El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) acaba de publicar la estimación del Producto Interior Bruto (PIB) regional para el año 2009, una de cuyas estimaciones consiste en calcular el PIB nominal por habitante. Los resultados, que apenas han recogido los medios de comunicación, muestran un mapa del Estado caracterizado radicalmente por la desigualdad. Veamos los datos:
a) La media europea (UE-27) se sitúa en 23.600 € por habitante y la media española se encuentra un poco por debajo, 22.886 € por habitante.
b) Cuatro Comunidades están muy por encima de la media europea y española: Cataluña, Navarra, Madrid y País Vasco. Esta última encabeza el ranking con 30.703 € por habitantes. Son las Comunidades del norte de la península más Madrid que sigue recogiendo todas las ventajas de ser la capital del Estado y su sede financiera.
c) Las cinco últimas Comunidades en PIB por habitante son las del sur: Canarias, Murcia, Andalucía, Castilla – La Mancha y Extremadura.
d) Andalucía, en particular, tiene un PIB por habitante en 2009 de 17.485 €. La distancia que nos separa del País Vasco es escandalosa después de 30 años de Estado de las Autonomías.
Sin duda algo está pasando en la dinámica de cohesión territorial del Estado que mantiene abierta la brecha de la desigualdad entre el norte y el sur. Nos corresponde al conjunto de la ciudadanía andaluza y de las Comunidades del sur del Estado, levantar la voz para reivindicar un cambio radical en el modelo territorial, en la financiación autonómica y local, en las inversiones del Estado, en la localización de los centros de poder estratégicos.
Valgan un par de ejemplos. Durante la pasada semana hemos conocido que el presidente del gobierno ha inaugurado en Barcelona el sincrotón Alba que, según los expertos, constituye la mayor y más compleja instalación científica construida en España y que será usada anualmente por más de 1.000 científicos ya que su sistema de aceleración de neutrones permitirá descifrar la estructura atómica y molecular ya sea de las proteínas y virus ya sea de los dispositivos de microelectrónica y nuevos materiales.
Un par de días más tarde, la ministra de ciencia y tecnología confirmaba que uno de los cuatro supercomputadores que formarán parte del proyecto europeo PRACE, repartidos entre Alemania, Francia, Italia y España, se instalará en el Centro Nacional de Supercomputación (BSC) de Barcelona. El proyecto PRACE tiene como finalidad crear una infraestructura paneuropea de informática de alto rendimiento (HPC), indispensables para resolver los problemas científicos y tecnológicos más complejos en todos los ámbitos.
Lo sorprendente (por calificarlo de alguna manera) es, por una parte, la falta de relevancia que los medios de comunicación ha otorgado tanto a la información estadística sobre disparidad territorial de la renta en España como a la concentración de grandes infraestructuras científicas en Cataluña frente al resto de los territorios y particularmente de los más pobres.
Y lo peor es que ni la inteligencia andaluza ni las instituciones autonómicas ni los partidos políticos enlazan nuestra marginación con la falta de centros de poder real, entre los cuales, las grandes infraestructuras científicas son determinantes. Y es que se juntan, al menos dos grandes males: la falta de autonomía política y mental de los partidos que mandan en Andalucía y la decadencia de la política actual que tiende ha convertirse en un subproducto del marketing alejada del conocimiento y la reflexión. Ambas lacras, que están interrelacionadas, tenemos que cambiarlas. Cuanto antes.
Durmiendo con el enemigo o el enemigo en casa.
Lo que ocurre con Andalucia es lo normal,es más,me atrevo a decir que es mejor de lo que quieren pá nosotros.Nunca y digo bién,nunca podremos mejorar,no nos lo permitirían.Andalucía tiene su papel y este es ser granero o generador de materias primas y mano de obra y no se nos ocurra solibiantar este papel.Decir que «los partidos que mandan en Andalucia»,es una ironía y de mal gusto.Son sucursales,joder..Ya está bién o¿qué autonomia tienen?.Amdalucia es nada o menos que nada.30 años de democracia y qué,las propiedades de las tierras no es que hayan quedado igual que en tiempos de María Castaña,sino que ahora está en menos manos y más hectareas y nuestro peso industrial en una Egpaña que nos aborrece(no hablo del ciudadano de a pié) llega a la asombrosa cifra del 2% ahí con dos…Loado seamos.
No hay solución sin ruptura y la ruptura será incendiar las instituciones,la soberanía o una huelga de hambre colectiva o lo más viable desde mi punto de vista:dejar de quejarse y empezar a protestar.
Afortunadamente,por Geografía,estamos en la cara amable,en el lado bueno del mundo.