Manuela Martínez | Al verlos tan contentos, una se pregunta con tremenda indignación ¿de qué se ríen? Alguien con vergüenza y dignidad no encontraría motivos, más bien al contrario, salvo que estos grandes líderes europeos sean unos sádicos y disfruten con el sufrimiento ajeno que sus políticas está provocando.
Mientras ellos ríen y se divierten, decenas de miles de seres humanos se juegan la vida para entrar en Europa. Una Europa que ellos creían un espacio de democracia y libertad y que, en lugar de respetar sus derechos como refugiados, los reprime, los expulsa o, simplemente, los abandona a su suerte sin preocuparse qué destino les espera ahora que el frío y la lluvia aprietan.
Frente a su risa, hemos visto imágenes tan sobrecogedoras que no necesitan palabras.
Pero hay imágenes y palabras que describen con crudeza “necesaria” lo que está pasando con los refugiados en Europa. Para recordarnos que el drama está ahí. Que esos líderes tan felices no han sido capaces de resolver nada. Que es necesario seguir apoyando a las ONGs que están actuando sobre el terreno, haciendo lo que pueden y con pocos medios, avergonzando con su activismo solidario a esos grandes líderes incapaces de ponerse de acuerdo para hacer aquello que deberían hacer: acogerles. Es una cuestión de humanidad, más allá de que estén obligados a acatar la legislación europea o los convenios internacionales que en su día ratificaron.
Cuando su credibilidad está por los suelos por su nefasta gestión de la crisis, cuando la ciudadanía europea se avergüenza de su inoperancia, del racismo y la xenofobia que destilan algunos de sus discursos, y de la desvergüenza con la que pretenden “pagar” a Turquía para quitarse el problema de encima, los populares europeos deciden montar una fiesta en Madrid para arropar al peor presidente de la democracia española, el señor Rajoy. El de las concertinas, las vallas de Melilla, las devoluciones en caliente, los CIEs, la exclusión sanitaria a los sin papeles… El que, en definitiva, vota en Bruselas contra la acogida de refugiados, alineándose con sus colegas populares de extrema derecha. Como el presidente de Hungría, sin ir más lejos. Muy aplaudido tras su discurso en la cita de Madrid.
Y para más inri, van y lo jalean como el presidente del millón de empleos ¡Ahí es nada!.
Se ve que están preocupados ante la posibilidad de perder a uno de los aliados que mejor ha implementado las recetas conservadoras diseñadas por la Troika, y han decidido venir a apoyar a Rajoy para asegurar su victoria en las elecciones del 20-D.
Para confundir a la ciudadanía, venden un discurso triunfalista con el que pretenden camuflar los destrozos al Estado de Bienestar y los recortes de derechos sociales y laborales, en definitiva, el austericidio y el sacrificio estéril de la mayoría de la sociedad que ha propiciado su política económica. Ellos lo llaman seriedad, responsabilidad, sentido común, orden y estabilidad.
Hablan de sus éxitos, incorporando el discurso del miedo si ellos no llegan a ganar las elecciones, presentando como amenaza el triunfo electoral de quienes defienden las alternativas que plantean los partidos de la oposición.
Y mientras ríen con desvergüenza y ensalzan los méritos de Rajoy, en España, la población en riesgo de pobreza alcanza su máximo histórico en los años de crisis, 13,6 millones de personas; la reforma laboral de 2012 ha deteriorado las condiciones laborales y devaluado escandalosamente los salarios, ha promovido la creación de empleo de baja calidad, temporal y a tiempo parcial involuntario; el paro ha descendido, pero obedece a la reducción de la población activa, no a la creación de empleo neto, de hecho, el empleo ha caído en más de 100.000 personas; el paro de larga duración y el número de hogares en los que no entra ningún ingreso no dejan de crecer…
En definitiva, hay datos objetivos que ofrecen un panorama desolador. Pobreza, desigualdad, exilio económico, precariedad laboral, desempleo de larga duración, bajos salarios, desprotección social,… ese y no otro es el balance de los 4 años de Rajoy en la Moncloa.
@Manuela_MJ