Francisco Garrido. “El hombre libre en nada piensa menos que en la muerte» (Spinoza).
El control del “mas allá” es un instrumento ideológico de control del “más acá. La guerra ideológica por la construcción del sentido es una batalla política esencial. La batalla por el control del sentido (sin sentido) de la muerte es crucial dentro de esta guerra , aunque no lo queramos ver. Trece tesis, a modo de breve memorial, sobre esta cartografía militar de la muerte.
Tesis 1.
Hoy en la cultura posmoderna digital no pensamos la muerte, lo cual nos ha llevado a seguir pensando, inconscientemente, la muerte tal como la piensan la metafísica teológica; un escándalo que hay que negar representándola como otro estadio de la vida.
Tesis 2
La muerte no existe, o tiene el mismo grado de existencia que entidades como dios, el alma, los unicornios.
Tesis 3.
La muerte no es un estado de la vida. No hay ninguna experiencia posible de la muerte.
Tesis 4.
La frase “me he muerto” o “muero”, son indecibles o falsas; y del mismo del tipo de “soy dos” o soy infinito”. No alcanza ni siquiera el grado de verdad material de las tautologías.
Tesis 5.
No hay ningún mundo posible muerto , por que no hay muerte.
Tesis 6.
La eternidad , que es el tiempo de la muerte; es un no tiempo.
Tesis 7.
Heidegger dice que la muerte es “la condición de posibilidad de la imposibilidad de la existencia”, luego el individuo, que es el que se muere, en realidad no existe, es imposible.
Tesis 8
El individuo y la muerte no son sino dos ficciones ontológicas útiles.
Tesis 9.
Luego cualquier ontología como la ontoteológica y la liberal , que se sustentan en la experiencias imposibles del individuo y la muerte, son ficciones útiles. ¿para quién’ ¿para qué? para la dominación.
Tesis 10.
Por el contrario , Wittgenstein dice “la muerte es un invento de la vida y la vida no tiene final”. Así vivimos la muerte como vivimos el disfrute o el terror de la ficción en la representación.
Tesis 11.
La disputa política por las ficciones que si vivimos es también la disputa por la que no vivimos, por las ficciones que excluimos, y ahí esta la clave de la producción social de sentido. Por ello , volvemos a Spinoza, el “hombre libre” en nada piensa menos que en la muerte.
Tesis 12.
La centralidad de la vida y del individuo en la ontoteología y en el liberalismo, muestran como este es la culminación de aquel y un ejemplo contundente sobre la naturaleza nihilista de ambos.
Tesis 13.
Una civilización liberada ha de ser una civilización sin la expercia subjetiva (social) de la muerte.