Raúl Solís | Vanesa tiene 33 años, vive en un barrio periférico de Sevilla con altos niveles de exclusión social, con tres hijos, uno con una enfermedad degenerativa, y trabaja limpiando oficinas. Cobra 500 euros al mes por fregar por encima de sus posibilidades con una contrata que se embolsa más por hora de lo que le pagan a ella. El mes que le toca comprarle a su hijo la medicación tiene que ir a Cáritas a por alimentos porque no le llega para vivir. La casa de Vanesa está repleta de imágenes religiosas de la Semana Santa de Sevilla y ella, cada año cuando se acerca la Semana Santa, se las apaña para no faltar ni una sola tarde a los ensayos con su banda de música a ensayar los toques de corneta que tocarán para acompañar la salida procesional de su cofradía.
Vanesa se hace fotos con el uniforme de la banda y las sube orgullosa a las redes sociales. Para ella, ponerse el traje le recuerda a su infancia, a su padre fallecido, a su hermano que también falleció por el estrago que aún hacen las drogas en los barrios olvidados y, mientras toca su corneta durante la procesión, pasa por su cabeza la película de su vida, de la lucha de su barrio por un colegio, un instituto y hasta un centro social donde reunirse para exigir los derechos que a los barrios periféricos de Andalucía han llegado no hace tanto.
Si le preguntas a Vanesa si es creyente, te dirá que es atea pero muy de la Macarena. El domingo antes del Domingo de Ramos viste a sus tres niños de domingo, como se viste la gente sencilla para las ocasiones importantes, y los lleva a visitar el paso de la Macarena ya listo para procesionar. Vanesa, que es atea, llora ante el paso y sus hijos la miran atónita. De mayores, sus hijos llorarán igual. Vanesa le llora a su vida, a sus recuerdos, a la familia que ya no está y a la felicidad que siente de poder ir con sus hijos un año más a ver a la virgen vestida de domingo.
Gertru milita en Izquierda Unida en la asamblea de su pueblo. Habla perfectamente unos cuantos idiomas, se ha formado, pero el modelo productivo andaluz la tiene castigada trabajando de teleoperadora por un sueldo que no supera los 1.000 euros. Gertru es feminista y en su pueblo ha creado una asociación para que los jóvenes homosexuales y transexuales tengan una vida más feliz que las generaciones pasadas, pero en Semana Santa se pone sus mejores galas y sale a la calle a admirar con fe atea las imágenes religiosas. Se acuerda de su madre, que ya no está, y como a Vanesa le pasa por delante toda una vida de recuerdos. No lo puede explicar, pero ella llora cuando ve pasar delante toda su vida mientras mira a su Cristo. Es su referencia sentimental, forma parte de su identidad y no está dispuesta a renunciar a ella en este mundo globalizado que nos obliga a rechazar lo que nos hace distintos para abrazar un cosmopolitismo que busca desarraigarnos de los símbolos afectivos para hacernos a todos iguales en lo cultural y desiguales en derechos.
Sandra tiene 28 años, nació en el Cerro del Águila, barrio obrero donde Podemos consiguió casi el 30% de los votos en las últimas elecciones generales y el PP obtiene resultados de partido político marginal. El barrio de Sandra tiene una de las hermandades más populares de la Semana Santa de Sevilla, la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, popularmente conocida como la Hermandad del Cerro. Cada Martes Santo, Sandra, que ya no vive en el barrio, vuelve a su barrio y desde el balcón engalanado con telares de seda de su madre, modista, ve salir a su Virgen de los Dolores camino del centro de la ciudad para hacer la Carrera Oficial. Hay gente de los barrios periféricos de Sevilla que no baja nunca al centro de Sevilla, salvo en Semana Santa. Con sillitas de los chinos, sus ropas de domingo y fiambreras para cenar porque la economía no da para meterse en un bar a pedir tapitas como hacen las clases altas de la capital andaluza.
El Martes Santo, el centro de Sevilla huele, habla y viste como la gente sencilla del Cerro de Águila. Por un día, la gente del Cerro es la dueña de una ciudad clasista en la que las clases altas piensan que el centro lo han heredado. A Sandra, feminista y profundamente progresista, se le da un vuelco el corazón cuando ve a su Virgen de los Dolores pasar por delante de la Catedral de Sevilla o por alguna de las calles más señeras de la Semana Santa hispalense. La Virgen de los Dolores no es un símbolo de la Iglesia Católica, para Sandra es su referente emocional, huele a su niñez, a su adolescencia, al primer amor. Sandra se hizo mayor el día que su madre la dejó salir de nazarena. En Andalucía, los adolescentes no se hacen mayores hasta que tienen permiso para salir de nazarenos.
