La actuación de los sindicalistas sevillanos de UGT y CC.OO. apoyando las peticiones de los empresarios y la Autoridad Portuaria de Sevilla, la calificamos como incomprensible, insolidaria, interesada y miope.
Ante el apoyo de CC.OO y UGT al dragado de profundización del Guadalquivir y la reactivación de la Plataforma “Sevilla por su puerto, aerovía Guadalquivir”, Ecologistas en Acción traslada a sus dirigentes una queja sobre su postura, a la vez que le muestra su incomprensión desde el punto de vista del ecologismo social.
Postura incomprensible: ¿Cómo es posible que no respeten las conclusiones del comité de expertos que habla de los múltiples problemas económicos, sociales y ambientales derivados del dragado de profundización?, ¿cómo es posible que uno de sus argumentos sea que empresas como Cargill, una multinacional de la especulación alimentaria, abandonen Sevilla?. Los sindicatos saben, como lo sabemos nosotros, que los motivos del cierre de Cargill, nada tienen que ver con el río, que la marcha de esta empresa se debe a la sobreoferta de este tipo de instalaciones en relación a la demanda de aceite, a que la rentabilidad de la fábrica sevillana se ha resentido, y a que los suelos que ocupa son muy atractivos para un uso urbanístico que está desarrollándose. Por otra parte, la distancia de la planta al puerto de Sevilla hace irrelevante que las pipas de girasol se trasladen en camiones desde Huelva o Cádiz o desde el mismo puerto de Sevilla. Pues sí, sin Cargill se puede vivir mejor, sin su conocida presión por dumping se podrían dar salida digna a las producciones locales con la consecuente generación de empleo.
Postura insolidaria: Apoyar al dragado supone no creer y destruir los empleos asociados al mantenimiento del río en buenas condiciones. Es sabido que de un estuario sano depende el mantenimiento de las pesquerías del golfo de Cádiz, que los cultivos agrícolas del bajo Guadalquivir no soportarían las salinidades de un estuario dragado y con poca entrada de agua dulce, y es también más que sabido, que los sedimentos aportados por un estuario de flujo lento mantienen las playas del litoral de Huelva y Cádiz, base indispensable de su desarrollo turístico. Para UGT y CC.OO. de Sevilla, ¿son estos trabajadores de la agricultura, de la pesca y de los servicios, menos importantes que los que ellos prevén puedan vivir del maná del puerto?.
Postura interesada: Que las Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), actúe insolidariamente con la de Cádiz y Huelva y compitan unas con otras en el tráfico de cruceros o barcos de carga, es algo a lo que, lamentablemente, nos ha llevado una normativa de puertos errónea. Pero que los trabajadores de UGT y CC.OO. hagan lo mismo, es inadmisible; nada importa destruir puestos de trabajo en Cádiz o Huelva, si son para ellos. Si yo me salvo, ¿qué me importan los demás?… esto parecen decir los sindicalistas sevillanos. Poco tienen que aportar a la sociedad estos sindicatos cuando renuncian a un discurso propio, solidario y de compañerismo, y se dejan utilizar como arma de presión para unos intereses que entendemos no son los suyos.
Postura miope: En opinión de Ecologistas en Acción, la construcción de la gran exclusa de Sevilla es como la construcción del aeropuerto de Castellón o la de una estación donde no hay vía de tren. La estrategia del Puerto de Sevilla ha sido la de la política de los hechos consumados; empezó la casa por el tejado planificó y construyó una descomunal esclusa en una nueva ubicación (con intentos de especulación urbanística). Con la esclusa terminada y el gasto público de millones de euros en obras faraónicas, por ahora improductivas y de futuro incierto, ¿no deberían dedicarse los sindicatos a pedir responsabilidades a los que han permitido esta obra megalómanas de los tiempos de la burbuja inmobiliaria?. Porque los sindicalistas también saben, como lo sabemos nosotros, que por el Guadalquivir entran todo tipo de barcos, barcos de hasta 10. 000 Tm, y que solo los que superan este tonelaje no podrían navegar por el estuario actual. Por el actual canal de navegación de 6,5 m. pueden navegar grandes cruceros, sin necesidad de acometer un nuevo dragado, que según todos los expertos es a todas luces inviable desde el punto de vista medio ambiental. Los cruceros que ahora navegan son los habituales, con una ratio de 1 tripulante por cada 2 pasajeros, son los más exclusivos y los que desplazan a un turismo con mayor poder adquisitivo. Los de más de 10.000 Tm, son pocos en el comercio actual, y además, ya existen puertos marítimos en nuestro entorno que por sus características se pueden ocupar de ellos. Lo mismo se puede decir del gran tráfico de mercancías y contenedores que los puertos de Huelva, Cádiz, Algeciras o Málaga atienden suficientemente. Una ciudad como Sevilla, que aspira a la capitalidad de toda Andalucía, no puede dejar de tener actitudes solidarias hacia otras provincias, que bien podían reflejarse en la renuncia al dragado de profundización, para dejar que los puertos marítimos sean los que reciban los barcos de gran tonelaje. Máxime cuando la ampliación del dragado por su insostenibilidad ambiental tendría fuerte repercusiones en otros sectores como la pesca, la agricultura o el turismo.
Que todo esto no lo entienda la APS, lo podemos comprender, pero que no lo entiendan ni compartan los trabajadores de UGT y CC.OO. nos cuesta admitirlo. No nos resulta posible constatar que se puedan equivocar tanto, que hayan perdido la perspectiva y el norte de lo que debe ser una reivindicación de un sindicato de izquierdas, porque es de izquierdas la defensa de lo general, lo que es de todos, y el Guadalquivir, su paisaje, su historia, su biodiversidad, su calidad ambiental y su belleza pertenece a todos los andaluces y no a los intereses de la APS y sus adláteres a los que les han dicho que le darán parte de las ganancias.
Estos sindicatos de la crisis y del siglo XXI, ¿es que ya no se interesan por el medio ambiente, por la calidad ambiental de sus conciudadanos, por los trabajos de sus iguales, por la defensa de lo público y el beneficio general?. Entonces, ¿para qué y por qué dicen que son sindicalistas? El comunicado de apoyo al dragado supone una renuncia de los valores más elementales de la lucha obrera.