Mario Ortega / El caso Bárcenas-Gürtel obliga a convocar una movilización social organizada. La corrupción política ha invadido todos los intersticios del poder. Como el bosón de Higs, pronosticado y hallado, la mentira del poder actual es un campo de fuerza que se ha colado en el consejo de gobierno del PP.
La crisis institucional es gravísima. La agresiva estrategia verbal del PP antes de ganar de modo aplastante las elecciones generales estaba sustentada sobre el dinero sucio. La financiación ilegal del partido en el gobierno ahora es más evidente que antes.
El juez Garzón fue despedido porque avanzaba peligrosamente hacia la recuperación de la memoria histórica de los crímenes de la dictadura y estaba al borde de destapar lo que ahora ha reventado en las manos de Rajoy, sobres y cuentas en Suiza.
Insistiremos. La crisis es del capitalismo, no en el capitalismo, la crisis es de la democracia, no en la democracia. La crisis es del bipartidismo, no en el bipartidismo. La justicia es para las élites, el desprecio para la mayoría. El Tribunal de Cuentas con su lentitud no funciona, el caso Urdangarín cerca a la corona. Banqueros enriquecidos, el expresidente de la CEOE llevándose pasta a Suiza y otros paraísos fiscales. El gobierno de Madrid presidido desde un ático de superlujo en Marbella que era hasta hace poco propiedad de una empresa radicada en un paraíso fiscal. ¡Ah, Marbella!, aquella tierra soñada del GIL, enaltecida como modelo de generación de riqueza, a la que iba regularmente un expresidente del Consejo General del Poder judicial. Memoria, memoria, memoria.
La encuesta de Demoscopia que publica hoy EL PAÍS dice que 7 de cada 10 españoles creen que estamos al borde de un estallido social. La denuncia de la corrupción hasta hace un año no ganaba elecciones. La corrupción repartía miserias y las miserias no habían llegado a la sanidad, la educación, y demás políticas sociales, habían llegado las migajas, pero no las miserias. Las clases populares y medias se desmoronan hacia la pobreza endémica. Acecha el miedo, pero como decía Alfón, «el miedo va a cambiar de bando».
Cuando más mierda hay en la política es cuando más Política necesitamos.
Urge una respuesta social organizada contra el gobierno, el PP, su trama corrupta y por la recuperación de los derechos sociales, económicos y laborales. Urge y mucho. La sociedad civil organizada, la Cumbre Social en España, la Plataforma de Organizaciones Sociales por el Progreso en Andalucía, con CC.OO y UGT al frente, deben convocar una movilización ciudadana ya. Organización, organización, organización.
Una movilización contra el desastre de la política y por la democracia, una movilización que exija a la oposición una moción de censura ya. Da igual que se gane o se pierda, da igual, porque lo que interesa es el debate, que se hable, se pregunte y se defiendan los derechos civiles y la democracia.
El riesgo de que la sociedad civil organizada de izquierdas no se ponga al frente de estas demandas es que se alimente una salida populista y antipolítica del tipo UPyDista o del tipo Berlusconi. El riesgo es una larguísima travesía del desierto para la izquierda, y mucho dolor social, mucho mucho mucho.
Para que la indignación y el coraje no carezcan de proyecto político democrático e igualitario necesitamos un grito de la calle promovido por los sindicatos organizados, las asociaciones vecinales, ecologistas, de consumidores, de derechos humanos, sanitarias,…, toda la izquierda política y social tiene que salir a la calle. Convoquen, convoquen, convoquen. ¡Convoquen ya!
@marioortega