Osama Bin Laden ha sido ejecutado extrajudicialmente -¿pdemos decir asesinado sin mas?- en su refugio de Pakistán por un comando de elite del ejercito norteamericano. La orden ha sido dada por su comandante en jefe el presidente de EE.UU. Barack Obama premio Nobel de la paz, en vísperas de su campaña electoral para la reelección. El cadáver del terrorista ha sido arrojado al mar sin mostrarlo a la prensa ni a nadie recordando los métodos de la dictadura argentina. Hemos de confiar en la palabra del premio Nobel, el Presidente de los EEUU de America Barak Obama.
Nadie va a defender desde posiciones democráticas y respetuosas con los derechos humanos la existencia organizada del terrorismo, ni islamista ni de ningún otro orden.
Por cierto, Osama Bin Laden ha sido un terrorista hoy, pero ayer fue un luchador por la libertad en Afganistán cuando de lo que se trataba era de expulsar a los soviéticos en el contexto de la guerra entre los dos bloques ideológicos y económicos de la época.
Osama Bin Laden fue producto de un contexto histórico en el que el combate contra “nuestros” enemigos estaba plenamente justificado y no le falto la ayuda de la CIA. Sí los errores posteriores de la política expansionista de EEUU en la zona, incluida la propia Arabia saudita, propicio el cambio de estrategia de Bin Laden, fue responsabilidad de los propios americanos. Creado el monstruo este dejo de ser útil cuando este se enfrento a su patrocinador y a aquellos a los que consideró aliados de EEUU. El terrorismo se convierte en el arma de quienes hasta entonces habían sido luchadores y aliados contra un enemigo ideológico que había dejado de existir, la URSS, revolviéndose contra los antiguos aliados que pasan a ser “infieles” y “cruzados” que ocupan con sus ejércitos y bases militares las áreas más “sagradas” de oriente próximo y medio.
Ese terrorismo lo hemos sufrido todos, en nuestro país lo sufrimos en Madrid en los atentados contra los trenes y la estación de Atocha, no solo los americanos en los atentados contra las torres gemelas de Nueva York. Sin embargo en España se les ha juzgado y condenado a los que se ha podido detener, con el Estado de Derecho como garante y en EEUU ni se juzga ni se condena, se tortura y se les mantiene presos en la base de Guantánamo o se les liquida extrajudicialmente en suelo paquistaní como a Osama Bin Laden.
EEUU justifica su ejecución so pretexto de si habría sido posible juzgarlo sin publicidad ¿? De tal manera que el terrorismo internacional yihadista de Al Qaeda habría encontrado un caldo de cultivo excepcional para presionar contra tal posibilidad y “obligar” a ceder con un posible chantaje terrorista.
Se dice que no era posible juzgar a Bin Laden, algo sorprendente, pues seria tanto como reconocer que los EEUU son un país débil, desestructurado, sin capacidad Judicial suficientemente adecuada para juzgar a los criminales. No es así. EEUU es el país más poderoso del planeta y el hecho de no detenerlo vivo y juzgarlo forma parte de una actitud histórica en su lucha contra el terrorismo o cualquier otra forma de gobierno en el mundo que “perjudique” sus intereses estratégicos como gran potencia.
Bin Laden no merece una sola lágrima pero si el respeto como cualquier ser humano a un juicio justo ser juzgado y recibir su condena ajustada a las leyes internacionales. Si en Nuremberg fue posible con los criminales nazis, si en Jerusalén fue posible con Eichmann, si esta siendo posible con los genocidas de las guerras de Yugoeslavia, serbios, Croatas o Kosovares ¿Cómo no va a ser posible que la gran potencia americana una de las cunas de la moderna democracia no lo haya “podido” hacer con el terrorista Bin Laden?
Si en España se ha condenado el terrorismo de Estado, el llamado GAL, si se ha cuestionado con toda la razón la política antiterrorista de los gobiernos de Felipe González ¿Cómo no vamos a condenar con la misma claridad la política antiterrorista de los EEUU aunque quién la protagonice hoy no sea George Bush si no nuestro reputado premio Nobel de la Paz el presidente Barack Hussein Obama? Nadie esta por encima de la Ley y todo es voluntad, decisión humana.