Rocío, onubense y también militante de Podemos, está ahora mismo en El Rocío como cada año acude a ver su virgen, a su romería. Cuando vuelva a su pueblo, Rocío será más atea que nadie, pero sobre su virgen no permite ni que se bromee porque la Virgen del Rocío es su patrimonio emocional, la siente suya. Las imágenes en Andalucía no son muñecos, son símbolos, referencias afectivas y emocionales que atraviesan la identidad, la de la gente sencilla más que la de nadie.
La izquierda andaluza ha permitido que la derecha y la jerarquía eclesiástica, que están profundamente en contra de la heterodoxia y carácter popular de las cofradías, hayan convencido a no poca gente de que la izquierda está en contra de la gente sencilla, que las odia profundamente, por una actitud elitista, de superioridad intelectual en nombre del laicismo. Durante mucho tiempo, la izquierda ha querido ser pueblo pero desprestigiando todo lo que le gusta al pueblo. A la misma Mónica Oltra le cayó lo más grande por afirmar que es fallera y que acude cada año a la ofrenda floral de la Virgen de los Desamparados de Valencia.
Los espacios populares, sean religiosos o no, puede ser progresistas o conservadores, reaccionarios o palanca de cambios sociales y de empoderamiento de la gente sencilla. El gesto del alcalde de Cádiz, de dar una medalla a la patrona de la ciudad –popularmente conocida como ‘La Chary’- tras la recogida de 6.000 firmas en las farmacias, ultramarinos, bares y panaderías de los barrios, es de profunda inteligencia, de profundo conocimiento de los matices emocionales que atraviesan la identidad andaluza de la gente sencilla, es un mensaje que pone tan nerviosos a los Clinton de provincias como a la derecha que había encontrado en la religiosidad popular la manera de escenificar su cercanía a la gente sencilla mientras que con sus actos y leyes la desprecia y empobrece con todas sus ganas.
Hace unos años, cuando la Iglesia Católica pidió a las cofradías españolas que pusieran crespones negros en los pasos en apoyo a las intenciones del PP de derogar la Ley del Aborto, las cofradías andaluzas fueron las únicas que no hicieron caso a la jerarquía eclesiástica y no se posicionaron en contra de la libertad de las mujeres. Rocío, Sandra o Gertru no hubieran tolerado una intromisión a las libertades de las mujeres metiendo por medio a sus referentes emocionales e identitarios. Lejos de ser un error, el alcalde de Cádiz está lanzando un mensaje nítido que hace temblar al PP y también al PSOE: la nueva izquierda andaluza quiere ser pueblo, quiere estar con la gente sencilla también en sus celebraciones populares. Andalucía tiene una manera particular de ser laica y también de ser religiosa, aunque los Clinton de provincias, que dicen defender a la gente sencilla pero desprecian sus fiestas, su manera de entender la vida y todo lo que no concuerde con el laicismo de molde norteño, no se quieran enterar.
Gracias por no publicar mi comentario en el que doy fecha y datos del acuerdo unánime de las cofradias y hermandades de Sevilla en defensa de la vida. es en sentido absolutamente contrario a lo que se dice en este artículo. Pero eso no conviene que se sepa, porque desmonta el discurso.
Hola:
Esta claro que las tradiciones tiene una fuerza notoria, solo tenemos que fijarnos que las fiestas cristianas mas importantes son herederas directas de fiestas paganas anteriores que se cristianizaron, por lo que entiendo que gente atea se pueda emocinar con una celebración cristiana.
Estoy convencido que esas lagrimas y esas emociones se deben mas a vivencias pasadas al recuerdo del abuelo y a la nostalgia de la infancia que a que a nadie se le aparezca la virgen de repente por medio de una figura de madera.
Yo también soy ateo y cuando se acercan las navidades me paso un mes pensando que le voy a poner de comer a mi familia y no es por que por una semana me vuelva creyente es por el recuerdo de mi niñez, por la sonrisa de mi madre comiendo toda la familia junta, que eso vale muchísimo.
