El Tribunal Constitucional contra Andalucía: ¡Guadalquivir andaluz siempre¡

Ocurre a veces que el Derecho en vez de servir al sentido común y a la convivencia sigue una lógica interna divorciada de la realidad que ofende al sentido común y atenta contra la convivencia. Este Tribunal Constitucional, ya de por sí muy deslegitimado porque no se ha renovado conforme prescribe la propia Constitución, vuelve a dictar un fallo alineado con el neocentralismo que no se identifica con el espíritu federal de la misma.

¿Quién en su sano juicio puede negar el carácter andaluz del Guadalquivir?. Es mas, no se puede entender Andalucía sin su río. Nuestra cultura nació en torno al río, como las grandes civilizaciones mediterráneas. La defensa de la tierra es inseparable de la defensa de su memoria.

Es cierto que menos de un 3% de la cuenca no pertenece a Andalucía sino a las Comunidades limítrofes, aunque se trata de espacios que ni siquiera contienen cauces estables de afluentes, por lo que hubiese bastado garantizar la presencia efectiva de los órganos de gobierno de esas Comunidades en la gestión de la Cuenca Hidrográfica de forma que sus intereses estuviesen siempre garantizados.

Sin embargo, el tribunal Constitucional ha convertido la excepción (el 3%) en la regla general (el 97%). Los andalucistas ya denunciamos esta amenaza y fuimos los únicos que nos manifestamos de forma preventiva. Pero el bipartidismo que ahoga Andalucía miró para otro lado y no quiso poner remedio llegando, por ejemplo, a acuerdos con la Junta de Extremadura antes de que se dictase la sentencia.

Es la hora de que Andalucía levante su voz. Si dejamos que este fallo se convierta en algo secundario que solo interesa a la clase política le estaremos dando la razón a los que quieren acabar con el Estado de las Autonomías, que son los mismos que defienden el desmantelamiento del estado del Bienestar, la energía nuclear o la estigmatización de los emigrantes. Y esa voz tiene que ser plural, representativa de toda la sociedad. La voz de la mayoría de los agricultores y de los ecologistas, de los trabajadores y de los parados, de las mujeres y de los hombres, de los intelectuales y de los artistas.

El Partido Andalucista ha propuesta una salida ajustada a Derecho y al espíritu del Título VIII de la Constitución tal como se ha ido desarrollando guiado por la voluntad popular expresada en los distintos referéndum y espacialmente en el singular referéndum del 28 de febrero de 1980.

Proponemos:

1. Que el Parlamento andaluz, por unanimidad, solicite a las Cortes Generales la promulgación de una Ley Orgánica que, de acuerdo con el artículo 150.2 de la Constitución Española transfiera a Andalucía la titularidad de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir.
2. La participación en los órganos de Dirección de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de las Comunidades Autónomas limítrofes, Murcia, Castilla La Mancha y Extremadura, mediante la firma de los correspondientes convenios previsto en el artículo 145.2 de la Constitución y 226 del Estatuto de Autonomía para Andalucía, con la autorización de las Cortes Generales.

Para tales fines, el es urgente la reunión del Parlamento de Andalucía en defensa la Autonomía y que las organizaciones sindicales, agrarias, de regantes, ecologistas, sociales y culturales organicen un frente común en defensa del Río Guadalquivir como consustancial a nuestra autonomía y como eje de todas las políticas de progreso, bienestar y ecológicas de nuestra tierra.

En el Preámbulo del propio Estatuto de Autonomía se señala que “el río Guadalquivir vertebrar y articula gran parte del territorio andaluz”. Hoy el Tribunal Constitucional ha pretendido desvertebrar y desarticular Andalucía y con ello la lectura federal e igualitaria de la organización territorial del Estado. No lo vamos a consentir.