Francisco Garrido.¿Cómo yo? ¿Criticarme a mis mismo? Pero estamos locos… Por que sólo los enajenados pueden separarse de si mismo y autocontemplarse críticamente. Los enajenados o los que creen y viven en discursos delirantes, y en si mismo enajenados, como las religiones; piensan que somos dos (alma y cuerpo, mente y cerebro) y desde alguno de esos “dos yo”, miran al otro ante los ojos compasivos o punitivos del “gran amo”. Resulta lamentable, pero así son las cosas, que el Diamat stalinista recogiera este residuo religioso del “mea culpa, y lo llamara «autocrítica». Mucho San Ignacio y muy poco Marx es lo que hay hoy en parte de la izquierda española; por eso claman por la dichosa autocrítica ahora tras el 26J, como si esta fuera en si misma salvífica.
No somos dos , somos uno. El invento del dualismo sirve al discurso del amo para la autodominación. No creo que ahora tengamos que iniciar ningún ejercicio espiritual , ni retirarnos a ninguna cueva de Manresa. Todo lo contrario; alegría, fraternidad, potencia e inteligencia para el futuro. ¿Cuándo vamos a echar, junto con los mercaderes, a los sacerdotes del templo?
Se puede y se debe criticar hechos, ideas o conductas, algunas de las cuales han podido ser sostenidas o ejecutadas por los mismo que las critican, pero solo a condición de que las expulsemos fuera de si y las objetivemos; pero como el piloto que revisa el aparato después del vuelo , no como el pecador que llora por haber osado decir “no” a la despótica voluntad del amo. ¿Autocrítica? ¿Estamos locos?
Menuda vergüenza de artículo sin pies ni cabeza ¿Esto es pensamiento político?