Londres, 9 oct (EFE).- Los bancos centrales del sureste asiático intervinieron fuertemente este jueves en los mercados de divisas en un intento de frenar la caída del dólar frente a sus propias divisas ante el temor de que sus exportaciones pierdan competitividad en relación con las de China, informa hoy el diario Financial Times.
Los países de esa región se han visto obligados a defender la competitividad de sus monedas debido a la decisión de Pekín de volver a vincular el yuan al dólar desde julio del año pasado.
«Otros bancos centrales distintos del de China tratan de defender activamente su ventaja competitiva ante la fortaleza indeseada de sus monedas en relación con un dólar debilitado», declaró al periódico Simon Derrrick, del Bank of New York Mellon.
Tras permitir que el yuan se apreciase un 20 por ciento aproximadamente frente al dólar desde mediados de 2005, China volvió a vincular el yuan al dólar al desacelerarse sus exportaciones.
El jueves, la moneda verde cayó a sus niveles más bajos frente a una serie de monedas del sureste asiático.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, lanzó el mismo día una advertencia sobre la fortaleza del euro y explicó que las autoridades a ambos lados del Atlántico «cooperarían como lo que consideraran apropiado».
Según Marco Annunziata, economista jefe de Unicredit, Trichet dio a entender que «la eurozona y Estados Unidos están unidos en su deseo de limitar el crecimiento del euro frente al dólar, pero el mercado no le cree».
Apoyándose en la debilidad del dólar, los precios del oro alcanzaron el jueves un nuevo récord histórico por tercer día consecutivo (1.058,2 la onza), lo que representa una subida del 6 por ciento desde el 1 de octubre y del 20,5 por ciento desde principios de año.
A su vez, los precios de otros metales y el cobre crecieron un 4 por ciento mientras que el del barril de petróleo lo hizo un 2 por ciento.
Según algunos «traders», las intervenciones de los bancos centrales asiáticos parecen tener como objetivo controlar el ritmo de depreciación del dólar y no sólo impedir la apreciación de sus monedas.
El jueves, el dólar cayó a 1,4817 frente al euro y a su nivel más bajo de los últimos catorce meses frente a un cesto de otras monedas.
Una de las monedas que más se apreciaron en los mercados de divisas fue el dólar australiano, que alcanzó su nivel más alto en catorce meses frente al estadounidense.
Una de las claves del equilibrio macroeconómico del capitalismo es que sólo se alcanza con crecimiento monetario porque el núcleo duro del sistema se basa en la necesidad permanente de acumulación de capital mediante la centralización de los capitales. Marx decía que «la centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se hacen incompatibles en su envoltura capitalista». Lo que se ha hecho incompatible ha sido el la contradicción entre la necesidad de un crecimiento permanente en un entorno limitado. Hace hay cerca de dos años escribía que este crisis es el gran aviso de que el sistema ha entrado en una fase de inestabilidad, que puede ser como tu describes, porque ya se acusan las primeras consecuencias económicas de la ruptura entre la economía productiva y la financiera (donde emigran los capitales por la mayor rentabilidad y se fusionan con las grandes mafias de dinero negro); el horizonte de escasez de materias primas (en especial del petróleo, pero también de los alimentos incluso) y las primeras incidencias económicas del cambio climático (contaminación, migraciones, inhundaciones, pérdidas de cosecha, etc). Hemos entrado en una fase de transición, el problema es hacia donde.
Ciertamente, es la percepción de inestabilidad y no la recesión, definida monetariamente por medio de ese indicador ciego , tonto y embustero que es el PIB; una de las características centrales que definen la crisis metabólica que vivimos. Pero esta inestabilidad es una ilusión cognitiva (u óptica si describimos geométricamente la evolución de la crisis) Esta vuelta a la caída del dólar y a la revalorización de un metal precioso ( oro) parece indicar un movimiento caótico , si se observa en fracciones micro, pero no lo es tanto en una perspectiva macro. Si tuviéramos que describir geométricamente el comportamiento de la crisis metabólica sería una espiral logarítmica , donde el punto de origen P es el “equilibrio walrasiano” (que sería igual a una espiral de grado 0, o sea a una circunferencia) y una espiral de grado 90 que sería una recta ( crecimiento infinito). Entre el equilibrio walrasiano y el crecimiento infinito, la espiral va despegando exponencialmente la distancia entre sus brazos en una trayectoria que requiere de movimientos infinitos para cubrir una distancia finita ( el colapso). La aparenmet inestablida no es sino el progresivo alejamiento del equilibrio walrasiano. Por cierto sobre el equilibrio walrasiano deberemos algún día hablar por qué creo que es un concepto que debe ser reinterpretado y rescatado de las garras de la economía neoclásica liberal.
Hace ya mucho tiempo que estamos insistiendo en que la crisis no es igual a recesión sino a inestabilidad.