Por otro lado esta el darle una medalla a una virgen, lo cual es un error claro. Se salta la separación iglesia y estado. Y ademas en mi opinión devalúa el valor de la medalla, entiendo que una medalla se otorga por los méritos que una persona tiene y si se empiezan a dar a santos deja de tener ese valor para convertirse en un símbolo de otra cosa.
Si el señor alcalde de Cadiz es cristiano, tiene todo el derecho a serlo a ir a misa, a las procesiones, a ser cofrade o a lo que guste, muchos compañer@s mios son cristianos y a mi mientras esten a mi lado de la trinchera que mas me da, pero como alcalde representa a una institucion y esa institucion no debe ser ni cristiana ni musulmana ni atea por que debe representar a tod@s.
Otra cosa es que creo que se le esta dando mas importancia a ese error del que tiene, cuanto cuesta el acto de la medalla pues eh ahí el valor de ese error, que agrupaciones de vecinos de cadid le pidan explicaciones, pues correcto. Q la gente de su alrededor le dia mira tío has metido la pata, por su puesto pero creo que no es una noticia para estar moviéndose tantos días a nivel nacional.
Que se le esta dando mas importancia a esto, que a los imputados del PP casi.
No estoy del todo de acuerdo con el artículo porque el tono del articulista es tan truculento como real, creo, pero es sobre todo ingenuo. Creo que lo que escribe es muy bonito, pero por ahora, y de ahora en adelante, es utópico. La prueba está en los comentarios recibidos. Por un lado se trata la argumentación como «Justificación del desastre» y «desvarío», por otro se habla de «mezclar churras con merinas» y «quizás deberías mirártelo» (si no piensas como yo, le ha faltado escribir); y por otro, en fin, el artículo va de «alimentar la ignorancia» (porque la ignorancia es creer en lo que yo no creo, por eso yo no soy ignorante y sé de qué va la cosa) o, atención, «Y podemos querer disculparla de mil maneras, pero no va a colar», (escalofriante y casi mafiosa frase de advertencia; Kichi, Sr. Alcalde, ya no van a colar tus decisiones si se oponen al anti stablishment, que al final es un nuevo stablishment tan stablishment como el que ya conocíamos). Y esa es la izquierda liberadora que tenemos.
Suena a demagogia total,y no convence,no se puede ser atea y creer aunque sea en un solo santo…ser ateo es no creer en nada…..PURA DEMAGOGIA,no nos tomeis por tontos.
No dudo que haya gente votante de partidos de izquierdas que carguen pasos y llore al paso de la Macarena o del Gran Poder es algo privado de cada uno, pero que tiene que ver eso para que Ayuntamiento, insttucion publica, otorgue una medalla de oro a una Virgen. El laicismo debe ser una de las patas de un estado libre, moderno y avanzado y en entra los reconocimientos a iconos relacionados con las religiones.. Cuando el PP daba una medalla de oro a una virgen se le decia de todo. ¿porque se criticaba al PP por eso y ahora salen defensores de Kichi que ha hecho lo mismo que hacia Teofila? Haceis mal en la defensa numantina del alcalde de Cadiz porque los argumentos son cada vez peores y flaco favor le haceis. Kichi ya que queria dar la medalla que asuma el riesgo y lo reconozca, si es creyente que profese su fe pero no mezcle. Que acesta virgen se le dice La Chary????, jajaja. Ignorancia supina.
«En Andalucía, los adolescentes no se hacen mayores hasta que tienen permiso para salir de nazarenos.»
Soy andaluza. Esto es una majadería.
Si aplicamos esta misma regla de 3, milagrosamente se entiende por qué el PP gana las elecciones siendo un partido corrupto y corrompido.
¿Qué será lo siguiente?
¿Dar un premio a un torero «popular» por lo bien que clava hierros hasta la muerte en un animal?
¿Aplaudir a un monologuista que se base en tópicos sexistas porque son «populares»?
¿Defender el alcoholismo de cerveceros porque su consumo es “popular»?
¿Excusar a un futbolista que como Messi o Cristiano defraudan a hacienda en atención a su carácter de «ídolo popular»?
Viendo a los líderes de “izquierdas” no me extraña que en todas partes triunfe la derecha pese a la corrupción y los recortes.
Tengo una duda. ¿Es texto es real o es de coña? porque me resulta tan triste la justificación del desastre, del desvarío que sólo puedo pensar que es de broma.
