Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
Manuela Martínez | Las últimas estimaciones de voto para las Elecciones al Parlamento Europeo, parten de un supuesto de participación inferior al 50%. Y de entre los que manifiestan tener la intención de participar, aproximadamente el 30% votarían al Partido Popular. Esto quiere decir, groso modo, que entre los que piensan abstenerse, votar en blanco o nulo, le van a regalar aproximadamente un 15% de representación al partido en el gobierno.
Lo digo para que luego no andemos llorando sobre el muerto y buscando a quien echarle la culpa de los desmanes y sacrificios que el rodillo PPopular nos impone desde que gobierna. Porque, vamos a ver si centramos un poco la cuestión: El PP ganó las elecciones por mayoría absoluta y el gobierno de Rajoy es un gobierno legítimo que llegó al poder porque así lo decidieron las y los españoles con su voto o con su no voto. Otra cosa es cómo esté gestionando el poder obtenido democráticamente. Porque es obvio que está ninguneando al Parlamento y al resto de instituciones democráticas. Como también lo es que utiliza un programa oculto y su mayoría absoluta para imponer una política que beneficia sólo a unos pocos privilegiados, al tiempo que perjudica a la mayoría de ciudadanos y ciudadanas.
En nuestras manos está cambiarle los humos al Gobierno de Rajoy el próximo 25 de mayo. Porque es seguro que si no se les castiga en las urnas, utilizarán el resultado electoral para rearmarse y continuar erre que erre con sus reformas ideológicas y recortes de derechos, de aquí hasta el final de la legislatura.
Así es que, ya está bien de rajar de los sindicatos porque se sientan con el Gobierno (el que hay, nos guste o no) para intentar sacar adelante medidas urgentes que mejoren la situación de los jóvenes, los parados de larga duración, los pensionistas, las mujeres víctimas de violencia de género… o para proponer sus alternativas a las políticas de austeridad.
Como ciudadanos, echar la culpa a tal o cual institución no nos exime de responsabilidad, sobre todo cuando nuestros actos individuales tienen consecuencias para la sociedad en su conjunto. La pregunta es muy simple: ¿Queremos perpetuar en el poder a la derecha europea o queremos cambiar el rumbo de Europa? Porque hay una cosa clara, o al menos a mi me lo parece, si la derecha vuelve a conseguir la mayoría en el Parlamento Europeo, de poco nos van a servir las calles y las plazas para poder canalizar nuestras alternativas a las políticas que nos imponen la Troika y Frau Merkel.
Cierto que la pre campaña electoral está ayudando poco. Unos porque mienten como bellacos o se regodean en el autobombo, otros porque se pasan el día echando balones fuera o intercambiando golpes con el adversario para arañarle unos cuantos votos. Muy poco tiempo están dedicando, o eso parece, a contar lo que piensan hacer si llegan al Parlamento para cambiar el rumbo de esta Europa, que no es la de los ciudadanos sino la de los mercados, y que no es la que necesitamos para encontrar una salida social a la crisis. Y así es difícil convencer hasta a los convencidos, no digo ya a los indecisos.
Así es que vamos a exigir a los partidos políticos que nos traten como adultos durante la campaña electoral que comienza oficialmente el proximo viernes y luego a actuar en consecuencia, votando al partido que mejor defienda nuestros intereses.
Termino con un párrafo de una entrada de noviembre de 2011 que viene muy a cuento: “Permanecer indiferente, quedarse en casa, abstenerse o votar en blanco, pensando que da igual lo que hagamos porque todos los partidos políticos son iguales, es regalar el voto al partido que posiblemente nunca hubiéramos votado. Pensar que el partido que gane las elecciones por mayoría absoluta va a hacer una lectura auto crítica del voto en blanco o de la abstención, es pueril y no sirve para conseguir una democracia de más calidad, sino todo lo contrario”.
@Manuela_MJ
