La radical y auténtica Adrienne Rich exhortaba en clase: «no podéis permitiros el lujo de pensar que venís aquí a recibir una educación sino que estáis aquí para exigir cierto tipo de educación (…) Es la diferencia entre actuar y ser manipulado, y para las mujeres esto significa literalmente la diferencia entre la vida y la muerte». Exactamente el mismo mal y con la misma crudeza enferma el derecho-deber a la información. Nos hemos acostumbrado a recibirla y no a exigirla. Hemos tolerado con nuestro silencio la censura de invisibilidad impuesta por los medios masa, especialmente los que ostentan el poder obscenamente con el dinero público. A fuerza de vacíos hemos terminado creyendo que no existen quienes reclaman legítimamente su derecho a ser vistos y oídos. Justo quienes cuestionan el régimen establecido. Los que tienen algo que decir. Y cuando la censura cae a plomo sobre las mujeres, equivale a matarlas dos veces.
Las espartanas que nacían defectuosas eran arrojadas al vacío. Las troyanas morían por defender su honra. El pasado 7 de marzo, vísperas del día internacional de las mujeres, espartanas en Córdoba y troyanas en Sevilla no merecieron unos miserables segundos informativos en Canal Sur. Ni las mujeres de ECOLO que se dejaron caer desde las alturas, ni las mujeres luna andalucistas que representaron «Las troyanas» en la calle, pudieron salvar la condena a la clandestinidad por ser mujeres malditas. Yo vi el informativo. Y comprobé con estupor el NODO socialista con la aparición de hasta nueve noticias relacionadas con el PSOE andaluz. Aparecieron: Rosa Torres, Susana Díaz, Micaela Navarro, Leire Pajín, Francisco Álvarez de la Chica, Griñán y Espadas, Felipe González, Paulino Plata… y no cuento a la figura fagocitada por el PSOE de Garzón, ni a Rubalcaba ni a Zapatero. Unos segundos apareció Valderas en Huelva, y menos aún Esperanza Aguirre en Madrid. Nada de Pilar González, ni de Pilar Távora, ni de Rosa Colmenarejo… Y ya está bien. Es una vergüenza que clama al cielo y que cuesta justificar incluso por los propios militantes del PSOE al rayar lo pornográfico. Porque supera lo inmoral. Y, sin duda, lo antidemocrático.
Por eso nosotros, como ciudadanos y ciudadanas libres, nos rebelamos hartos de recibir esa información: exigimos el acceso de la diversidad y el pluralismo político a los medios de comunicación públicos. Y reclamamos a los trabajadores y trabajadoras de Canal Sur que hagan como sus colegas en Cataluña o Euskadi, donde los ataques a la diversidad fueron contrarrestados por el pueblo votando a más diversidad, a más partidos aún, porque las estructuras políticas y los medios de comunicación favorecieron la publicidad de lo noticiable y no de las cuotas impuestas. Apelo a la honestidad y a la profesionalidad de los periodistas de Canal Sur para poner fin a esta dictadura formal que nos condena a la indefensión. El Consejo Audiovisual está politizado. Las declaraciones del Sindicato de Periodistas de Andalucía, siempre valiente, apenas trascienden. Dónde habita la verdadera democracia sino en nosotros y nosotras. Por favor, desconfiad de los medios que anulan, mutilan y castran la información de manera impúdica desde hace años. No es verdad que otros partidos no existan: sencillamente, no están. Pero tampoco estaban las espartanas y las troyanas. Pero eran. Y son.
Perdamos el miedo a vivir en calma. Acudamos al Defensor del Pueblo. Denunciemos al director de Canal Sur. Quejémonos al Sindicato de Periodistas de Andalucía. No recibamos la información: exijámosla. Y confiemos en la libertad de los libres.
Aceptado el envite por la mucha razón que tiene en cuanto a la hormigonera oficialista que son los informativos de Canal Sur. Los casos silenciados de los que hablas me parecen meramente anecdóticos (y a buen seguro tampoco salen en otros medios), hay muchos y más importantes silencios a diario que debían mover más a la indignaciónde los andaluces. Por lo que no paso es por las loas al Sindicato de Periodistas. ¿Pero tú sabes quén está detrás de estos muchachos, que la mayor parte de editores, coeditores y mindundis con mando en plaza en Canal Sur pertenecen a dicho sindicato? ¿Que cada vez que ofrezco temas incómodos para el PSOE a uno de los líderes de ese sindicato en la empresa, editor en la actualidad, sé que me los rechazará por sistema?¿Sabes que el SPA se constituyó en dependencias del Parlamento y el Gobierno andaluz? Que sus quejas son en todo caso por la precariedad laboral en la profesión (bien) o para salir en tromba cuando alguien del PP critica a profesionales de Canal Sur. No, hijo, aquí en esta mi empresa en todo caso son los sindicatos de clase los que se lo curran, y no siempre
un sólo apunte más: al final de la letanía prosocialista, emitieron un corte de las mascotas de isla cristina vestidas de carnaval
juzguen