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España: medalla de oro en destucción de empleo

José Antonio Pino | La crisis económica mundial, provocada por la especulación financiera “ultraneoliberal”,- esa que llamaban la “economía global” y que no necesitaba regulaciones-,  ha generado una crisis económica en España y en Europa que no tiene parangón histórico en las cifras del desempleo

 Ni en la crisis  del petróleo de los 70, ni con la crisis de la reconversión industrial de mediados de los 80, ni con la crisis postExpo-Olimpiada del 93-94.

 Y la ha provocado porque, al colapso generado por la especulación financiera mundial (que tuvo su plasmación gráfica en el hundimiento de Lehman Brothers con las hipotecas subprime), se le añade el peso que en nuestro sistema productivo han tenido el ladrillo y el consumo interno basado en una hipertrofia del crédito barato.

 La crisis es la misma para todos los países del euro, y no en todos los territorios ha tenido el mismo impacto en cuanto al empleo, en cuanto a la pérdida de rentas, en cuanto a los desahucios y en cuanto a los recortes sociales y de derechos.

 El Estado español y el modelo económico imperante han sido capaces de destruir 3.9 millones de empleos, entre el 3º trimestre de 2007 y el 2º trimestre de 2012.

 Un verdadero record.

 Hemos pasado de tener un 8.55 % de parados en 2007, al 24,60 %  en Junio de 2012, es decir 5.693.100 personas paradas. 

 

La comparación con Europa.

  En el medallero de honor de la destrucción de empleo europeo podemos ver ya el comportamiento de las distintas economías, que serán todo lo global que queramos pero que tiene unos componentes distintos y unas consecuencias distintas.

 España, medalla de oro, con un aumento de 16 puntos de aumento del paro, en menos de 5 años.

 Medalla de plata, Grecia, que ha pasado del 8,20 al 23,10 %, con un aumento de 15 puntos

 Medalla de bronce, Irlanda, que ha pasado del 4,50,casi un paro denominado técnico- a un 14,60, con un aumento de 10,1 puntos.

 En los puestos de finalistas están: Lituania, con un aumento del paro de 9,4 puntos; Letonia, con un aumento de 9,1 puntos; Croacia, con un 8,2 puntos de destrucción de empleo; Chipre, 7 puntos y Portugal, con un aumento del paro de 6,40 puntos, hasta alcanzar el 15,20 % de la población activa.

 Durante este periodo la “Unión Europea-27” también ha generado desempleo y ha pasado del 7,10 al 10,30% de la población activa. Reino Unido con un aumento del 2,8 y Francia con un 2,9 también pierden empleo. Es decir, se nota el impacto de la crisis en todos los paises, pero  unos reciben un puñetazo de K.O y otros un simple empujón. E incluso en Alemania y Austria han generado empleo.

 Lo que quiere decir que la crisis es sistémica pero que, dependiendo de la posición geopolítica del territorio, del modelo productivo, del peso de los distintos sectores económicos y de las medidas económicas, fiscales y presupuestarias que se han tomado por parte de los poderes europeos; se ha agravado en algunos estados y en otros, o no les afecta tanto o incluso salen beneficiados.

 

 Comparación entre las Comunidades Autónomas.

  Y, si en los distintos estados europeos las consecuencias de la crisis se manifiestan de forma diferente, en España también en cada uno de los s territorios autonómicos, que ponen de manifiesto su situación de dependencia económica o el poder de su tejido productivo.

 Veamos algunos datos:

  De los 20 millones y medio de personas ocupadas en el 3º trimestre de 2007, hemos pasado a una población ocupada de 17 millones cuatrocientos mil. Es decir, hemos perdido el 15.08 % de la población ocupada.

 Considerando a las comunidades autónomas más importantes por población, vemos que esta pérdida no se corresponde proporcionalmente a su población.

 Cataluña pierde 604.500 puestos de trabajo, la Comunidad Valenciana pierde 413.500 puestos, Madrid pierde, 304.900; Euskadi pierde 102.600; y Andalucía pierde, 573.000 puestos, el 17,74.

 Ya sabemos que la pérdida de población ocupada no es exactamente lineal al número de parados, por cuanto a la pérdida de empleos hay que sumarle la población nueva que entra por primera vez al mercado de trabajo. De tal manera que en este periodo analizado se pierden algo más de 3millones de empleos, y sin embargo hay 3.9 millones de parados más. El sistema económico no ha sido capaz de incorporar a los nuevos 807.900 nuevos peticionarios de empleos.

