Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
Rafa Rodríguez
La crisis que comenzó con el no francés y holandés en los referéndums sobre la Constitución europea ha culminado con el Brexit. El Reino Unido (RU) tenía el mejor acuerdo posible. Nunca había estado del todo en la UE, nunca iba a entrar en el euro, tenía su propia divisa y un sector financiero gigantesco, pero decidió convocar un referéndum cargado de demagogia y falsa información y el resultado fue que ganó el Brexit. La retirada del Reino Unido de la Unión Europea se materializará en principio, y tras haberse acordado una nueva prórroga, el 31 de octubre de 2019, por lo que concurrirá a las elecciones europeas de mayo con 73 escaños sobre el total de 751. Farage, ex líder de UKIP, la ultraderecha del RU, ha organizado un nuevo partido, el Partido del Brexit, al que las encuestas le dan el triunfo en las elecciones europeas en el RU
Por otro, tenemos la amenaza de la ultraderecha. Bannon trabaja para llevar a los enemigos del europeísmo al poder en Bruselas porque la Europa que le interesa a la administración norteamericana es una Europa hecha añicos. La ultraderecha gobierna en muchos Estados del este, del centro, del norte de Europa y en Italia. Macrón está debilitado por la revuelta de los chalecos amarillos y Marine Le Pen incluso aparece como ganadora en algunas encuestas. Merkel ha cedido la candidatura a la cancillería alemana en condiciones de extrema debilidad; Salvini está crecido y sigue haciendo gala de su xenofobia con la inmigración. En España, la irrupción de VOX en las elecciones generales refuerza los planes de Trump y las élites económicas globales contra la UE. No es alarmismo decir que la Unión Europea está en peligro.
Sin embargo, el Brexit, Tump y la amenaza de la ultraderecha que éste apadrina pueden ser, paradójicamente, el pegamento que la UE necesitaba.
El Brexit no es solo la salida de un Estado importante es también la salida del Estado que lideraba un concepto muy restrictivo de la UE, básicamente la de los que entienden a la UE como un acuerdo entre Estados para garantizar un mercado común de obediencia neoliberal y que, por lo tanto, no aceptaban el Euro.
La consecuencia de la salida del RU, en el plano estratégico, es el debilitamiento de los Estados que no forman parte del Euro porque su presencia era hasta ahora eran el obstáculo mayor que impedía que la zona euro. Fuera avanzando hacia coincidir con las instituciones europeas.
Los ataques directos de Trump están provocando una reacción, incluso de Alemania, de afirmación de la autonomía de la UE frente a EE.UU. Estos ataques Europa están teniendo su en estos días su concreción en las amenazas a las empresas que operan en Cuba con posibles sanciones extraterritoriales. Es un aviso más de que la Unión Europa necesita independizarse por completo de EE.UU. en todos los planos, también en materia de defensa. La OTAN siempre ha sido un problema, pero ahora lo es aún más tras la ruptura de confianza con EEUU. Es más, actualmente no ha jugado ningún papel excepto uno muy negativo en la crisis de los refugiados.
La victoria de la izquierda en las elecciones generales de España del pasado 28 de mayo puede ser la señal de un nuevo ciclo que acabe con la ofensiva reaccionaria. Por eso, hay que trabajar por una nueva coalición progresista que sea capaz de cambiar la actual orientación errática de una Europa gestionada por los conservadores a la medida de las élites económicas y financieras: una alianza de todas las formaciones proeuropeas, de izquierdas y ecologistas.
(*) Imagen del pintor José María Sicilia (serie de artistas plásticos europeos contemporáneos)
