Ahora que tantos discursos idealistas se vierten sobre el islam y las religiones, bueno es conocer estudios empíricos que demuestran la naturaleza evolutiva de las mismas, como construcciones sociales vinculadas al ejercicio del poder político. Este post, publicado en la Nueva Ilustración Evolucionista resumen un estudio muy esclarecedor . F:Garrido.
La creencia en agentes supernaturales y prácticas religiosas de algún tipo ocurren en todas las culturas humanas y la universalidad de la religión sugiere un pasado evolucionista muy profundo. Teorías acerca del origen de la religión hay miles pero en las últimas décadas al tomar como base la teoría evolucionista nos hemos ido acercando a un enfoque más empírico en el que se pueden proponer y testar las hipótesis. Diversos psicólogos evolucionistas han identificado sesgos cognitivos que nos permiten aceptar los conceptos contraintuitivos de la religión así como entender que promueve la cooperación y la cohesión grupal. También se ha señalado cómo los grandes dioses permiten la prosocialidad y promueven el crecimiento y la estabilidad de las sociedades.
Pero, ¿cuáles fueron las características de las religiones más tempranas y cuál fue la secuencia en la que las diferentes características fueron apareciendo a lo largo de la historia? Esto es lo que trata de averiguar un estudio reciente que ha estudiado las religiones de 33 pueblos de cazadores recolectores (Fig 1), tras hacer un árbol filogenético de los pueblos que las sustentan lo que permite saber cuáles fueron las creencias más antiguas y cómo han ido evolucionando.
Las características que han estudiado y sus definiciones son las siguientes:
Animismo: la creencia de que todas las cosas “naturales” como plantas, animales o incluso fenómenos como el trueno, tienen intencionalidad (una fuerza vital) y pueden tener una influencia en las vidas humanas.
Creencia en otra vida: creencia en la supervivencia de la personalidad individual más allá de la muerte.
Chamanismo: presencia en la sociedad de un chamán (hombre o mujer) un intercesor reconocido socialmente, un curador y solucionado de problemas. Los chamanes a menudo usan su poder sobre los espíritus buenos durante actuaciones que suelen implicar un estado alterado de conciencia.
Culto a los antepasados: es la creencia de que los espíritus de los familiares muertos siguen activos en otro ámbito desde el que pueden influenciar a los vivos y pueden ser influenciados por los vivos.
Grandes dioses (High gods): deidades únicas todopoderosas y creadoras que actúan sobre los asuntos humanos y soportan la moralidad. Habría cuatro grados: 1) ausentes 2) presentes pero inactivos en asuntos humanos 3) activos en asuntos humanos pero no apoyan una agenda moral 4) actos y castigan moralmente.
Los resultados los tenéis en la Figura 2. El animismo es la característica religiosa más temprana y más básica (el último ancestro común de todos los cazadores recolectores era animista) porque es la que permite al ser humano pensar en términos de agentes sobrenaturales o espíritus. El animismo no es una religión o filosofía sino una característica de la mente humana, un subproducto de la capacidad humana de detectar intencionalidad, del mecanismos llamado Teoría de la Mente. Este rasgo cognitivo nos permite atribuir una fuerza vital a elementos animados e inanimados del ambiente y una vez que se le atribuye fuerza vital atribuirle otras características humanas es cuestión de tiempo. Estas creencias animistas son adaptativas en los ambientes en los que vivieron y viven los cazadores recolectores y el pensamiento animista habría estado presente en los primeros homininos casi con toda seguridad antes incluso de que hubiera lenguaje.
Según el estudio, el animismo es universal y es anterior a la emergencia de creencias en la otra vida. Una vez que hay un pensamiento animista en la sociedad aparecería un interés por saber dónde están los espíritus de los muertos y eso llevaría de manera razonablemente lógica a suponer que hay un ámbito aparte donde viven los espíritus de los muertos. La otra vida puede ser un continuación a modo de recompensa de la vida terrena o un infierno para castigar a los que rompen las normas. La creencia en la otra vida puede haber generado una sensación de “ser observado” por los espíritus de los muertos dando lugar a normas arcaicas concretadas en el rol y la figura del chamán.
El chamanismo correlaciona con la creencia en la otra vida, que emergió primero. El chamanismo evolucionó en presencia de la creencia en el “reino” de los espíritus de los muertos. Si se pierde la creencia en la otra vida se suele perder el chamanismo. La única excepción es el pueblo Slave que tiene chamanismo sin creencia en la otra vida. El chamanismo no es una religión en sí misma sino un conjunto de creencias y costumbres que se centran en la comunicación con los espíritus ancestrales. Los chamanes son curadores, encargados de los rituales y miembros influyentes de la sociedad que ayudan a resolver problemas sociales, una especies de líderes espirituales y trabajadores sociales a la vez.
El chamanismo, a su vez, precedería y es más básico que el culto a los antepasados. Menos de la mitad de las sociedades estudiadas creen que los familiares muertos pueden influenciar a los vivos. El culto a los antepasados es una forma importante de control y de cohesión social así como un medio para mantener el control del poder por los sucesores así como la propiedad. Los Grandes dioses (high gods) no fueron por tanto las primera entidades en monitorizar la moralidad sino que habría sido el chamán por medio de las tradiciones apoyadas por los ancestros muertos .Los espíritus de algunos de estos ancestros también podían encargarse de castigar.
La creencia en los Grandes dioses, por último, sería un fenómeno aparte o independiente en la evolución de la religión de los cazadores recolectores, que no tenían mucha necesidad de grandes dioses dadas sus sociedades más igualitarias. La excepción podrían ser la sociedades de cazadores recolectores más complejas cuyos líderes necesitaran de algún poder coercitivo para sostener algún esfuerzo colectivo importante. Existen grandes dioses en 39% de la muestra y grandes dioses que son activos sólo en el 15%. La evolución de los grandes dioses no correlaciona con ninguna de las otras características religiosas lo que sugiere que si una sociedad adquiere la creencia en un dios creador omnisciente y castigador moralmente lo hará sin ninguna relación con los otros aspectos previos de la religión, sino más bien como un reflejo de su estructura social y política.
@pitiklinov
Referencia:
*Publicado originalmente en el Blog La nueva Ilustración Evolucionista,