 Y en este parámetro también se ven diferencias palpables en las comunidades autonómicas:

 En Cataluña, en descenso poblacional, aunque pierda 604.500 empleos, solo aumenta el paro en 565.900 personas, el 15,19 %. Igual sucede con Euskadi, que perdiendo 102.600 empleos, solo tiene un aumento del paro de 87.400 personas.

 En Andalucía, que ha perdido 573.000 empleos, se han sumado al paro 898.700 personas. La economía andaluza, además de perder  empleo, no genera actividad para incorporar a las nuevas 325.700 personas.

  La desproporción territorial es manifiesta. Mientras en España el aumento del paro ha sido de 16.60 puntos, en Andalucía ha sido del 21.35 % y en Euskadi del 8,51%. Es decir, que el peso del sector industrial en la economía, el modelo económico y el peso político de las comunidades tiene que ver directamente con las fortalezas o debilidades de las economías ante situaciones de crisis como la que vivimos.

 

Por Sectores productivos

  En el análisis por sectores productivos, en todos se ha reducido el empleo, aunque no en todos  ha tenido la misma incidencia.

 Cuando se ha dicho que el sistema productivo en España estaba gravemente basado en el monocultivo del ladrillo, no se estaba exagerando, ni desde el punto de vista del PIB, ni desde el terreno de la población ocupada.

 En el 3º trimestre de 2007, la agricultura, con 885.300 personas ocupadas, representaba el 4,31% de la ocupación. La industria, con 3.258.900 ocupados, representaba el 15,88% del total. La construcción, con 2.717.500 empleados, representaba el 13,24% de la ocupación y el inmenso sector servicios, con 13.648.800 personas ocupadas, representaba el 66,54% de la ocupación.

 Pues bien, en el 2º trimestre de 2012, se han perdido 153.000 empleos en la agricultura, 820.700 en la industria, 594.900 en el sector servicios y 1.524.600, en la construcción. La mitad de la perdida de ocupación es la producida por la construcción.

 El peso de cada sector económico en la población ocupada pasa de 2007 a 2012 a ser el siguiente:

 La agricultura, del 4,31%  al 4,20 en 2012. La industria, del 15,88% al 13,99%. La construcción del 13,24% al 6,84%. Y el sector servicios se hipertrofia, pasando de contar con el  66,54% de la población ocupada a  74,94%   Una de cada cuatro personas, que tenemos la suerte de trabajar en España, lo hacemos en el sector servicios.

 El dato del desempleo por sectores productivos, deja un par de signos tremendamente preocupantes para el sostenimiento de las prestaciones por desempleo y es un indicador sobre la consolidación de un paro estructural en España.

 Si en 2007 las personas con mas de 1 año en paro representaban el 25,77% del total de parados y ascendían a 461.800 personas, en 2012 las personas con más de 1 año en paro suman a 2.492.800, representando ya el 43,78% del total de parados.

 Otro dato preocupante es el del número de personas que buscan su primer empleo para incorporarse al sistema. En 2007 estaban en esta situación 210.100 personas, el 11,72;  en 2012, ya ascienden a 492.100.

 

Comparación por sexos

 Si analizamos el proceso de destrucción de empleo por el sexo de la población ocupada, podemos reseñar los siguientes datos: 

  1. Los varones pierden en el periodo indicado 2. 6 millones de puestos de trabajo,  el 83% del total de la pérdida. Pasando de 12.1 millones varones ocupados en septiembre de 2007, a 9.5 millones en junio de 2012.
  2. Las mujeres pierden 500.500 empleos  en dicho periodo, el 17% de la perdida de empleo total. Pasando de 8.421.000 mujeres ocupadas en 2007 a 7.920.500 en 2012.

 Es evidente que la brutal caída de la ocupación en la construcción, el millón y medio de puestos perdidos, afecta evidentemente a los hombres.  

También en este segmento se encuentran diferencias significativas: en Madrid la pérdida de empleo masculino llega a ser del 95%, mientras que el femenino es mínimo. Por el contrario en Cataluña y la Comunidad Valenciana, la caída de la ocupación femenina representa el 20% de la perdida.

