Mario Ortega | Ya sé que es un clásico de la izquierda criticar la falta de libertad y diversidad real en los medios de comunicación. Ya sé que es un clásico de la izquierda justificar sus limitaciones por la vía de buscar culpables en los medios de comunicación y sus ardides manipuladores. Ya. Pero es que hay clásicos que se han ganado su status a pulso. Poderoso caballero es el poder, poderosos caballero es Don Dinero.
Todo el mundo sabe que los grandes medios de comunicación, hoy más que nunca, están tomados por las garras de la derecha, que financia sus pérdidas con la calderilla de sus ingentes beneficios. Todo el mundo sabe cuales son las estrategias de comunicación que desde hace un buen puñado de años han situado en el centro de los debates a los dueños del capital y sus necesidades infames. Todo el mundo sabe que lo primero que hiceron los neocoms fue generar los marcos de interpretación de la realidad de acuerdo con sus intereses de clase (rica).
Todo el mundo sabe la burda manipulación con la que la prensa nacional española, las radios y las televisiones privadas o públicas, deficitarias todas (las privadas más), están criminalizando a la mayoría de la población, jóvenes, parados y paradas, pensionistas, usuarios de servicios sociales, sanidad o educación pública, funcionariado, trabajadores y trabajadoras de sectores públicos esenciales. Todo el mundo sabe que hacen especial hincapié en la saña contra la parte más débil de la población.
Todo el mundo lo sabe, el gobierno andaluz también lo sabe. Andalucía ha votado por un gobierno de izquierdas, y esto tiene que notarse, si no se nota es que no existe tal gobierno de izquierdas. Y no estoy diciendo que Canal Sur se vuelva de la noche a la mañana rojo, anticapitalista y promueva la toma del Palacio de Oriente. No.
Todo el mundo sabe que Canal Sur lleva lustros construyendo una imagen banal de Andalucía, una imagen a la medida de la mercadotecnia del tópico, el estereotipo y la estulticia (con excepciones, ¿vale?, que todo no es blanco o negro). Pero el aroma general que desprende es una mixtura entre el autobombo gubernamental, la ranciedumbre y lo chabacano, con las metáforas de las sucesivas modernizaciones y lo imparable de Andalucía. Abuelitos que buscan novia, niños repipi que cuentan chistes y muchachas que hacen copla luciendo faralaes y batitas de cola rociera se muestran a diario como ejemplos de lo andaluz.
Todo el mundo sabe que la nuestra emite un cóctel somnífero del espíritu de la memoria andaluza y del espíritu crítico. Lo hace, sin vergüenza, en prime time.
Canal Sur tiene que abandonar la imagen que España le adjudica a Andalucía, la de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María. Por que Andalucía no es eso. No, no es eso. No es ni mucho más ni mucho menos, es que no es eso, nunca lo fue.
Y no valen los cuentos de la audiencia, no. Cuando no existía Canal Sur y solo teníamos las dos españolas, un programa como La Clave congregaba, sin obligación de encender el aparato catódico en blanco y negro, una audiencia transversal sin ambiciones de intelectualidad, interesada por múltiples cuestiones de fondo, científicas, políticas, filosóficas y culturales.
Canal Sur tiene que cambiar, desde la selección de las cuestiones relevantes en los informativos, hasta el fin de la emisión de concursos de toreritos en las nuevas plazas de toros construidas por alcaldes corruptos.
Andalucía ha sido y es tierra de Cultura con mayúsculas. Poetas, filósofos y filósofas, catedráticos y catedráticas de factura impecable, cineastas, compositores, gentes del pueblo con la cultura en la masa de la sangre (como dijera Federico), músicos de todas las tendencias y edades, artistas, científicos y científicas, políticos y políticas de altura, investigadores, economistas, arquitectas, y mucho más. De gentes que se desviven por la defensa de los valores ambientales, sociales y comunales de nuestra tierra. De gentes inteligentes y comprometidas.
Y por eso no hay derecho, no, a que nuestro Canal Sur prefiera una imagen falsaria de Andalucía. Una imagen anecdótica, cutre y superficial.
