Raúl Solís | Nos ha llegado la hora. Como le llegó a Irlanda, Portugal o Grecia. Ahora, los PIGS -cerdos, en inglés- estamos bien controlados. Sin soberanía, sin dignidad, sin defensa, sin herramientas, sin autoestima, sin igualdad, sin sanidad, sin derechos y sin rumbo. El FMI, la Cruz Roja del capitalismo, ha rescatado al último cerdo pobre que andaba suelto. Al contrario que en Irlanda, Grecia o Portugal, en España no se convocarán elecciones ni su presidente del Gobierno explicará a sus cerdos en qué consiste la lotería del FMI.
Los cerdos ibéricos tenemos un presidente del Gobierno que sólo ha concedido una entrevista a un medio de comunicación desde que fue investido, hace ya seis meses, y su única rueda de prensa sirvió para disparar la prima de riesgo de 520 a 540 puntos. Él encarnaba el secreto para sacarnos de la crisis, acabar con el paro y generar confianza en la débil economía española. Él era el hombre que necesitábamos para terminar con la herencia recibida.
A sólo seis meses de llegar el gran hombre, la prima de riesgo pasó de 320 a 530 puntos y la herencia recibida apareció en los balances trucados de Bancaja y Caja Madrid -fusionadas en la Bankia de Rodrigo Rato-. Ambas gestionadas en los últimos 20 años por el PP valenciano y madrileño. De estas cajas salieron los aeorpuertos peatonales, las visitas de Benedicto XVI, las faraónicas obras públicas madrileñas, las macro-urbanizaciones levantinas, los circuitos de Fórmula 1 o los contenedores culturales sin contenido cultural.
El gran hombre anda escondido diseñando los mensajes con los que nos arengará para disfrazar el rescate del FMI en una ayuda de Médicos Sin Fronteras. Nos insistirá en que las cajas de ahorros deberían haber sido saneadas por Zapatero, nos exigirá patriotismo y responsabilidad y no oirás pronunciar la palabra “rescate” ni nadie conjugará el verbo “dimitir”.
Mariano Rajoy tiene cosas más importantes que hacer que dirigirse a la ciudadanía para intentar transmitir seguridad. Como, por ejemplo, ocupar RTVE para convertirla en una extensión más del Gabinete de Comunicación de Moncloa. El ente público ya informa “como Dios manda”: al préstamo del FMI, lo llaman “ayuda financiera”; a la humillación, “tranquilidad en los mercados”; a la colonización, “préstamo”; al capitalismo; “sistema financiero”; a un rescate de 100.000 millones de euros, “inyección suave de capital” y al FMI, “ONG de cooperación internacional”.
Pero hay cosas que no cambiarán: los cerdos seguiremos siendo PIGS y pagaremos el premio gordo de la lotería del FMI en recortes de lo que nos hace iguales y en subidas de los que nos hace más cerdos todavía. En unos meses, descubriremos la letra pequeña del contrato que hemos firmado para salvar a la banca que gestó el modelo productivo de hormigón, ladrillo y parques temáticos. Entonces, comprenderemos qué significa estar ocupados por potencias y poderes extranjeros que llaman “ayuda financiera” a colonizar un país con la ideología que protege la libertad de los capitales enjaulando la libertad de los cerdos.