Mario Ortega / La cláusula que debió superar el pueblo andaluz en el referéndum del año 1980, introducida en la constitución del 78 consecuencia de las movilizaciones del 4D de 1977 que Pablo Iglesias recordó en el debate decisivo del 7D, es una cláusula infame que las y los andaluces derrotamos en las urnas el 28F de 1980.
Como infames son las declaraciones del día 9 en Granada de la presidenta andaluza, Susana Díaz, en relación a la mención del derecho ejercido por Andalucía en 1980 en el citado debate, diciendo «con Andalucía no se juega porque sus ciudadanos salieron a la calle en 1977 para defender su amor profundo a España.»
Andalucía se manifestó para demandar ser como la que más, vinculando nuestra conciencia de pueblo con los derechos y la dignidad de las clases populares. Eso es lo que ocurrió y eso es lo que el PSOE ha enterrado para que el león andaluz dormido no despierte. Pablo Iglesias le tiró al león de las orejas el otro día en el debate decisivo, queriendo o sin querer, con precisión o sin ella, y todos los poderes fácticos de España y de las derechas nacionalistas se han echado a temblar.
Esta es la cláusula puesta en la CE del 78 para que no pudiéramos, pero pudimos:
«CE 151.1 No será preciso dejar transcurrir el plazo de cinco años, a que se refiere el apartado 2 del artículo 148, cuando la iniciativa del proceso autonómico sea acordada dentro del plazo del artículo 143.2 (seis meses), además de por las Diputaciones o los órganos interinsulares correspondientes, por las tres cuartas partes de los municipios de cada una de las provincias afectadas que representen, al menos, la mayoría del censo electoral de cada una de ellas y dicha iniciativa sea ratificada mediante referéndum por el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los electores de cada provincia en los términos que establezca una ley orgánica.»
Despertará el león dormido.
@marioortega