 En Andalucía, de los 573.000 puestos de trabajo que se pierden, 523.800 son de hombres, el 91% del total. La pérdida de empleo femenino es de 55.200 puestos.

 

 Nativos e inmigrantes

 Hay que reflejar que el peso de la población inmigrante en el conjunto total de ocupación en el tercer trimestre de 2007 representaba el 13,87%, es decir  2.8 millones de inmigrantes ocupados. En 2012, habían perdido más de 1 punto, el 12,72%, alcanzando la cifra de 2.2 millones, con una pérdida de 630.500 ocupaciones. Ha perdido en este periodo el 22,15 % de su masa.

 Por el contrario la población nativa perdió en este mismo tiempo el 13,94 5 de las personas ocupadas, pasando de 17.664.200 ocupados/as a 15.201.400.

Resaltar que la pérdida de población activa de la población inmigrante es porcentualmente mayor que la perdida de la población nativa.

 

Asalariados, empleadores y autónomos

 En cuenta al rol de la población ocupada en las empresas, hay que reseñar que, en 2007, contábamos con 16.8 millones de asalariados, que representaban el 82,26% de la población y 3.6 millones de trabajadores por cuenta propia, el 17,74%, de esos  2.2 millones son autónomos sin ningún trabajador contratado.

En 2012, la cifra de ocupados se reduce en 2.5 millones  entre los asalariados, es decir el 14,65% de la ocupación asalariada en 2007. Mientras que los trabajadores por cuenta propia sufren una merma de 620.800 ocupaciones. Una pérdida inferior a la de los asalariados. Pasando los autónomos de 2.2 millones a 1.9, una pérdida de 283.100 empleos, el 12,79% del total. 

Los empleadores, bajan un 18,98%, unos 216.800, y se quedan en 2012 en  924.900 personas. 

 

Según la edad

  En penúltimo lugar, quería reflejar la incidencia del desempleo por grupos de edades. En la cohorte de 16 a 19 años, en 2007, los parados representaban el 9,23% ,165.400. Pasando en 2012 a ser 235.200 y representando el 4,13%. La cohorte de 20 a 24 años, que sumaban 292.600 parados, suman en junio de 2012, 722,300 personas paradas.

 Las personas entre 25 y 54 años, el grueso de la población activa, tenían entre sus filas la cifra de 1.2 millones de parados, el 67,09% del paro en 2007. Brutalmente el paro se ceba en este segmento de edad y en junio de 2012, representan el 74,47% del total de parados, sumando 4.2 millones.

 Los mayores de 55 años hasta los 65, sumaban 131.700 personas paradas, el 7,34% del total, y en 2012, suben, representando el 8,70% y sumando 495.700 personas paradas. De una dificilísima recolocación en el mercado laboral español. 

 

El desempleo en los hogares

 Por último, quiero reflejar la situación de la ocupación en los distintos hogares. En 2007, contábamos con 16.3 millones de hogares constituidos, de los cuales 12.3 tenían a una persona, al menos, activa y 4 millones no tenían a nadie en activo laboralmente. En 2012 contamos con 17.5 millones de  hogares- 1,1 millones más, con un aumento del 6,87%-, de los cuales 13 millones tienen a alguien activo, un 6% más y 4.4 millones no tienen a nadie activo, un 9,52% más que en 2007, al aumentar la población que recibe pensiones de jubilación y al aumentar el envejecimiento de la población española.

 En 2007, nos encontramos con que en 10.7 millones de hogares todas las personas activas estaban ocupadas. Por el contrario, en 2012, el número de hogares con todas las personas ocupadas desciende hasta 8.6 millones, un 19,80 % menos.

 El dato más sangrante y más vergonzoso, para cualquier civilización, para un estado, para un país, para una comunidad, es que en 2007 el número de hogares en el Estado Español, en los que contando con miembros activos, todos se encontraban en paro, ascendía a 379.300 hogares, un 2,32% del total de hogares.

 Por el contrario, en 2012 el número de hogares con todos sus miembros en paro asciende a 1.737.600. Un aumento del 458,10%. Representando el 9,95% del total de hogares españoles. UNA TRAGEDIA

 Ni la prima de riesgo, ni la caída de la bolsa, ni el déficit público, son el principal  problema de la economía española. Que no nos embrollen: el problema es el paro.

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