Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
POR RAFAEL A. AGUILAR / CÓRDOBA (Día 03/10/2011)
El Partido Andalucista vuelve a sus orígenes para renovarse. El propósito es apelar a la esencia del andalucismo, al del andalucismo culto e intelectual. Volver a Blas Infante. Volver a pedir tierra y dignidad. Volver al tiempo en el que un notario malagueño con raíces en Coria del Río soñó con tierra para sí y para la humanidad. El liderazgo de Pilar González, que se hizo cargo del partido en 2008, ha sido clave para rescatar la impronta de unas siglas desgastadas por mil batallas y por otras tantas maniobras cainitas. Se acabó el tiempo de los personalismos y llegó el de las ideas.
En Córdoba, González ha hallado a quienes no les faltan. A Antonio Manuel Rodríguez y a Sebastián de la Obra, cabezas de lista de la candidatura andalucista para el Congreso y para el Senado. El binomio Rodríguez-De la Obra es una apuesta segura. Como poco es una apuesta por la transgresión. Una apuesta valiente. Audaz. Hasta divertida.
Porque quien escuche a Sebastián no se aburre. Porque quien lea a Antonio Manuel, sagaz articulista dominical, tiene tarea reflexiva para el séptimo día de la semana. «Estamos haciendo lo que hay que hacer», resumía De la Obra el pasado viernes la misión que le ha encomendado Pilar González, que viene a resumirse en despertar en la conciencia de los ciudadanos la necesidad de que la voz de Andalucía se escuche en los órganos de gobierno nacionales con la misma dignidad que anhelaron los líderes del movimiento regionalista contemporáneos. Como el cordobés José Aumente, sin ir más lejos.
La tarea es difícil. Heroica. El pasado viernes, por ejemplo, los cabeza de lista recogían firmas en los municipios de la provincia con el fin de reunir los avales necesarios para poder presentarse a las elecciones. «Para ejercer los derechos constitucionales, los grandes partidos con el consentimiento de los pequeños que ya tienen representación parlamentaria, me obligan a tener un número de avales previos. Por delante, por encima de los derechos han colocado sus intereses. Esos avales tienen como misión obstaculizar algunos derechos constitucionales », ha escrito Sebastián de la Obra en su perfil de Facebook para resumir su trabajo de artesanos (indignados) de la política para poder presentarse el 20-N.
Avales logrados
Eso sí, ésta es una cuestión ya resuelta. En la fiesta «Colores para la democracia» que celebró ayer el PA en el bulevar de Gran Capitán, reunió los 800 avales necesarios para presentarse a las generales en Córdoba.
Al menos estos dos independientes —ninguno está afiliado al PA— tienen las ideas claras. Lo explica Antonio Manuel Rodríguez. «Estamos defendiendo un andalucismo de vanguardia, global y plural, que aboga por la renovación de la política», resume este profesor de Derecho Civil de la UCO nacido en 1968 y con unas inquietudes intelectuales y ciudadanas acreditadas. Nacido en Almodóvar del Río —sigue viviendo allí—, es miembro fundador de la Federación de Ateneos de Andalucía y ha liderado, entre otras iniciativas, la candidatura de los Moriscos a los premios Príncipe de Asturias y la plataforma por las elecciones propias en Andalucía, que logró reunir más de 35.000 firmas. Músico y compositor, es autor de novelas y poemarios reconocidos por premios de alcance, y ha obtenido el reconocimiento reciente por sus obras de indagación histórica y reflexión intelectual, sobre todo por «La huella morisca. El Al Andalus que llevamos dentro».
Por su parte, Sebastián de la Obra es responsable de la Biblioteca del Parlamento de Andalucía y tiene tras de sí una larga trayectoria en defensa de la población más necesitada: fundó la Asociación de Derechos Humanos de Andalucía a finales de los ochenta y la presidió cuando falleció el sacerdote Diamantino García. De la Obra preside la Asociación Andaluza de Documentalistas y tiene en su currículum el ejercicio de patrono de la Fundación Acoge, pionera en Andalucía en beneficio de los inmigrantes. Además, ha sido adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, propuesto por IU. En Córdoba, De la Obra es conocido por haber funda-do, hace algo más de un lustro, la Casa de Sefarad junto a su esposa, Rosana de Aza. En ella, es bibliotecario.
De la Obra coincide con Rodríguez en la lucha titánica por obtener representación andalucista en Madrid en que «cuanto más difíciles son los tiempos es cuando más falta hacen los compromisos». En ello están Sebastián y Antonio Manuel
