Iñigo Aduriz.Público. 28/01/2011.De las barricadas del París del mayo del 68 a una de las tribunas más contestatarias del Europarlamento como portavoz del Partido Verde Europeo. De cerca, a Daniel Cohn-Bendit (Montauban, Francia, 1945) se le sigue notando la ilusión por cambiar las cosas. Ayer acudió a la puesta de largo de la fundación Equo.
En 2009 aseguró que la izquierda era débil para hacer frente a la crisis. ¿La ve ahora más capacitada?
La izquierda tradicional sigue sin dar una respuesta conjunta a las crisis financiera-económica, ecológica y democrática. Ese es el reto al que se enfrentan los partidos y los gobiernos y esa debería ser la alternativa en este momento.
¿Cree que el modelo capitalista tiene solución?
La economía capitalista no es monolítica. Hay diferentes versiones del sistema. En todo caso, no se debe impulsar únicamente la transformación de las instituciones, también es necesaria la transformación de la gente. En las democracias en las que vivimos es posible cambiar el sistema. Estoy convencido. Pero no es el capitalismo el que determina esa posibilidad, sino la propia democracia.
¿A qué cree que se debe el giro a la derecha que parece generalizarse en Europa?
Estamos en una fase histórica de transición en la que hay capas de la sociedad que están completamente desorientadas, lo que impulsa la vuelta del nacional-populismo. Parte de la sociedad se abraza a este sistema para protegerse. El drama es que ese modelo busca la protección a través de la exclusión.
¿Existe una alternativa?
Nuestra estrategia debe ser la de proteger a través de la solidaridad, de la inclusión y de la reconciliación. Se debe reconciliar a los ciudadanos con la democracia y a la democracia con los ciudadanos. A la naturaleza con los seres humanos y a los empresarios con los asalariados.
¿Son los partidos verdes capaces de impulsar esa reconciliación?
Deben hacer una estrategia política. No puedes definir un movimiento ecologista dentro de los parámetros tradicionales de izquierda y derecha, porque la ecología involucra a toda la sociedad. Tanto el patrón como el trabajador están afectados por la degradación ecológica. Hay que superar esos patrones. Por ejemplo, si criticamos lo que está sucediendo en Túnez o Argelia, debemos hacer lo mismo en Cuba o en China.
En la sociedad, el verde será el color de la transformación positiva¿Considera que Equo es capaz de superar esos patrones?
Ese es su trabajo y su desafío. Mi frase favorita es: «A mí no me importa de dónde viene la gente, sino qué podemos hacer juntos». Y juntos se pueden hacer cosas nuevas.
¿Son los verdes el futuro de la izquierda europea?
Son la alternativa a la derecha y a la izquierda. A la derecha autoritaria y liberal, y a la izquierda liberal y autoritaria. Yo digo que debemos vencer a la derecha y cambiar a la izquierda.
¿Será el verde el próximo color de la revolución?
Yo creo que el verde será el color de la esperanza. Es complicado, porque el verde también es el color del islamismo. En la sociedad, el verde será el color de la transformación positiva.