28/01/2011.En medio de una de las crisis más radicales de la historia del sistema industrial al neoliberalismo no se le ocurre otra consigna que gritar: ¡al abordaje¡. ¿Al abordaje de qué?. Pues de cuantos derechos y avances sociales se han producido en las últimas décadas. Utilizando, quién lo iba a decir, como modelo y como cortada al Parido comunista chino. Una ingente legión de economistas, académicos y articulistas liberales y conservadores andan escribiendo y glosando las excelencias del modelo chino de desarrollo. ¿La democracia? Bueno es un asunto cultural… ¿Los derechos humanos? Ya avanzarán… ¿El impacto ecológico? Los chinos son listos y lo tienen todo pensado… Respuestas como estas nos las encontramos a diario cuando alguien, pocos y tímidamente, osa contradecir los nuevos mantras neoliberales. La derecha quiere aprovechar esta crisis, como si la crisis fuera una gripe pasajera, para enterrar medio siglo de derechos sociales que han hecho de Europa una de las experiencias más positivas de la historia de la humanidad. Por su parte la socialdemocracia balbucea, duda y se lanza finalmente a una carrera enloquecida para ver quien cumple mejor las órdenes de saqueo y abordaje del Estado del Bienestar.
¿Qué relación hay entre las causas de la crisis y el sistema de pensiones o la edad de jubilación? ¿Por qué se asocia la crisis con el sistema educativo o con la privatización de la universidad y la sanidad?¿En qué ayuda la supresión de los convenios colectivos a resolver la crisis energética o la alimentaria?.¿Y a ellos que más les da?. Ellos a lo suyo; el pillaje y la sobreexplotación, el futuro no existe, la globalidad tampoco. Vivimos en un momento donde las clases dominantes solo piensan en el aquí y el ahora ´más grosero. Han sustituido el “más allá” religioso por el “más acá” consumista. El barco se hunde y a ellos les cogerá robando y asaltando los camarotes de la tripulación.
Contra el modelo chino no hay posibilidades de competir por que es el modelo de la esclavitud, esa “forma de explotación que el amo siempre se esfuerza por alcanzar” según Docke. Bien lo sabían los yankees en la guerra de secesión norteamericana .No hay reformas estructurales que valgan salvo que esas reformas supongan la destrucción completa del Estado del Bienestar y de la democracia. El modelo chino tampoco es viable ni siquiera para china. El camino emprendido por China, y también por otros Estados emergentes, implica una tasa de incorporación de setenta a cien millones de nuevos consumidores a lo occidental, No hay planeta, ni recursos naturales que sostengan esa tasa de desarrollo. Por otro lado el virus de la desigualdad extrema ya anida en los intestinos de Pekin y este acabará destruyendo cualquier posibilidad de racionalidad colectiva. Copiar a China es hoy el último espejismo del capitalismo que sólo garantiza, como en la estrategia nuclear, la destrucción mutua asegurada. En la cosmogonía budista hay un reino que está compuesto sólo por” fantasmas hambrientos”, de ese reino quieren hacernos súbditos a todas y todos.
Imaginaos que viviésemos en una Democracia verdadera, con sus tres Poderes independientes clásicos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, no esta farsa neoliberal salvaje pepero-$ociata (sin olvidar a sus mamporreros de Izqda Undida) con el Ejecutivo amancebado con el oPpu$-death, fagocitando a los otros dos. Suponed que tras las elecciones los dos partidos compinchados que mantienen la ficción plebiscitaria, ante el ascenso de un tercero en minoría que podría decantarse a favor de uno u otro, dejan de molestarse en disimular, forman una «gran coalición», despreciando a los electores, y se reparten las carteras. Por si fuera poco, el que era presidente del gobierno, al haber perdido la mayoría, no se dedica al pesebre a costa de la ciudadanía, como tantos, se pone al servicio de una corporación industrial del régimen despótico vecino… ¿Ciencia ficción orwelliana tal vez? No, en absoluto. Fué justo lo que sucedio en Alemania al ascender Angella Merkel al poder -con su «grosser coallition» y su reparto ministerial a la carta-, mientras su supuesto contrincante se iba de alto cargo de Gaz-Prom, el poderoso lobby ruso de la energía instrumentado por Putin. Mientras tanto, a la izquierda Lothar De’Maziers se quedaba con dos palmos de narices. Y sin embargo, en esa Alemania con su déficit democrático evidente y su totalitarismo camuflado en las instituciones, evidenciado por Günther Grass, sabemos que hay una Justicia independiente que funciona, un estado laico y un Poder Legislativo creíbles. No en vano, al contrario que nosotros, colonizados andaluces por diferentes despotismos, ellos desde la República de Weimar sí saben el significado auténtico de DEMOCRACIA, al igual que franceses, ingleses, etc.
