La psicóloga social Dolors Reig explica por qué en España el activismo político a través de las redes sociales no influyó en los resultados electorales.
El activismo político en las redes sociales tuvo un papel clave en la Primavera Árabe, pero los movimientos inspirados en estas revueltas que surgieron en España no lograron influir en los resultados electorales pese a la enorme notoriedad que adquirieron durante los meses previos a las elecciones del 20N.
El 15M logró congregar a miles de personas en las calles, pero los sondeos preelectorales ya advertían sobre lo que acabó ocurriendo: Nada sustancial cambió el 20N. Por qué? Dolors Reig, psicóloga social, cree que en esos momentos el 15M era demasiado reciente y es necesario más tiempo para que nuevas corrientes ideológicas penetren en la conciencia colectiva. Reig se mostró convencida de que el movimiento 15M acabará traduciéndose en las urnas, y para ejemplificar su reflexión se refirió al feminismo “con el tiempo que lleva en marcha aún no ha logrado gran cosa”.
En una conferencia en Barcelona, Reig enmarcó estas revueltas en una nueva sociedad en la que aumenta el poder del individuo gracias a la tecnología, que le permite obtener más información, conectarse y organizarse en comunidades con gran facilidad y rapidez. La psicóloga puso como ejemplo el fin del programa de televisión La Noria, o las disculpas del Rey tras la caza de elefantes en Botswana, dos casos de los que se desprende que las corrientes de opinión surgidas en las redes sociales han tenido la capacidad de cambio también en España.
Reig defendió que vivimos en una sociedad justa que lo manifiesta a través de los medios y canales que tiene disponibles. Actualmente es común, por ejemplo, la difusión de vídeos en los que se aprecian abusos de autoridad por parte de las fuerzas del orden. Esta es una sociedad, dice Reig “que posee valores de los que carecen quienes nos representan“ y se organiza para denunciarlo y cambiarlo.
Las redes sociales no hacen sino canalizar el instinto social de las personas y ampliar su capacidad de realacionarse mediante plataformas que se adaptan a la naturaleza humana. Estos grupos incipientes -como el 15M- están aprovechando las nuevas formas de comunicarse y organizarse empezando a configurar una nueva colectividad en la que según Reig, se está produciendo «una horizontalizacion de las relaciones de poder». La mayor participacion ciudadana que prolifera gracias a la tecnología desemboca en una nueva comunidad, lo que Reig denomina ‘la sociedad aumentada’.