Vivimos actualmente “tiempos difíciles”, o al menos eso parece, decimos que vivimos momentos complicados porque muchas personas desean trabajar y no encuentran donde. Parece ser que esto es debido a una crisis financiera-especulativa que se produjo por los activo tóxicos, que es algo así como la especulación mas especulativa que se puede realizar en este sistema económico en el que nos encontramos inmersos.
En las grandes bolsas del mundo se subastan al mejor postor macro paquetes de inversiones, pues bien, resulta que en estos años de bonanza se aglutinaban “inversiones fallidas” para crear macro paquetes exponiéndolos a subasta, cuando el inversor adquiría el paquete, sin interesarle que tipo de inversiones contenía, volvía a ponerlo en subasta para revenderlo a un mayor precio, evidentemente y así sucesivamente las veces que se pudiera… ¿Y qué ha ocurrido? Pues que al final alguien tiene que abrir este paquete, con la intención de ver el valor real que posee, y cuando lo abre:
PuuuuuuummmM le explota en las manos, por eso, a los activos tóxicos también se les denomina “paquetes bomba”, porque cuando los abres la verdad te estalla en los ojos, te estalla en tu vida, y este inversor que había avalado otras inversiones con el valor de esta inversión, como todos, ahora no puede responder ante sus avalistas, por lo que a su vez le estalla otra bomba, que a su vez hace que no puedan pagar a los avalistas de los avalistas, estallando otra bomba de otra bomba. Pero estas no son bombas terrorístas, estas son financieras, y aunque dejen a miles de personas sin trabajo, aunque dejen a miles de personas desamparadas (este año se prevé 76.000 embargos de viviendas) solo podemos denominarlas como financieras, especulativas, o económicas.
No somos pocos los que creemos que esta visión no es muy acertada, la crisis, ni es financiera, ni especulativa, ni económica, (además, crisis significa, momento de oportunidades). Todo está controlado, como siempre, por movimientos cíclicos que suben y bajan. Los grandes magnates han jugado una vez más a hacernos creer que eramos ricos en estos tiempos de bonanzas, al mismo tiempo, nuestra paz interior menguaba sin percatarnos o normalizándolo, los que en estos años volaron tan alto, han descubierto que soñaban volar.
¿Y ahora qué?.
El sistema económico (y social) implantado en la mayor parte de nuestro planeta, nos impone la necesidad de crecer. Crecer por encima de todo y crecer a cualquier precio. Nos ha hecho creer que crecimiento es sinónimo de prosperidad, y es mentira.
Para que el sistema funcione debe crecer indefinidamente, aquí está “el kit de la cuestión”. Ahora, nos estamos dando cuenta que nuestro planeta, nuestros recursos naturales son finitos. No se puede crecer indefinidamente cuando nuestros recursos son limitados.
Hasta ahora nuestro sistema, falto de escrúpulos ha esquilmado las reservas naturales, devastado zonas de selva, asesinado indígenas……Hasta ahora hemos estado consumiendo no solo los recursos que corresponden a otras personas condenándolas a la miseria, sino que el sistema es tan voraz que estamos consumiendo los recursos de generaciones futuras.
No se trata de que dejemos un paisaje con más o menos árboles, más o menos animalitos, se trata de que estamos consumiendo su propio sustento.
Pero el sistema entero está en crisis.
Siempre nos queda la reflexión, siempre nos quedará la oportunidad de comprender que esta crisis no es financiera, especulativa o económica, es de valores, de identidad, de humanidad.
Debemos recapacitar sobre nuestras riquezas, los métodos con las que los adquirimos y si ese camino nos conduce realmente a la ansiada felicidad, fin que mueve todos nuestros impulsos.
Quizás indaguemos en que este movimiento que han creado de compro, vendo y revendo solo nos lleva a una cínica ansiedad de creer ser felices.
Ante este panorama, miles de personas hemos llegado a un punto en común: hay que Decrecer.
Teoría del Decrecimiento:
El decrecimiento es una corriente de pensamiento emergente, ante todo social,(aunque también política y económica) favorable a la disminución regular de la producción química con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y su entorno.
