Lynn Margulis, Planeta simbiótico.
Mario Ortega
El estadío más avanzado de los procesos simbióticos en la naturaleza está definido por la simbiogénesis. Dos organismos, especies diferentes, entran en un proceso cooperativo mutuamente beneficiosos hasta el punto que tras el intercambio de material genético desaparecen como individuos y se forma una nueva especie. Previamente ha sido necesario el establecimiento de relaciones simbióticas de menor profundidad, compartir nicho ecológico, utilización de metabolitos de uno para la nutrición del otro y a la inversa, especialización de funciones, alojamiento, defensa compartida, entre otras muchas.
Esta perspectiva permitió un contribución decisiva a la teoría del origen de las especies, hasta el punto que está demostrado que la integración en los organismos procarióticos (bacterias) de otros organismos capaces de respirar (mitocondrias), es el origen de los eucarióticos y consecuentemente de los animales. El origen del los vegetales está igualmente relacionado con la simbiogénesis entre un procariota y los cloroplastos que disponían de la función clorofílica. Los ejemplos en la bibliografía son abrumadores y no solo se refieren a especies unicelulares.
A partir de estos descubrimientos que arrancan de finales del siglo XIX, pudo determinarse que la evolución no es solo fruto de la competición, si no, y de un modo más determinante, de la cooperación.
El paralelismo, valga la redundancia, con P36 es evidente. La cooperación política, en los tiempos que corren, es un mecanismo, primero de supervivencia y segundo adaptativo. La izquierda, con toda su diversidad y complejidad se enfrenta al reto de la reconstrucción ideológica en un clima hostil. Los poderes fácticos son los dueños y señores de los marcos de debate, generar nuevos espacios en las que las palabras solidaridad y justicia cobren el significado deseado es una tarea que no puede afrontarse desde la competición entre formas puras, cada una de las cuales cree que dispone del tarro de las esencias.
Cooperar significa no utilizar la debilidad física del otro, sea grande o pequeño, significa establecer mecanismos de afluencia e influencia para detectar los nodos comunes a partir de los cuales puede construirse una red ideológica lo suficientemente tramada y resistente para confrontarla al bipartidismo. Un proyecto de cooperación política no puede articularse sobre modelos antiguos, no puede tener estructura unitaria de partido y debe colaborar con otros proyectos de cooperación política supraterritoriales, ahí tenemos ya un punto de observación, Espacio Plural. Categorías difusas como respeto y amabilidad son esenciales. Esto no quiere decir que cabe todo. La derecha no cabe.
En la vieja Europa, hace tan solo un par de años, en Francia, ha surgido una cooperativa política llamada Europa Ecologie, es un ejemplo al que le faltaron dos décimas para igualar al PSF en las últimas elecciones europeas, después en las regionales francesas ha sido determinante para romper el monopolio de Sarkozy.
Por lo leído en P36 desde su origen, es muy posible que algunos genes ya hayan dado el salto de modo natural a los otros lados, si estamos en los orígenes de una nueva especie o no, lo dirá el tiempo, no es ahora lo importante. Mientras tanto, cooperemos, ya intuimos cuales son nuestras coincidencias.
Ilustración: Simbiótico XXII, 2005 de Toño Barreiro
Eres el poeta de la ciencia, compañero. De la biología pero también de la exactitud.