El partido nacionalista escocés, el SNP, consiguió 69 escaños de los 129 que conforman el Parlamento de Holyrood, justo para gobernar en mayoría. Los escaños que ha ganado el SNP, 23, han sido a costa del laborismo, formación que ha perdido siete, algunos en sus manos desde la formación del Parlamento en 1999, y de los lib-dem, que perdieron 12. El líder laborista escocés, Ian Gray, mantuvo su escaño por tan solo 151 votos. Ayer anunció que dimitirá de su cargo en otoño, tras aceptar que el laborismo ha cosechado su peor resultado en Escocia en ochenta años.
El Partido Nacional Escocés (SNP) liderado por Alex Salmond ha alcanzado una histórica victoria en las elecciones autonómicas celebradas el jueves en Escocia, al ganar por mayoría absoluta en el Parlamento de Holyrood. Por primera vez desde que se constituyó la Asamblea escocesa en 1999, un partido ha logrado la mayoría, en este caso el SNP, que se impuso con holgura a sus principales contrincantes, los laboristas y los liberaldemócratas.
Los principales damnificados en Escocia han sido los laboristas, que han perdido algunos de sus feudos, en Glasgow y en general el oeste de Escocia, y los liberaldemócratas, que ha sufrido un verdadero descalabro como castigo por su vínculo con los conservadores en el Gobierno central.
El primer ministro británico, el tory David Cameron, ha felicitado al líder del SNP por su espectacular victoria, como también lo hizo su colega del Partido Laborista escocés, Iain Gray, que ha prometido trabajar con el nuevo Gobierno para «crear empleo y combatir el paro».
Salmond, primer ministro de Escocia desde su victoria en el 2007, reedita su mandato de cinco años, periodo en el cuál se comprometió durante la campaña a convocar un plebiscito en el que se pregunte a los escoceses si quieren gobernarse con independencia.
En todo caso, Salmond ha moderado últimamente su discurso independentista, y en un manifiesto lanzado por su partido hace algunas semanas centraba sus propuestas políticas en las posibles salidas a la crisis económica.
El Partido Nacional Escocés se ha comprometido a congelar los impuestos municipales hasta 2016 y a reformar el sistema energético con el objetivo de que, en una década, toda la energía consumida en Escocia provenga de fuentes renovables.
Otro de los factores decisivos de la victoria es la figura de Alex Salmond. El líder del SNP, partido que se define como «pro independentista moderada de centro izquierda», es, según el diputado Stewart Hosie, una gran carta ‘por el partido. Salmond siempre ha liderado todas las encuestas de popularidad, y los escoceses lo ven como el único líder capaz de negociar con Londres para defender los intereses de Escocia en este momento de fuertes recortes presupuestarios.