Lo esencia de Andalucía no puede seguir arrinconada por la nuestra a las peores franjas horarias, al minutage marginal, al debate soez y el griterío del plató, y eso en el mejor de los casos.
Canal Sur tiene que cambiar. Señores y señoras del gobierno, ténganlo en cuenta, porque en los tiempos que corren no nos podemos permitir lujos insustanciales. Andalucía se la está jugando, hay que dejar de hacerle el juego a la derecha.
@marioortega
Por qué os empeñais en decir que la cultura de un pueblo es chabacana y cateta, me parece una impertinencia que siempre se relacione las costumbres con lo malo. A ver si aprendeis a sentiros orgullosos de lo vuestro…….
Vaya, me ha sorprendido. Lo reconozcomo, no esperaba un ataque así, manipulador, interesado y difamatorio contra la televisión pública de Andalucía. Sobre todo vienendo de donde viene, la «izquierda nacionalista». Izquierda? nacionalista? y usa y ofende a viejos y trabajadores. Vivimos días extraños y repugnantes.
Deacuerdo en parte. Es cierto que hay muchos tópicos en Canal Sur pero también programas históricos que son y han sido vanguardia en la información especializada (Al Sur, Reporteros, Tierra y Mar). Quizás los programadores se dejan llevar por las audiencias y no por el servicio público, a la formación y a la información y olvidan el espíritu creativo que debe reinar en un medio como la televisión. Seguro que hay muchos profesionales en la plantilla maniatados por esta visión de la televisión público. Hay que saber conjugar cultura con entretenimiento e información.
Muy de acuerdo con Mario Ortega. No nos merecemos esta TV estereotipada y antigua, este «typical spain» de nuevo cuño. No voy a citar informativos ni programas concretos. Esta TV es una TV que ha estado dirigida al mantenimiento en el poder del partido que ha gobernado Andalucía desde hace 30 años. Para ello no se ha dudado en mantener una línea de programación ramplona y edulcorada, con algunas excepciones, que proyecta hacia el exterior una visión de Andalucía y de los andaluces estereotipada digna de los Hermanos Álvarez Quintero.
Si el partido gobernante durante tantos años se llama a sí mismo de izquierdas debe ejercer como tal. Si no es así debe cambiar de una vez sus siglas para que la gente sepa a quien vota. La izquierda de verdad es otra cosa.
Siento decirle que difiero bastante de su opinión. Estoy de acuerdo con «Un trabajador de la RTVA». Hay muchos formatos en Canal Sur que bien merecen la pena y lo que usted considera chabacano y soez para mí también es cultura. La música de esta tierra y sus costumbres, el humor andaluz, la Semana Santa, la feria y los toros (aunque a mí no me gusten los toros) también son de Andalucía. ¿Es lo único? Lógicamente no, pero tampoco es así toda la programación de Canal Sur.
Hay espacio para la cultura, el flamenco, la información, salud, tecnología, universidad, programas de temática social, debates… Encontrará pocas televisiones públicas con una programación tan amplia y variada como la de esta cadena. Y, por supuesto, aunque usted hable de un mundo idílico el share también manda. Vale ya de asimilar Canal Sur a programación rancia hecha para abuelos, no es así desde hace muchos años y creo que el esfuerzo tanto de los trabajadores de la casa, como de las productoras andaluzas también merece ese reconocimiento: Tesis, Salud al Día, Tecnópolis, Tiene Arreglo, Espacios Protegidos, Tierra y Mar, Los Reporteros… Nada tienen que ver con esa imagen que usted pretende describir. Vale ya de topicazos, ese tiempo ya pasó (por suerte).
Señalar ante todo que respeto y defiendo la libertad de expresión, y que como tal, nada tengo que decir de su opinión propia respecto a la programación de Canal Sur. Como opinión, es tan válida como cualquier otra, a favor en contra.
