El cambio de época: c) EE.UU. y la globalización

 Rafa Rodríguez

1.     EEUU como constructor de la globalización

 La globalización ha implicado un nuevo sistema de relación entre los Estados y los poderes económicos, en el que EE.UU. ocupa la posición central hasta el punto que se podría afirmar que la globalización, lejos de ser el producto de una dinámica espontánea de los mercados, es una creación política de EEUU apoyado en las multinacionales de Wall Street.

 Algunos de los hitos políticos mas importantes en los que EE.UU. ha impulsado la dinámica globalizadora son:

1. La cancelación unilateral de los acuerdos de Bretón Woods con la derogación del patrón oro y el fin de la convertibilidad directa del dólar con respecto al oro (el Nixon Shock de 1971), ^[instaurando un nuevo sistema monetario que, a partir de los años setenta, generalizó un régimen de tipos de cambio flotantes y el sucesivo abandono de los controles de divisas sobre los flujos internacionales de capital, convirtiendo de facto al dólar en la moneda reserva global sin referencia a ningún otro valor.
2. El 1 de mayo de 1975 (May day) EE.UU. permitió la entrada de capital extranjero mediante la abolición de todos los controles de divisas sobre los movimientos de capitales hacia y provenientes de Estados Unidos.
3. La construcción de un nuevo orden transnacional de derechos de propiedad intelectual (Ronda Uruguay 1986 – 1993), que proporciona el monopolio de rentas a las compañías multinacionales.
4. La consolidación ideológica del neoliberalismo anglosajón en la década de los ochenta con los gobiernos de Reagen y Teatcher.

2.     La plena identificación entre EE.UU. y el capitalismo

EEUU ha identificado su propio interés con la globalización, de la que se beneficia económica y políticamente por ser el jugador mas fuerte, ligando su futuro al futuro del capitalismo y la inversa, el futuro del capitalismo es inescindible del liderazgo de EE.UU, al que le proporciona la estructura económica, financiera, militar, tecnológica, ideológica y cultural para insertar en el sistema a agentes y estructuras productivas como una unidad global:

1. El dólar es la moneda reserva mundial que sustenta todo el sistema financiero.
2. El dólar está respaldado materialmente por la capacidad militar de EE.UU. Además, la cobertura militar de EE.UU. a los aliados constituye un factor de dependencia para éstos de primer orden que muchas veces tienen que pagar un elevado precio en forma de concesiones económicas por la protección militar.
3. El control del sistema financiero internacional.
4. El control de las multinacionales mas importantes, a través de las cuales influye en el interior de los Estados.
5. El control de los organismos internacionales tanto institucionales (FMI, BM, etc.) como de los grupos informales (lo distintos G) que son determinantes para la imposición de la austeridad y subsidiaridades competitivas.
6. El dominio tecnológico.
7. La hegemonía del pensamiento neoliberal.
8. El uso de la lengua inglesa como lengua internacional.
9. La hegemonía cultural, sobre todo audiovisual, muy ligada a las innovaciones tecnológicas, y la universalización del inglés.

3.     La importancia del dólar

El dinero es capital móvil, capital líquido, pero es necesario crear y mantener el dinero mediante un sistema político que tenga aceptación global. EE.UU. es el productor y controlador público del dólar como moneda reserva mundial.

EEUU ha asumido el papel estratégico en la diversificación de los riesgos ya que se comporta como el “macroestabilizador global”, lo que facilita que sus cargas financieras sean compartidas internacionalmente.

La FED es “el auténtico banco central del mundo” que suministra la liquidez, sobre todo desde principio de la década de los años 90, ante cada convulsión financiera, sosteniendo no solo la demanda en EE.UU. sino, en última instancia, en todo el mundo y establece los criterios fundamentales para decidir los cambios globales en los tipos de interés.

Ningún otro estado tiene voluntad o capacidad para competir, aunque la Unión Europea y China representan las únicas amenazas potenciales, por lo que, a pesar de la debilidad política de ambas, reciben continuas desestabilizaciones sobre todo cuando sus monedas incrementan su porcentaje como moneda reserva en los distintos bancos centrales.

Un ejemplo es lo que esta pasando con los tipos de interés de EEUU. Toda la economía mundial depende de la decisión política (aunque en apariencia técnica) de que la FED (el banco central de EEUU) suba o no los tipos de interés lo que muestra cómo funciona el sistema: no son los mercados sino el poder político de EEUU el que decide.

4. La situación de ventaja de EE.UU.

Esa posición de máxima jerarquía en el sistema global provoca que las variables económicas en EE.UU. se comporten de forma diferente: el déficit público y privado, a pesar de su volumen, no le causa los mismos costes que al resto de estados, pudiendo multiplicar su base monetaria sin provocar inflación ya que:

1. El déficit público no inquieta a los poderes económicos porque cualitativamente no va para gastos sociales sino para gasto militar y reducción de impuesto a los ricos.
2. El déficit privado constituye una de las bases del estímulo al crecimiento global: los productos importados sirven para suministrar a las empresas inputs de bajo coste (no conlleva devaluación) mientras que las salidas de capital por inversiones directas beneficia a sus empresas multinacionales y atrapa a las élites económicas y a las poblaciones locales porque genera empleo (casi 10 millones de trabajadores en el exterior) y se apoya en un flujo de créditos a corto plazo (al mismo tiempo que recicla los ahorros que recibe), originando una red de intereses compartidos.
3. A pesar del enorme déficit, los inversores siguen acudiendo a EE.UU. por la seguridad que proporciona el dólar y los Bancos Centrales siguen comprando bonos porque les interesa evitar que el dólar caiga demasiado ya que sus economías son dependientes de las exportaciones a EE.UU. por lo que éste puede utilizar los ahorros globales a bajo coste por los bajos tipos de interés.