Entre otras cosas, esta argumentación podría servir para mil aberraciones más y esto… esto es lo que más me inquieta, que os convirtáis en el nuevo PSOE, en su OTAN No, de entrada, pero luego hasta el fondo.
Me da mucha vergüenza todo esto, pero aún más, justificar en el nombre del pueblo, es algo así como apoderarse de la poca dignidad que tenemos.
Desde la decepción, otro PODEMOS es posible, a la fuerza.
Vaya tontadas ñoñas una detrás de otra. No hay donde cogerlo. Huele a Gusana. Y los que no lo entendemos «somos del norte» y no somos «sencillos»… mira, mira! Lo que hacía el ponemedallaaunpalo del PP es igual que lo que hace el alcalde de Cádiz, así lo pintes de color circe.
Lo que hay que oir.
Metiendo la pata hasta el fondo.
No se puede justificar, lo vendas como lo vendas el Nacionalcatolicismo, el Clasismo y la Injusticia, explicada con muñecos y supersticiones. No. «Podemos» también está por distraer con supercherías al Pueblo manteniendo en la idiocia. Con mi voto, desde luego que no.
Acabo de comprender lo que es populismo. Gracias.
La Semana Santa es cultura popular, poner medallas a las vírgenes y cristos NO. Ahí muere toda comparación entre una cosa y otra, y los intentos por defender lo idefendible.
Por supuesto, claro que sí, conocí a chicos de mi edad que eran pobres de solemnidad había una organización que le daba uniforme, les llevaba de campamento jugaban a guerrillas y desfilaban tambien eran populares. Sólo eran niños lo de la Falange era lo de menos. Os queréis ir ya!!!!
Seguimos mezclando conceptos. Una cosa es el carácter individual de una creencia, qué cada uno conviva con ella como mejor considere, siempre, claro está, que no implique complicaciones o amenazas para los demás. Tampoco veo lógico utilizar como argumento razonable para lo que estamos tratando el hecho de que todas estas personas a las que haces alusión les venga su pasión porque en el pasado tuvieron experiencias asociadas que les resultaron satisfactorias que ahora gustan de rememorar o que les sirve para evadirse. Insisto, que las disfruten todas ellas en su individualidad. Eso es una cosa y otra muy distinta el implicar espacios públicos, de todos -incluso de aquellos que no comparten este tipo de cuestiones- en las particularidades de cada uno, y menos, en estas tan delicadas que para unos suponen algo muy importante mientras que otra gran parte de la población las considera cual cáncer sin freno que mantiene a la población enferma, drogada. Como yo los respeto a ellos a pesar de mi visión sobre su papel en este mundo, pido que ellos me respeten a mí. Y, por supuesto, pido que las instituciones públicas de todos y cada uno de nosotros no entren en este juego en el que, si te decantas de un lado excluyes al otro. Y eso no es que se me haya puesto a mi en la cabeza y pretenda imponerlo. NO. Esto es que quedó establecido en nuestra Constitución, precisamente para acogernos a todos. Supongo que sigue vigente, ¿no?
Lo siento Raúl pero no cuela, nadie critica el sentir religioso del pueblo, pero algunas personas creemos en la laicidad de las instituciones. Por otra parte si esta medida hubiera ocurrido en una institución regida por el PP estoy segura de que muchas que defienden a Kichi lo criticarían.
¿Comulgar con ruedas de molino?
Nos vendes la cultura popular y nos haces tragar que la religión entre en las instituciones. Mezclas churras con merinas. Si no ves la diferencia, quizás deberías mirártelo.
Bueno, pues sigamos alimentando la ignorancia de la que bebe la gran puta de Babilonia. La que después hace y deshace designios mundanos.
Que no, Raúl, que no. Que Kichi lo tenía muy fácil para justificar su negativa y quedar como un rey. Es sabido que él es creyente y algo más, así que podía haber, a su público pesar, hecho de su negativa un sacrificio por imperativo legal en esta España pretendidamente aconfesional.
Hay cálculos que fallan si no se tiene altura de miras, también para ser firme en lo aparentemente impopular, porque lo que aquí te puede dar cuatro votos, allá te puede quitar cuarenta.
Ha sido una cagada tamaño castillo de alguien que no ha tenido que hacer ningún esfuerzo para cometerla. Y podemos querer disculparla de mil maneras, pero no va a colar.