidente de la Gestora del PSOE. Tres semanas después, el Comité Federal del PSOE acordó abstenerse en la segunda votación de la investidura de Rajoy.
Tras haber trascurridos 315 días con un ejecutivo en funciones, y a escasos días para que las Cortes se disolviesen automáticamente, tuvo lugar el segundo debate de investidura que fue fijado para el día 26 de octubre, celebrándose la primera votación al día siguiente en la que Rajoy perdió al obtener 170 votos a favor y 180 votos en contra. El día 29 se produjo la segunda votación, en la cual obtuvo 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones. El candidato recibió la confianza de la cámara por mayoría simple gracias al voto favorable de PP, Ciudadanos, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias, y la abstención de 68 de los 83 diputados presentes del PSOE. Horas antes de esta votación Pedro Sánchez entregaba su acta de diputado en el Congreso para no desobedecer el mandato del Comité Federal, que decidió la abstención para dejar gobernar a Mariano Rajoy, y seguir siendo fiel a sus ideas, anunciando que se presentaría al próximo congreso extraordinario de su partido para devolver a los militantes «un PSOE autónomo y alejado del PP».
7.Los juicios a la corrupción
El juicio del caso Nóos comenzó en enero de 2016. Esta pieza separada del caso Palma Arena, que juzgaba las actividades del Instituto Nóos, sentó en el banquillo a Iñaki Urdangarín y a la Infanta Cristina, entre otros.
En marzo declaró como testigo del extesorero del PP Luis Bárcenas en el caso del borrado de sus ordenadores, revelando que el PP disponía de mucho más dinero negro del que se conocía en la investigación sobre la financiación ilegal del partido.
En marzo también quedó visto para sentencia el caso de corrupción política y urbanística en La Muela (Aragón) que sentó en el banquillo a 40 imputados. La exalcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, fue condenada a 17 años de cárcel, a 78 de inhabilitación para ejercicio de cargo público y a multas que suman 9,95 millones de euros, tras ser declarada culpable de la comisión de catorce delitos de corrupción.
En mayo de 2016 el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata sentó en el banquillo a 23 acusados por contrataciones irregulares durante la visita del Papa a Valencia en 2006. Entre ellos estaban Francisco Correa, Pablo Crespo y el expresidente de las Cortes valencianas Juan Cotino.
En junio de 2016 De la Mata acordaba la apertura de juicio oral contra 27 acusados por los desmanes de la trama Gürtel en Boadilla (Madrid). Entre ellos, de nuevo, aparecieron Correa y Crespo, además del exalcalde Arturo González Panero.
En septiembre de 2016 comenzó el juicio de las tarjetas opacas de Caja Madrid. A los 65 exconsejeros y exdirectivos de la entidad, entre los que se encontraba Rodrigo Rato, se les acusaba de haber gastado 15,5 millones de euros de forma indebida.
El 4 de noviembre el juez Álvaro Martín dictó la apertura de juicio oral contra los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, dos de los 26 procesados en la pieza política de los ERE. El auto suponía un juicio severo a la gestión del PSOE en Andalucía.
El juez Ruz también cerró la instrucción de las piezas principales de Gürtel, antes del dejar la Audiencia Nacional.
España repitió en 2016 su peor resultado histórico en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de la ONG Transparencia Internacional (TI) al obtener 58 puntos sobre un máximo de 100, en la posición 41ª de 167 países, entre Costa Rica y Georgia y en el grupo de los países europeos percibidos como más corruptos.
8.Trump presidente de EEUU
El triunfo de Donald Trump el 10 de noviembre sobre la demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Estados Unidos conmocionó a medio Estados Unidos y al mundo entero. Los votantes de EE.UU. habían elegido a un populista con un discurso xenófobo y antisistema, un demagogo, un hombre que había reavivado algunas de las tradiciones más oscuras del país, que estaba colocando en el centro del discurso político el insulto y la descalificación, un admirador de Vladímir Putin que anunciaba ya que iba a reformular las alianzas internacionales de EE UU y a levantar un muro con México.
9.La cumbre de Marraquech
Durante los días 7 al 18 de noviembre, en la COP 22, los representantes de los casi 200 países reunidos en la Cumbre del Clima de Marrakech aprobaron una declaración de apoyo al Acuerdo de París, cerrado hace un año. El texto, impulsado por Marruecos, no tenía efectos prácticos, pero era una declaración política que aparecía en un momento de incertidumbre por la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, que había sostenido que sacaría a EE.UU. de este pacto. La declaración afirmaba, sin embargo, que el impulso que la lucha contra el calentamiento era irreversible, ya que, además de los Estados, había asumido este compromiso la ciencia, las empresas y los Gobiernos regionales.
(*) Imagen de una obra del pintor alemán Max Beckmann