Jesús García López | La sociedad se miraba en ese comportamiento y no se reconocía. Ajenos a sus problemas, aquellos próceres escogían formas y caminos poco ejemplarizantes.
– ¡Como no te portes bien te encierro allí! Se acuño durante tiempo ¿Serían eran peleas de gallos o choques de Aves? Los quince mil que fueron ese año a la vendimia no estaban al tanto. Parece que habían entrado con La ley de la Patada en la puerta, al grito de ¡reválida, reválida!
Y eso que el siglo prometía. Hacía cien años del desastre. Aquel que dio origen al pesimismo finisecular. Se generó entre “sociatas” una ilusión desbordante. Hacían sus primeras primarias. Allí testigo de del Comité de Apoyo Alternativo. Sufriendo el desgaste de una campaña, bajo extrema vigilancia. El “Bunker” no se tomaba en serio aquello. Pero no le quitaba ojo. El trámite consistía en una elección para aspirar a gobernar. El personaje generaba entusiasmo y su proyecto también. Parecía como si las olas de la izquierda planearan de nuevo. Pero el Partido ya había iniciado la travesía hacía otro lado. El guión no figuraba entre los planes de “Los Optimates”. La historia es la de siempre. Lo analiza Parenti: El asesinato de Julio Cesar. A la disidencia se la ilumina de peligrosa subversión. Se abre el telón y en el escenario sobrecoge una tragedia contra La República y la democracia.
Los Tiberio Graco, Clodio o incluso Julio Cesar de antes, son los “podemitas” de ahora. Lo que haya cerca o incluso, los que les den pábulo. Sean escritores, periodistas, activistas, tenderos o diputados en Cortes. Solo una sospecha de que se barrunte algo con ellos, abrirá la caja de los truenos y ha pasado.
El Cancerbero siempre está alerta. Entonces, Dios nunca dijo que no lo fuera. Lo del 98 fue más ambicioso y más sincero, pero les fue relativamente fácil zafarse de ello. Bastaron un par de piedras en el camino. Bueno es que hay primus inter pares. Un acoso calculado. Sembrar alguna sospecha. Esperar errores que llegar llegan. Desde el Parque de Rosales ya se cerraban todas las puertas.
Acusaciones desde dentro y un mediocre debate de investidura. Aunque ante “Aozores” todo se volvía gris, de aprobado regalado. Esa era el país que se estaba desarrollando.
Han debido ver peligros superlativos. Los Círculos están fuera del mundo virtual que ya habían fabricado. Se han visto en el espejo de juventud, atractivo e inteligencia. Sin torpeza, con elocuencia y “pegada”. Alguien se ha anticipado a la estrategia oligarca, con un simple confortable abrazo cual Petra Kelly. Solo entre los dedos del pacto.
Desde el oráculo se lanza el órdago, No bastaron esta vez los cicerones a sueldo de la multinacional. Los “Brutus” de “Los anchos territorios” que ni hacen cosquillas. Una “operatio” nada original. Porque se pierde en miles. Igual de burda, acaba en las escaleras del Senado. Pero hay un problema, la victima no se parece a Cesar. Pero no se han equivocado. De momento es a lo que alcanzan. Quizá han gastado demasiados comodines para ello. Eso los reconcome y no los deja dormir. Les faltan cinco millones e incluso con esto puede que, de momento, pierdan más.
Acoso utilizando viejas estructuras que resultan más implacables. El “pack” de la modernidad y su contradicción permanente se compra en “El Nevada”. Un día por el sufragio y al siguiente: la cooptación por defecto. El minero que sustituye al fontanero dice que se naufraga en el exceso de la directa. Malas influencias de emergentes que contaminan.
Empeorar es posible así que ¡corto y cierra España! El “Valido” no ha sido enganchado a tiempo por la puerta giratoria. Van a tener que limar últimos flecos y algaradas ya inofensivas. Sabedores de que el daño está hecho, solo piensan en el descuento.
Han dejado caer las cuerdas y los títeres y sacan la lengua y una sonrisa burlona a toda pantalla. Un tuit de adolescente inunda la red. Algo así como si señores de la guerra con tanta edad como dinero, en vez de vivir una vejez contemplativa, persisten en su empeño de hacer el mal. A cara descubierta con la seguridad de la victoria, pero van contra la evolución.
Los mosqueteros dispersados en los 90 por un cardenal, lo estuvieron advirtiendo a tanto desmemoriado: – la plebe ya pedía entonces “una electio”. En el juego de la democracia solo vale aceptar el resultado. Aquel jefe fantasma de filas molesto por los gritos bajando la escalera de “Águila”. Conviene os contengáis. Solo un ejemplo.
Después al filo de milenio. 13 años A. P. aproximadamente, fuimos a primarias en las ciudades. Perdimos.
Se borran los detalles pero queda una atmósfera de extremada tensión.. El cerebro, en su inteligencia, lo prefiere dejar atrás mientras articula otro futuro. Esa memoria selectiva, y creativa.
Tiraron al aire sus zapatos negros y guantes blancos en el Carmen de los Mártires, porque nunca tuvieron armas. Después el régimen de zombis nos puso la perpetua. Siguió acrecentándose la brecha entre pobres y ricos y empezaron a ser un problema reconocible en las encuestas. El 15 M los marcó con una cruz para siempre.