Raúl Solís | El partido filonazi Amanecer Dorado ha desplegado todo su arsenal de odio en el barrio gai de Atenas para informar a los homosexuales de que “sois los siguientes”. La actitud fascista se ha producido justo una semana después de obtener casi el 7 por ciento de votos y 21 diputados en el Parlamento griego. Su empoderamiento democrático ha sacado del armario el lenguaje, militarismo y música de odio de una ideología más peligrosa para la supervivencia de Europa que el déficit o la deuda pública. Sin embargo, ni Merkel ni los gestores políticos de la UE presionan a Grecia para que reduzca el déficit en derechos humanos con la misma diligencia que lo hacen para que los griegos destruyan sus servicios públicos.
Esta inacción de la UE, cuando son los derechos humanos los que tienen deuda pública, no es un hecho aislado. La literatura sobre derechos humanos escrita y firmada en los tratados, directivas o convenios internacionales de la UE no entra en vigor cuando son los homosexuales o transexuales los que padecen el déficit humano.
Muy lejos del respeto a los derechos humanos está Hungría que, en una reciente reforma de su Constitución, encomienda a Dios la familia y queda bloqueado “por antinatural” la legalización de los matrimonios homosexuales; Lituania, donde está en vigor una ley que impide publicaciones o el activismo en favor de la homoafectividad o Irlanda, que consiente que los médicos se puedan negar a informar del estado de salud si la pareja es del mismo sexo e incluso negar el régimen de visitas hospitalarias.
En el mismo sentido excluyente se encuentra la República Checa, al realizar pruebas falométricas a los solicitantes de asilo por orientación sexual o Polonia, que consiguió que la UE permitiera su exclusión de los artículos del Tratado de Lisboa que afectaban directamente al respeto a los derechos humanos de homosexuales y transexuales. Acudir a las manifestaciones del Orgullo LGTB en Eslovaquia, Rumanía o Bulgaria es considerado de alto riesgo, debido a la ira de la ultraderecha que no duda en usar todo su potencial violento contra los manifestantes.
La Carta de Derechos Fundamentales de la UE, en su artículo 21, prohíbe toda discriminación, “en especial por orientación sexual” y vincula jurídicamente a los Veintisiete a construir espacios de dignidad para los seres humanos que habitan Europa. Sin embargo, ni a Merkel ni al presidente de la Comisión Europea (CE), Durao Barroso, les parece tan grave el déficit humano de las personas LGTB griegas como el déficit de sus cuentas públicas.
Es más, la canciller alemana es la responsable política del bloqueo que sufre la Directiva Horizontal contra Múltiples Discriminaciones que aprobó el Parlamento Europeo y que espera que Merkel levante el veto a un texto legislativo de gran utilidad jurídica para poner fin a la indefensión de las personas homosexuales y transexuales en la UE.
El 17 de de mayo, en unos días, celebraremos el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia. La mejor declaración institucional, que podrían consensuar el Parlamento Europeo, la CE y los Veintisiete, sería instar a Grecia a que proceda a la ilegalización de Amanecer Dorado por ser contrario a los valores democráticos sobre los que se sustenta la Unión. Con la misma celeridad y despliegue político que se pone en marcha cuando se trata de amenazar a Grecia para cumpla el objetivo de déficit germánico. Sólo así, la UE demostrará que están tan preocupada por el déficit humano como lo está por la deuda pública y el déficit presupuestario.
Da miedo hasta donde vamos a llegar. Ahora más que nunca hay que recordar la cita del reverendo alemán Martin Niemöller:
Primero vinieron a por los comunistas,
Y yo no hablé porque no era comunista.
Después vinieron a por los judíos,
Y yo no hablé porque no era judío.
Después vinieron a por los católicos,
Y yo no hablé porque era protestante.
Después vinieron a por mí,
Y para entonces, ya no quedaba nadie que hablara por mí.
Excelente.