EL PAÍS | Madrid 17/11/2011
La presión no cede sobre la prima de riesgo española, lo que ha obligado al Tesoro a pagar un tipo de interés del 7,088% para colocar 3.562 millones de euros en bonos a diez años. A tres días de las elecciones, los mercados han vuelto a poner a la deuda española en el ojo del huracán horas antes de la subasta del Tesoro y el acoso no parece remitir. La prima de riesgo española, que mide el diferencial entre los intereses que deben pagarse por los bonos alemanes a 10 años y el bund alemán que se toma como referencia, ha llegado a tocar a los 499 puntos básicos a las 11:22 tras conocerse los resultados de la subasta del Tesoro. La rentabilidad del bono español a 10 años también se ha disparado hasta un 6,7% en el mercado secundario. El 7% en este mercado secundario era la rentabilidad que se pagaba por los bonos griegos en el momento del rescate.
Aunque las subastas se realizan en el mercado primario, que es donde acuden los Estados a captar financiación, este y el secundario están interconectados y los intereses se acaban trasladando entre ellos. Horas antes de la subasta, los inversores suelen vender sus títulos para así ejercer presión sobre el Estado y que este se vea obligado a elevar el interés que va a pagar por los bonos que va a subastar. Echando la vista atrás, la última vez que España comprometió un tipo superior al 6% por su deuda a 10 años fue en 1997, cuando llegó a abonar un 7,26%. En tiempos de la peseta, la prima de riesgo española llegó a superar los 500 puntos básicos en abril de 1995.
Los mercados de renta variable han comenzado con caídas de alrededor del 1% en los principales índices de Europa una hora después de la apertura. El Ibex 35 cae un 0,55%; París y Fráncfort bajan alrededor del 1,2% y el Footsie británico lo hace un 0,9%.
Las primas de riesgos de otros países que han sufrido en los últimos días la presión de los mercados también ha tomado hoy la senda alcista. En el caso de Francia ha llegado a tocar el máximo en los 202 puntos básicos para después relajarse ligeramente. Bélgica también ha marcado récord con 319 puntos básicos. En el caso de Italia, la prima se sitúa en el entorno de los 535 puntos básicos, por encima del cierre de ayer en los 518 puntos básicos aunque por debajo de su máximo marcado en los 574.
De hecho, el interés medio que paga ahora el Estado por la deuda está en el 3,96%, aunque esta partida se ha alzado como la segunda en importancia en los presupuestos ante el incremento de la deuda pública pendiente de devolver, que está en el 63% del PIB. Además, con vistas al futuro, seguirá aumentado si no se revierte la tendencia al alza en las rentabilidades que está causando la crisis.
España ha vuelto a repetir el titular de vender deuda a los tipos más altos en los últimos 14 años, algo que ya sucedió el martes tras una subasta de letras a un año del martes. Un titular que se veía intuyendo porque la presión sobre la deuda española no remitía y la rentabilidad pagada en el mercado secundario iba en aumento.
Mala jornada en Wall Street
La alerta sobre el riesgo de contagio a la banca estadounidense que lanzó ayer la agencia de calificación Ficht puso en jaque a Wall Street, que intensificó sus pérdidas hasta hacer perder al Dow Jones de Industriales la referencia de 12.000 puntos.
El parqué neoyorquino, que había moderado su tendencia bajista hacia el ecuador de la sesión, incrementó los números rojos a medida que se fue acercando el cierre de la jornada y finalmente su índice de referencia cayó el 1,58% para situarse en 11.905,59 puntos, por debajo de una cota sobre la que se mantenía desde el viernes.
Lo mismo ocurrió con los otros dos principales indicadores de Wall Street, que tras frenar los descensos cerraron con un retroceso del 1,66% en el selectivo S&P 500 y del 1,73 en el índice compuesto del mercado Nasdaq.
El causante de ese ánimo vendedor de última hora fue el informe emitido por Fitch, en el que advertía de que el riesgo de contagio a la banca estadounidense «sigue creciendo», por lo que la perspectiva que le otorga a ese sector empeorará si no se resuelve de forma ordenada la crisis de deuda en Europa.
La agencia de medición de riesgo situó en 50.000 millones de dólares en el tercer trimestre la exposición de los seis grandes bancos de Wall Street a la deuda europea, lo que representa el 0,5% del total de sus activos.
De cualquier modo, Fitch reconoció que la banca estadounidense ha reducido en el último año esa exposición, que calificó de «manejable», pero tendrá «consecuencias significativas si no logra contenerse».