Cruyff

Francisco Garrido.  Johan Cruyff en una ocasión dijo que no era creyente y lo sostenía en el siguiente ejemplo: “En los campos de fútbol españoles, decía, se santiguan todos los jugadores, los veintidós, luego todos los partidos deberían terminar en empate pero como sabemos no es así”.  Este era Cruyff,  jugaba, y hacía jugar como entrenador, con la misma elegancia como hacía deducciones lógicas. .

Inventó, en la escuela holandesa del Ajax de Amsterdam y de la mano de quién luego sería también entrenador del Barça Rius Michel, el fútbol moderno, era el “fútbol total”. Sentó las bases de lo que sería una de las máquinas de producir fútbol más potentes del mundo: la masía del FC Barcelona,

Si la selección española ha ganado un mundial y dos eurocopas se lo debe a Cruyff y a Luis Aragonés. Sin el FC Barcelona, que Cruyff y Rius Michel diseñaron, Luis Aragonés no hubiera podido romper con ese fútbol español de tanta testosterona como pocas ideas que difundía esa horterada fascistoide de la “furia española”. Sin Cruyff no hay Masía, ni Guardiola, ni Messi, ni Xavi, ni Iniesta,

Bajo la aparente simplicidad de su fútbol se escondía una compleja elaboración realizada y procesada a una velocidad tal que aparecía ante nuestros ojos como simple e instantánea. Era el mejor ejemplo de fútbol parsimonioso que yo he conocido. La simplicidad de Cruyff era una ilusión como en el movimiento en el cine.

Cuando colgó las botas y pasó a entrenador fue para sustituir movimientos por ideas, el jugador pasó a ser un pensador. Se hizo catalán y catalanista. Murió con 68 años, que lástima que haya fumado tanto.