Ayer las y los andaluces de conciencia salieron a la calle en las capitales andaluzas. Buena parte de Andalucía amaneció con un manto blanco de nieve y un aire frío y limpio. La movilización de la calle le aportó el verde de la esperanza.
Tras 33 años, 35 desde aquel 4 de diciembre de 1977, toda la izquierda andaluza, sindicatos de clase, partidos y organizaciones sociales de progreso, decidió convocar a la ciudadanía en defensa de los derechos sociales, contra los recortes y por la dignidad del pueblo andaluz.
En las pasadas elecciones autonómicas del 25M se marcó un punto de inflexión político frente a la deriva neoliberal, Andalucía fue la primera en hacerlo en toda Europa. Ayer, 28 de febrero de 2013, se marcó un punto de inflexión social. Un punto que supone el inicio de una nueva etapa de luchas en las que las y los andaluces deberán ser conscientes de su fuerza para derrotar a la derecha, los mercados financieros y las políticas europeas defendidas por la troika.
Sin entrar en detalles de cifras, destacamos la manifestación de Granada; en proporción a su población, con las calles cubiertas de blanco desde bien temprano, con los autobuses sin funcionar hasta las 11:00 horas, con parte de los accesos a la ciudad cortados o inundados de nieve, y con un frío que calaba el sentido, fue la ciudad más movilizada. Además, como en el resto de capitales andaluzas, salvo Sevilla, no se visibilizó ninguna división entre convocantes.
Esta división a la que aludimos, ocurrió en el lugar de la capitalidad andaluza y, por tanto cobró el carácter aparente de trascendente. Resulta especialmente revelador cómo los medios de comunicación de la derecha, TVE, y los apalancados sobre el neoliberalismos financiero, se han ocupado de destacar la división de convocatorias sevillana, dando más relevancia a esa circunstancia localizada que al carácter andaluz de las movilizaciones.
Estamos sumidos en la política del espectáculo, y el espectáculo logra tapar la defensa de un proyecto de país, Andalucía, anclado sobre los intereses sociales de clase, asunto mucho más relevante, y ahora más que nunca, que cualquier proyecto o estrategia partidista.
Pero lo relevante de este 28 de febrero de 2013 es que en la calle se vuelve a vincular la defensa de los derechos sociales y la igualdad, con la necesidad de más y mejor autogobierno andaluz. Ayer todos los líderes sindicales de la Plataforma Social demandaron del gobierno andaluz más beligerancia contra las políticas recentralizadoras y de recortes y más aplicación de Estatuto de Autonomía, “hemos perdido el miedo, piérdanlo ustedes” les decían a nuestro actual gobierno liderado por Griñán y Valderas.
Las urnas andaluzas hablaron con claridad y dijeron quienes no querían que nos gobernaran, el gobierno andaluz no puede olvidar esto sin alimentar la desconfianza de la base social y electoral que lo eligió, y sin alimentar proyectos de partidos espectáculo. El populismo es un riesgo lo acapare UPyD o la extrema izquierda.
La defensa del bien común en Andalucía está ligada desde su origen a nuestra conciencia de pueblo. Vamos a ello.
¡Viva Andalucía Libre!
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