La conservación de la naturaleza, no es posible sin reducir la producción económica que es la responsable directa de la reducción de los recursos naturales y la destrucción del medio que le rodea. Actualmente la capacidad de regeneración natural del planeta ha sido desbordada, por ello, cuestionamos la capacidad del modelo de vida moderno para producir “bienestar”. El reto estaría en vivir mejor con menos.
Se propone para ello disminuir el consumo y por lo tanto la producción, respetando el clima, los ecosistemas y las relaciones entre los propios seres humanos, volviendo nuevamente a un estado en el que la naturaleza se pueda volver a auto-regenerar por sí misma.
No debemos pensar en el concepto como algo negativo, todo lo contrario, al igual que cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce. Esta es la idea.
Así comprenderemos que decrecer, es crecer. Pondremos otro ejemplo.
¿Qué necesidad hay de comer tomates en Enero? Ninguna.
Hemos olvidado el placer que da sembrar nuestras propias planteras, esperando el sol de verano, verlas crecer, germinar el fruto, contemplar su maduración, recolectarlo, cortarlo por la mitad y comértelo ahí mismo con unos granitos de sal, en su estación ideal, cuando nuestro cuerpo realmente lo necesita, nada es casual, todo germina cuando lo necesitamos, cuando el resto de animales lo necesitan, la naturaleza está perfectamente coordinada, no debemos pues alterarla, no tiene sentido.
Comernos un tomate en enero supone que gastamos 50 veces más energía en su producción que en julio, que se estén dañando irreversiblemente zonas de alto valor ecológico, que se explote la mano de obra (normalmente inmigrantes indocumentados) para intentar reducir su alto coste de producción, que se generen residuos plásticos e inorgánicos contaminantes, que estamos comiendo una planta modificada genéticamente para que pueda crecer en condiciones artificiales y sea resistente a las plagas, alimentada por productos químicos mediante el riego para asegurar su crecimiento, fumigada con productos altamente tóxicos y cancerígenos para hacerla más resistente a las enfermedades, tratada con potenciadores del sabor (y aún no saben a nada) y del color…………..pero eso si, comemos tomates en enero ¿tiene mucho sentido? No ¿verdad?
Este es uno de tantos ejemplos que podemos ver de decrecimiento en nuestras vidas cotidianas, tan solo pretendíamos llevarnos un poco a la reflexión y recordar aquel dicho que decía, no es más rico quién más tiene, sino quién menos necesita.
Debemos retroceder para vivir mejor. Debemos volver a la senda de la que no debimos alejarnos, la senda de las reglas que determina la naturaleza.
Buenas Dolores,
Evidentemente no podemos volver al estatus quo de la naturaleza en no se qué punto que tu hayas imaginado, pero si podemos, como alego en este artículo «decrecer», esto implicaría una reducción en lo que se ha venido a llamar «huella ecológica». Si conseguimos reducir este fenómeno la naturaleza volverá a «tomar su control» pudiendo volver a autorergularse (volverá a tener su equilibrio). Esto es lo que quería exponer, aunque este equilibrio se creara en un punto distinto del que concebimos o pretendemos.
Desde luego hay que darle voz a los sin voz, pero yo soy mas partidario de tener voz con nuestro propio ejemplo, con nuestro hábitos y costumbres diarias, más que lamentarse y criticar a los demás, sean instituciones, estados, lobbys, politiquillos…
Me da lástima observar el tono que has mantenido en tu comentario al observar que posiblemente trabajes para una institucióncon capacidad de desición y ejecución en temas relacionados con esto, como demoler el Hotel Algarrobico )por decir alguno que todo el mundo conozca).
Espero que no cundas mucho el desencanto.
Salud y esperanza para los que llevan un mundo nuevo en sus corazones! RCVicent
El problema es que en una parte importante del planeta ya no pueden darse lo que tu llamas «reglas de la naturaleza» porque ésta no existe, ha sido sustituida por estructuras de depredación y rapiña que han acabado con ella y así se han consolidado las reglas creadas para el mantenimiento y supervivencia de los depredadores.
La salida es muy dificil porque habría que inventar reglas de juego nuevas donde unos continentes – estados, no primen sobre otros, no tengan privilegios no alcanzables por la mayoría, no veten lo decidido mayoritaramente… las personas, las que hoy no importan a nadie deberían tener voz y capacidad de cambio real… Bueno habría que acabar con parte de lo conocido e inventar un mundo nuevo.