Es posible que algunos de vosotros haya visto el anuncio que Coca Cola está pasando por las televisiones de cara al Europeo de fútbol que empieza hoy. En este anuncio, la conocida multinacional de bebidas pretende animar al fútbol patrio en un momento de abatimiento general propiciado por la situación de desempleo y de crisis económica y financiera.
No es la primera vez que Coca Cola realiza una campaña publicitaria al albur de los acontecimientos deportivos de masas y cada sección estatal de la marca encarga a una empresa de publicidad spots y campañas de marketing donde ensalza los valores propios de cada nación o estado y se arroga las más altas consideraciones nacionales para animar a las masas que con la refrescante bebida en sus manos marcan las diferencias entre pueblos y ciudadanos para que estos animen a sus representantes deportivos hasta escalar las más altas cotas de competitividad y conseguir el anhelado trofeo.
Sin embargo, en momentos delicados para colectivos que se identifican tras una bandera, Coca Cola ha elaborado spot especialmente emocionantes o pretendidamente cargados de ánimos y empuje a una sociedad que lo está pasando realmente mal.
Este fue el caso de la publicidad que la empresa cervecera Quilmes realizó cuando peor lo estaba pasando el pueblo argentino y en la que son los propios jugadores argentinos los que animan a levantarse a los trabajadores y trabajadoras argentinas. http://www.youtube.com/watch?v=h_r0OljTNvM
El camino que ha utilizado Coca Cola en España ha sido bien distinto, para nuestra desgracia. Han seleccionado una serie de imágenes reales y ficticias donde se presentan noticias relativas a la situación económica española y donde se pueden ver tanto los valores en bolsa cayendo en picado, los millones de desempleados, disturbios, la salvadora construcción paralizada, etc. y oh sorpresa!!, una referencia a la corrupción con una imagen del mapa de las comunidades autónomas. En la segunda parte del anuncio, el deportista español se levanta, se pone en pié, y con el ánimo y el aliento de toda la grada que rompe los periódicos cargados de malas noticias anima a su selección en un campo repleto de colores rojos y amarillos, y con enseñas estatales (toro de Osborne incluido) por doquier comienzan a aparecer mensajes positivos (donación de órganos, trabajadores pescando, educación, limpieza de las mareas negras, solidaridad, 15M, etc) y con el slogan «VAMOS A DEMOSTRARLE A EUROPA DE LO QUE SOMOS CAPACES CUANDO ESTAMOS JUNTOS» ensalza las mejores aptitudes de esta y cualquier sociedad.
Lo más indignante es el papel de corrupción que le otorga al modelo constitucional de comunidades autónomas, situadas en el bloque de “debilidades y amenazas” de nuestra patria indivisible y victoriosa y el mensaje de que España no sería capaz de nada si no fuera Una (para ser grande y libre). En el más rancio estilo upeidesco, la unidad nacional amenazada por las autonomías y deseos de autogobierno de los pueblos de este estado plurinacional pone en peligro, no ya la recuperación económica, el desempleo, la violencia callejera y el modelo del ladrillo, si no algo mucho más importante, ganar el europeo de fútbol.
Muchas han sido las publicaciones que en este espacio de pensamiento llamado Paralelo36 han puesto de manifiesto que el modelo que conquistó Andalucía impulsó un modelo federal en España que por falta de fuerza no pudo culminarse. El modelo federal suponía más igualdad y más democracia. Los poderes económicos quieren aprovechar la crisis para imponer el modelo que la derecha siempre defendió: el centralismo asimétrico y la multinacional Coca-Cola les ha hecho el juego perfecto, en el ámbito de la publicidad “desprovista” de intencionalidad política partidista y con el enjuague del deporte rey. Es decir, que el poder político territorial coincida por completo, de nuevo, con el poder económico. Las Autonomías gestionan los servicios públicos más importantes: enseñanza, sanidad y asuntos sociales, precisamente los valores que ensalza el spot en su segundo bloque. La derecha, con la chispa de la vida de aliada, quiere aprovechar la crisis para privatizarlos y convertirlos en mercancías. La estrategia, apoyada por Coca Cola de forma consciente o inconsciente, es desprestigiar a sus gestores, decir que son muy caros y corruptos, y colabora en recortar la financiación autonómica y sembrar el caos administrativo.
Eso es lo que nos vamos a «tragar» en cada previa y descanso del Europeo de fútbol organizado por la UEFA, (donde conviven Escocia, Inglaterra, Irlanda del Norte y Gales como selecciones nacionales) y seguido por televisión por millones de aficionados para mayor gloria de la Roja. Los partidos que vea en la Euro, cuando menos los acompañaré de una Pepsi.
Para muestra, el anuncio de marras http://www.youtube.com/watch?v=YoEfKsyjAhM
El ron sólo y la gin con tonic. A Coca Cola tarjeta roja.