Confieso que me gustaría que el Guadalquivir naciera en Almería. No por qué tenga nada contra Jaén, que es un lugar donde trabajo y quiero; sino por qué políticamente me resulta muy atractivo el hecho de que la geografía desmienta a la corona de Castilla y podamos ver a nuestro gran río uniendo, Andalucía desde el oriente al occidente. Podría de esta forma dcir que Andalucía es algo más que una patria; es un río. Que delicia poder ser de una nación que nace en Almería y muere en Cádiz. Ser no de nuestra tierra, sino de nuestra agua.
Pero para este sueño húmedo no tengo razones sino motivos. No tengo pruebas sino deseos. Ningún argumento empírico me respalda. Y los únicos motivos que me impulsan son mis propios deseos. Total un círculo estéticamente virtuoso pero científicamente vicioso. Y no tengo argumentos, ni pruebas no por qué estas no existan sino por qué yo , en mi ignorancia sobre la materia, las desconozco. Al fin y al cabo el nacimiento del Guadalquivir no es un asunto ni estético, ni ético, ni político sino científico y como tal debe ser abordado y discutido.
Por esto sorprende el debate entre el PSOE de Almería y el de Jaén sobre el origen del rio grande andaluz. La Junta de Andalucía asiste sorprendida a la polémica y hace lo que debe hacer: remitir a la ciencia. Pero la presión y el circo mediático ya se han puesto en marcha y asistimos a un cúmulo de informaciones en clave de confrontación interprovincial. Pues bien, los medios han metido en liza a los “expertos científicos “(geógrafo. geólogos, arqueólogos, historiadores ) de las dos universidades ( Almería y Jaén). ¿Resultado?.No hay consenso en la comunidad científica de estas dos universidades. Hasta aquí todo normal, la ciencia no es un conjunto de dogmas y el conflicto, la contrastación y la falsación deben ser permanentes. Lo asombroso es que todos los expertos de la universidad de Jaén, ,¡todos¡; afirman que el Guadalquivir nace en la provincia de Jaén. Y todos, ¡todos¡; los expertos de la universidad de Almería piensas que el río grande nace en su provincia. Esto es al menos, lo que dicen las consultas efectuadas por los medios de comunicación como el diario El País en su edición andaluza del pasado 25 de abril. Puede que haya algún honorable y sensato disidente pero de momento no se ha manifestado (no quiero ni pensar la que le puede acer si sale del armario).
La ciencia de esto expertos provoca una convergencia epistemológica en virtud del lugar desde donde se realicen los análisis. Veras tú que al final el hallazgo científico no va a ser geográfico sino metodológico, a saber: la existencia de dos epistemes diferenciadas en las universidades de Jaén y de Almería. Que ciencia será esa que produce análisis tan homogéneos en virtud de quien sea el organismo al que están adscritos los investigadores.
Decía Kant que todo individuo en el que siempre coincidan sus principios morales y sus intereses era sospechoso de no tener moral. De igual manera todo científico al que sus tesis coincidan siempre con sus intereses (o con los intereses de quien le paga) es también sospechoso de no tener ni tesis, ni ciencia sino opiniones e intereses. El espectáculo que están dando las dos universidades, del cual me siendo en parte responsable,, es deplorable y suponen un daño al prestigio y la credibilidad de la ciencia . La ética científica es una ética que debe tener un compromiso básico con la verdad, que se asienta en criterios de validez universal e indisponible.
La ciencia es incompatible con el nacionalismo (y no digamos con el localismo) cognitivo o moral. ¿Pero es esta polémica un caso sólo de localismo estúpido? Creo que no, más bien pienso que se trata de una expresión nueva de competencia de mercado entre dos empresas -universidad por el control de una mercancía de marca ( “nacimiento del Guadalquivir)- Yo no se donde nace el Guadalquivir, si se donde a mi me gustaría que naciera,, ya lo he dicho. Pero esto ahora no es lo más importante, sino la entrada de la universidad en el mercado de las opiniones deliberadamente infundadas, en el show mediático del agonismo tan programado como irracional. ¿Será este uno de los modelos de acercamiento entre universidad v mercado que propone Bolonia?.
Tampoco se trata de que las partes den su veredicto por separado porque así jamás habrá acuerdo por los motivos expuestos. Lo que procede, pienso, es que se junten ambas formaciones, más una tercera, neutral, que analicen científica y técnicamente el asunto, lo argumenten, lo discutan seriamente y, después, que lleguen a una conclusión razonada para poder determinar dónde está la realidad del asunto.
Lo bueno de todo esto es que determinen lo que determinen, el río jamás dejará de ser lo que es: un río de todos los andaluces y eso es lo fundamental.