Carol

Si el amor es siempre la repetición de la sorpresa infinita del primer encuentro, lo es porque en esa sorpresa convienen , con una fuerza perturbadora, el sentimiento de que el otro es más intimo a nosotros mismos que nosotros mismos; y a la vez, la sorpresa ante el hecho que ese mismo es alguien infinitamente diferente y misterioso. La diferencia sutil y la sorpresa por la diferencia, son un mismo sentimiento para el amante, por ello se siente confuso y arrebatado a la vez.

En la película Carol esta epopeya de los y las amantes se ve descrita con una elegancia notable y una belleza rotunda y limpia, tipo New York años cincuenta. En esta historia de amor entre dos mujeres esta resumida la esencia de la literatura; el relato de la regular excepcionalidad que que rompe la norma. Dos mujeres, una joven y otra madura, una pobre y trabajadora otra riia y ociosa, nada les había llamado a encontrar sus miradas, pero se ven, violando las leyes de la óptica social ;y se desean , rompiendo los códigos del amor cansino de las habitaciones matrimoniales para dos. Ya en las primeras secuencias, el espectador ha olvidado el género de las protagonistas para concentrarse en la batalla sentimental, llena de combates y de fiesta, entre dos mujeres, a las que la historia convierte en bellísimas.

Esta serenidad convulsa que nos atrae en   la relación entre las protagonistas adquiere una propiedad subversiva en el contexto del canon dominante sobre el amor homosexual que o bien le niega toda sentimentalidad y lo reduce a pulsión (homofobia); o bien lo enclaustra en una diferencia insalvable (gueto ) . La naturalidad de Carol nos muestra que amar a mujeres o a hombres, que amar como mujeres o como hombres, son accidentes de amor. Es verdad que es   más fácil entender esto si se es mujer, porque la mujer se ha construido con unas hechuras mucho más abiertas a lo universal que el hombre; pero esa disposición a lo abierto y a lo esencial es humana..

Y en esto consiste el mensaje central que nos regala el movimiento transgénero del último feminismo. La diferencia sutil (homo) y la sorpresa de la diferencia (hetero) están dentro de cada sorpresa repetida del primer encuentro., como en el cruce de miradas de las protagonistas en las primeras escenas de Carol. Enamoradas del amor.