Francisco Garrido. En el 2005 tuve noticias, a través de Margalida Roselló diputada de Els Vers de las Illes, de que Urdangarin y su real esposa se paseaban por Baleares firmando y forzando convenios escandalosos . Le pregunté la gobierno por el asunto, no me quiso responder acogiéndose a la impunidad de la familia real, presente recurso ante la mesa del congreso , la respuesta fue la misma, Levante un recurso de amparo ante Tribunal Constitucional, ni siquiera lo admitió a trámite sin argumentación alguna. La indefensión era total, la opacidad mayor. El abogado de los verdes que llevaba el recurso ante el TC recibió unos “amables consejos” de un magistrado del Tribunal Supremo el que le sugería que dejara el tema “porque todos los que van contra la casa real terminan mal”. No concreto que era eso de “terminar mal” pero no sonaba muy bien.
A la par que todo esto ocurría Diego López Garrido me realizo diversas llamadas para que retirara cualquier tipo de pregunta con respecto a la Casa Real, y se negó a firmar la solicitud de información por escrito. La bronca que tuvimos fue monumental, no le hice el menos caso y lo mandé a algún lugar poco agradable. La situación era que tanto el PSOE como el gobierno presidido entonces por ZP, como el PP bloqueaban cualquier tipo de investigación con respecto a un asunto muy feo y que ya entonces parecía una caso claro de corrupción política de la Familia Real . En este bloqueo participaban además parte de la alta magistratura y el Trbunal Constitucional del momento.La situación volvió a repetirse cuando me interese por otras “conductas reales” como los convenios con la clínica Ruber o la actitud del campechano monarca cazador de elefantes y de princesas rubias alemanas o cuando mandó a callar, rompiendo todo norma de cortesía diplomática , al presidente venezolano Hugo Chávez. De nuevo silencio, opacidad total y amenazas.
En esto dia se estamos ante las ultimas vistas y conclusiones del caso Noos. Se nos quiere convencer de que todo fue un asunto de cuatro mangantes, un jugador de balonmano vasco y oportunista, una infanta tonta y enamorada y un un rey ausente . Pues no, ni Torres, ni Pepote, ni Undangarin estaban, fueron unos actores mas usados para uno de los “grandes robos” de la Casa Real en España desde hace más cuarenta años y que le han llevado de la nada a ser una de las mayores fortunas del mundo. Y ese ladrocinio político ha sido hecho con el pleno consentimiento y apoyo del PSOE, del PP, de gran parte de la magistratura y de los medios de comunicación .Menos mal que en España quedan jueces como Castro, al que ahora en infame fiscal-defensor trata de criminalizar. Esto que cuento y que digo , lo digo como testimonio de la impunidad con que esta gente ha actuado. No es un asunto de deshonestidad personal de Undargarin o de la Infanta, es un problema político; la impunidad de una instituí ion que es la hernia mas firma del franquismo, ese que un 18 de julio TVE se atreve a ensalzar.