Francisco Garrido.
Detrás de la posición que se opone frontalmente al derecho a decidir de Cataluña, subyacen cinco supuestos, no explicitados sino de forma indirecta, que son imprescindibles de conocer y explicitar para que el debate sea lo más racional y razonable posible. ¿Cuáles son esos supuestos?
- Piensan que ganaría el sí a la independencia
- Piensan que es inaceptable ir a una consulta que ellos puedan perder.
- Piensan que el referéndum sienta un precedente que otras comunidades podrían usar.
- Piensan que el no secesionismo está unido indisociablemente con el centralismo.
- Piensan que Cataluña sostienen económicamente a España y por lo tanto su separación tendría un coste irreparable,
Estos cinco prejuicios son una combinación entre errores (materiales y formales) e ilegitimidad política; entre predicciones incorrectas o contradictorias y enunciados normativos inaceptables. Los supuestos 1, 4 y 5 son falsos; ni el resultado del referéndum esta dado, ni la única alternativa al secesionismo es el centralismo, ni Cataluña sostiene a España. Es mas, el supuesto 5 acaba dando la razón a quienes se le pretende negar toda racionalidad, pues eso mismo es lo que piensan los secesionistas catalanes, que España vive de ellos, con lo cual se le está dando munición gratuita al que previamente se ha prefigurado como el “enemigo número uno”. Demasiadas contradicciones, esto no debe ser bueno para el colesterol.
Los supuestos 2 y 3 son simplemente inaceptables pues convierten los presupuestos predictivos o descriptivos empíricos en presupuestos normativos. Dentro de cualquier lógica democrática, por muy de mínimos que se trate, ninguna consulta puede depender de las previsiones sobre los resultados favorables de la misma. No vale diseñar unas reglas de un juego donde nunca puedo perder. No vale jugar con una baraja marcada para que siempre gane la banca. Igualmente ocurre con el precedente ¿y que pasa si otros quieren también ejerce el procedimiento democrático como es el referéndum?
Lo cierto es que los errores que contienen los presupuestos 1 y 4 están motivados , no por déficit de información o marcos de comprensión fallidos sino por dos distorsiones ideológicas: el déficit democrático y el centralismo. El déficit democrático hace imposible comprender las reglas del juego democrático y asumir la contingencia imprevisible de los resultados. El centralismo tienen la misma raíz ideológica; el miedo a la diversidad y a la libertad, la negación de la igualdad.
Saben que el centralísimo es débil y muy vulnerable mientras que el federalismo, que necesita la democracia de manera imprescindible, es fuerte. ¿Porqué entonces no optan por el federalismo si es el mejor antídoto al secesionismo que tanto detestan? Porque España no es para ellos el nombre de una comunidad política de iguales cuya ruptura temen, sino el nombre que le han puesto a su cortijo.