El espanto de Parasceve

Quería ver la luna de Nissan en el Aljarafe pero tuve que quedarme en mi barrio, y en un peregrinar de compras domésticas, acabé en un bar de esquina. Las charlas de sábado están mediatizadas por la información, y así una vecina me habla de mi «partido».A mí ,que soy anarquista, (bien lo sabe Dios, mi madre y mi hermanas). Y por más que le decía que en mi vida no hay ninguna partido , y esgrimiera mi tau franciscana de madera en mi pecho, la vecina prefería imaginarme en una organización política que le amenazara y coartara. Pero yo no estoy ahí ni creo que esa organización exista .. Soy una incendiaria irracional por decreto de la derecha. Todo esto ocurrió porque defendí a los refugiados. Así es, la derecha de este país; tiene argumentos para que abandones al necesitado, para que no te involucres con ellos, mientra se pasean Cristos sangrantes. y yo digo NO.
Digo No ante esta luna de Parasceve, porque precisa de mi garganta, necesita de la delimitación de lo humano que trasciende a lo político. No hija, no, vecina, yo soy anarquista cristiana, no tengo partidos ni iglesias, tengo principios, tengo mi orden personal, incontestable.
Y es por eso que me siento es disposición de bramar de dolor sin color ni banderas, como un ser humano . Deseo bramar por las mañana, cuando soy consciente de que amanecen niños en el barro. Quiero bramar mientras también veo a los Javieres entrar Omnia Sanctorumn con una elegancia sin igual, y bajo la luna de Parasceve, yo bramo.

Bramo cuando el sol despierta a los sin techos y yo, trabajadora del alba, les acompaño en su amanecer; mi tripas braman por ellos y por mí.
Bramo por el dolor de los que no son asistidos, y bramo por la mañana que acontece a las personas, donde se forma la historia.
Bramo de miedo porque el fascismo entra en nuestra vidas, jaleado, alimentado, mecido por los medios de comunicación que viven en la política de mezclar lo correcto con los perverso.. de asco tenso mi cuerpo.

Tengo el alma inquieta por aquellos a las que se quieren medir con un filtro, (cualquiera que sea), su dolor y su necesidad.
Quiero gritar, maullar y morder las almohadas de la noche, las que nos solicitan coherencia para arrullarnos en el sueño.
Quiero gritar a los acontecimientos con una garganta abierta, que no se restringa, que me haga plenamente humana.. y buena (porque quiero ser buena y no voy a parar hasta conseguirlo).
Aún así siento miedo , miedo ala gente que se enciende porque le cuestiones una noche ,una sola puta noche donde murió Cristo a manos de los que no quieren grandes complicaciones en sus lavadas manos. No. no soy tonta . Jesús tampoco . Nos va mal a los dos, es evidente.
Estoy harta.
Me sumerjo en el espanto de Parascesve, en esta luna llena que nos pide cuentas, y las rindo.
Me rindo a mi vergüenza como ser humano, a mi propio bochorno, bajo la luna llena,
Hoy por hoy, Cristo está muerto. Hoy es sábado. Hasta el domingo no resucitará. Pero yo estoy viva.
Estamos solos en este espanto donde sabemos que el sufrimiento humano se alimenta de nuestra desidia y me doy cuenta de que somos soberanos.
Es nuestra reacción la que escribirá la historia.

Mercedes García