Alicia Gutierrez. (Hace semanas seguí el protocolo periodístico habitual: pregunté a Reverte en Twitter qué significa exactamente feminazi. Hoy he vuelto a preguntar. No ha habido respuesta)
Dejémoslo claro: soy feminista. Y a aquellas locas que se encadenaban a la verja del Parlamento británico debo, por ejemplo, cosas tan prosaicas como poder escribir este blog. O tomarme una copa a las dos de la mañana sin que me pidan precio. Gracias al feminismo y a todos (sí, masculino genérico) los que lucharon y luchan por los derechos de las mujeres, puedo incluso soltar sin escándalo una retahíla de exabruptos y groserías. Las que tanto gustan a Reverte, vaya, cuando se da a la épica tarea de ser duro con las feministas, esas locas que siguen con la tabarra de la igualdad y otras tonterías de idéntico tenor.
Ý sí, hablo de este Arturo Pérez Reverte académico que ahora limpia, fija y da esplendor a un neologismo de fortuna: feminazi. De fortuna no porque constituya un hallazgo verbal luminoso o revolucionario. Ni porque haya hecho carrera en poco tiempo, que sí la ha hecho gracias a la posición de su muñidor. Digo neologismo de fortuna porque, lo pretenda o no Reverte, feminazi figura ya en el batallón de las palabras destinadas a luchar en el bando de los señoritos de latifundio o índice Nikkei, tan dispuestos siempre a financiar laboratorios de ideas mercenarias.
A feminazi le ocurre lo que a «crecimiento negativo»: te lo suelta un político o un jefe de personal y mientras tratas de comprender la paradoja ya te han bajado el sueldo o te han subido los impuestos indirectos. Te llama feminazi Reverte y te preguntas si estarás participando sin saberlo en alguna red de trata de esclavas sexuales. O si algún bisabuelo tuyo practicaría aquella ablación legal que era la histerectomía. O, por qué no, si habrás matado en otra dimensión a una niña china porque las niñas no sirven para levantar rascacielos en un mes. A mí, como siga oyendo eso de feminazi se me va a poner cara de Victoria Kent. La feminista de las cárceles. Y, por homenajear a Reverte, añadiré que Kent tenía pero que muy mala hostia.
Publicado en. http://aliciaguti.blogspot.es/1330891260/
El termino feminazi, se lo habrán inventado aquellas personas que menosprecian el trabajo de muchas mujeres y algunos hombres para conseguir una igualdad real. Yo no llego a comprender ese término; Feminismo es el único movimiento de cambio que no genera violencia, que no deja a su paso, heridas, ni sangre ni muerte. Es una filosofía de vida, pretende conseguir lo que cualquier persona desea «un bienestar para toda la sociedad» y se conseguirá el día que se erradiquen las desigualdades una de ellas la de género.
Yo sobre este individuo ni emito comentario porque creo que es malgastar nuestras neuronas en una persona que a mi parecer, es un gran analfabeto de la diversidad entre géneros.
Una feminista convencida.