Miles de activistas sociales multados, detenciones de madrugada de estudiantes y antifascistas (ayer en un jueves negro detuvieron a 30 en Madrid, el otro día a seis en Sevilla) , violencia policial al menor gesto de protesta y un proyecto de ley de seguridad ciudadana que legaliza un “estado de excepción encubierto” claramente anticonstitucional y liberticida. ¿Qué está pasando? ¿Hay millones de personas en la calle? ¿Ha crecido exponencialmente la violencia política o la delincuencia? Nada de esto parEce que ocurre. Paradójicamente, y una vez desaparecida ETA, vivimos el momento de menor violencias política de España en los últimos doscientos años. ¿Por qué el poder político reacciona entonces de forma tan brutal contra las libertades y Derechos políticos de una ciudadanía tan paciente y pacífica?
Algo se está perdiendo la izquierda que no ha visto lo que sí que da la sensación que ve la derecha. Ellos saben hasta donde piensan llegar y se preparan. No atacan por lo que hacemos sino por lo que deberíamos hacer. Es la política del ataque preventivo, dar primero para dar dos veces. Ellos saben que la destrucción de derechos sociales que están realizando es inviable sin la correlativa destrucción de libertades y derechos políticos. Es la vieja enseñanza de los fascismo, Para la derecha solo puede haber democracia con crecimiento, sin crecimiento solo cabe la dictadura. Y dando sus pasitos andan.
Las detenciones, las multas, las palizas, la vulta del matonismo de extrema derecha, no son sino el complemento idóneo a los despidos, los recortes, sociales, las transferencias de renta, los salarios mínimos, el paro masivo, el precariado eterno. El proyecto de ley de seguridad ciudadana no es sino la segunda a vuelta de la reforma laboral y de los decretos de austeridad. Las cosas son así, van en paquete; los conceptos no son neutrales. Para ellos “seguridad ciudadana“ es igual a “desigualdad social”, “estado de derecho” a represión, ley a antidisturbio chulo. El proyecto de ley de seguridad ciudadana es el mejor indicador de que el final de la crisis ni ha llegado, ni se le espera, y el gobierno y la derecha lo saben, la izquierda creo que no.
Esperemos que la izquierda, toda la izquierda no s´lo la supuestamente radical, se entere de aquello que ya se ha enterado la derecha: la desigualdad extrema es incompatible con las libertades democráticas. No es una dictadura todavía pero se están dando los pasos, las instituciones económicas están ya fuera del control democrático ahora van a por los derechos y las libertades políticas, Las derecha esta redefiniendo la democracia y su redefinición coincide mucho con lo que entendíamos por dictadura. El “todo contra el pueblo” actual no puede ser hecho “con el pueblo”; la democracia estorba. Cuando el fascismo llama a la puerta nadie, nadie está a salvo, como en el conocido poema de Brecht, mañana podrás ser tu. No vale quedarse quieto o mirar para otro lado, como en demasiado ocasiones hacemos. Ser yunque o ser martillo.
Nuevo lúcido análisis de Rafa Cid, complemento del anterior, el cual pone a la altura que merece a esa «ley de seguridad ciudadana»: la de un reglamento mezquino de los tiempos de los tribunales de orden público franquistas. Pero adivinad quienes son el objeto de las preocupaciones del facherío peperosociata:
http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/75260-el-plan-b-que-oculta-la-ley-de-seguridad-ciudadana.html
No es necesario que el fascismo educadamente «llame a la puerta», la pseudoizquierda de las JONS ya se ha encargado de quitar los goznes, la cerradura y el pestillo y las bestias pardas pueden campar a sus anchas:
http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/75025-prohibido-criticar-a-la-izquierda.html