Pero apuntar asimismo que la imagen que usted utiliza en su disertación no pertenece a ningún programa de Canal Sur Televisión. Dicha imagen es un fotomontaje realizado por un invitado a uno de los programas ya desaparecidos en antena, el cual participó en el mismo en relación a su actividad como culturista. Puede comprobarlo en http://es-es.facebook.com/notes/rafa-mart%C3%ADn/mi%C3%A9rcoles-27-en-directo-en-canal-sur-televisi%C3%B3n-con-inma-soriano-entre-las-1100-/442245404093?comment_id=13948348&offset=0&total_comments=7.
Consecuentemente, la utilización de esa imagen como «muestra representativa» de la programación de Canal Sur no es sino una manipulación, y podría dar lugar a interpretaciones equivocadas acerca de los contenidos de la cadena.
Puedo estar de acuerdo con usted con respecto a ciertos contenidos de nuestra programación, pero igualemente puede estar usted de acuerdo conmigo que hay otras televisiones en el panorama audiovisual que llenan sus parrilas de lo que se llama telebasura y nadie se rasga las vestiduras por ello. Un extraño doble rasero de medición.
Por otro lado, y respetando, como es lógico, las críticas que considere oportuno realizar, parece existir cierta amnesia selectiva al olvidar señalar la existencia de programas de servicio público como «Al Sur», «El Club de las Ideas», «Los Reporteros», «Salud al día», «Integra2», «Espacio protegidos», «Tierra y Mar» o, tal como indicaba anteriormente otro comentario, «Tiene arreglo». Programas dirigidos a sectores de la población que no recibirían la más mínima atención ni el más mínimo esfuerzo por parte de una cadena privada. Ya que hablamos de televisión «para todos», parece obviarse que existen programas «para todos».
Abundando en sus argumentos, incluso un programa como el magazine de Juan y Medio tiene su sentido, dirigido a un colectivo tradicional y habitualmente olvidado por los programadores. Posiblemente a los ojos de la gente de su/nuestra generación puede resultar incongruente e incluso chabacano, pero quizás habría que tomarse la molestia de preguntar a los «afectados» sobre qué piensan ellos del programa. Es probable que se llevase algunas sorpresas. Sería curioso plantearse cómo sería una programa como «El diario de Patricia» protagonizado por población de la tercera edad.
¿Que la programación puede mejorar? Por supuesto. Y mucho. Pero el problema no se encuentra precisamente en los trabajadores del sector audiovisual andaluz, que tienen ideas, ganas y le dedican esfuerzos. Que han producido, aunque la parezca mentira, programas similares a «La Clave», que se han mantenido en parrilla pese a sus nulos resultados de audiencia. Precisamente ese es el espíritu de la existencia de una «televisión para todos».
Así es. La simpleza y chabacanería de Canal Sur alcanza cotas ilimitadas. Los programas en donde muestran a los niños como monos de feria, o el «humor» de un joven inculto, hasta la cultura que monta en Taxi, sin olvidar los programas de folclóricas y tauromaquía, esta última verdaderamente despreciable, toda esta telebasura debería simplemente desaparecer. Se salvan pocos programas, como Tierra y Mar y algún otro documental de interés relacionado con el medio ambiente. No estaría mal que la dirección del Canal Sur contratará a un traductor o traductora de alemán-asumo que no dominan el idioma- y vieran, por ejemplo, la ZDF, o segunda cadena cultural alemana. Creo que habría un antes y un después si decidieran imitarla. Por una TV andaluza de calidad. El pueblo andaluz se lo merece.
Ya el nombre «sur» es eminentemente colonial… ¿»Sur» con respecto a qué, payasones jeiondos? Pero cuando se piensa en la alienación e ignorancia autosatisfechas con la que pretende representar esa sucursal naZionalcatolici$ta cañí a l@s andaluzas/ces, sobran las palabras. Es un impacto similar a…
http://www.youtube.com/watch?v=NnXwq_nIMN8&feature=related
No habla usted de unos de los mejores programas de televisión TIENE ARREGLO, que en estos momentos de crisis esta solucionando los problemas de muchos andaluces necesitados. ¿También es chabacano, falso, soez, etc? Creo que no y una gran mayoria de andaluces piensan como yo. Seguro que usted ni tan siquiera lo ha visto