Nada de esto tiene que ver con el estado expañol, donde el Ejecutivo parece el chulo falangista de los otros dos poderes, incapaz de superar el lastre tardo-franquista -«lo he dejado todo atado y bien atado», se ufanaba el carnicero del Ferrol- y habiendo cedido una parte siempre creciente de su soberanía a un estado extranjero: el dictatorial, machista y medieval vaticano. ¿Puede alguien por ello sorprenderse que ahora quiera emular al engendro oriental del «un país dos sistemas»? Los que se asombran nos asombran. El Gran Capital europeo en busca de esclavos con unas tragaderas cada vez mayores lleva invirtiendo cantidades ingentes de dinero en China desde hace décadas. Ellos mismos han creado su propio monstruo de Frankenstein que ahora se dispone a devorarles y por única respuesta, no se les ocurre otra solución, a la mediocre oligarquía que nos sojuzga, que «chinificar» a los ciudadanos europeos. Lo mismo que si el doctor Frankenstein, viendo que ha creado una abominación, para expiar su mala conciencia y las consecuencias de su experimento, por única receta comenzase a secuestrar a los habitantes de su comarca y las vecinas, a amputarles miembros y convertirlos en cyborgs. Como psico-thriller incluso ese desvarío podría encontrar su público; pero no puede esperarse que todos nos vayamos mansamente a dejar ir al matadero de derechos colectivos por los que el trabajador ha dejado siglos de luchas y de sangre.
Puede que la Brunete mediática, los sindicalistas y políticos triperos escuchen todo esto igual que el que oye llover. Así, si nos inundan con carnes alemanas criadas con exceso de dioxinas, en vez de aumentar los controles (¿qué no hubieran largado o hecho si hubiese sido a la inversa?), pasa como cuando la colza, que eran «bichitos que si se caían al suelo se mataban» y a esperar a que se pudra todo con un par de jueces. Del mismo modo que carecen de la más mínima ética o racionalidad para decirnos que productos comemos transgénicos en el etiquetado y que animales han sido alimentado con esa nociva basura indigna de la humana condición. Es más, hasta se permitieron colocar a la Garmendia, vinculada a esas corporaciones criminales que juegan con la salud humana, al frente de las más altas instancias del estado. ¡No pasa nada, se le da a la maquinita de la telepropaganda y vamos dando más y más vueltas de tuerca! Hasta que llega un día en el que ya no es posible dar marcha atrás y sólo nos espera un abismo aterrador. Todo a cambio de que cuatro jetas clerical-fa$ci$ta$ de alto-standing se peguen la vidorra de un antiguo marajá, buscando paraísos cada vez más remotos que no hayan violado. Son al mismo tiempo los que van de «grandes patriotas», especuladores de mierda que han encementado el mediterráneo entero desde Cádiz a Croacia, privando a las generaciones venideras que puedan conocer cómo fué un día el Mediterráneo, sin contaminación ni algas asesinas. A todos esos «espabilados» que van de vacaciones por el Báltico con su troupe de pijolandia, a las Islas Seychelles o Caimán caribeñas a blanquear capitales estas reflexiones ni les inmutan.
No debemos equivocarnos ni dejar que nos confundan. No es que el «modelo» de capitalismo brutal chino suponga una salida viable: para la oligarquia financiera que nos machaca ES LA ÚNICA SALIDA. En vez de renunciar al más mínimo de sus privilegios o redistribuir un ápice sus incontables riquezas, prefieren la huída hacia adelante, aunque enfrente esté un profundo precipicio. Por ello, China no supone ya un enemigo para Europa, al igual que si se alían la mafia siciliana y la camorra napolitana no hay competencia posible. Europa, los EEUU, sus adláteres o clones, tan ahora sólo son enemigos de sí mismos. El único problema es que las tetas de la esmirriada cerda no tienen suficiente leche para los insaciables, ingratos y crueles lechones de siempre…
Bienvenidos, «home-less» estafados por los bancos, masas desproletarizadas sin esperanza, parias hermanos de la tierra, al «reino de los fantasmas hambientos»,