Rafa Rodríguez
La Conferencia de Presidentes Autonómicos que se celebrará el próximo 17 de enero va a abordar el debate sobre un nuevo sistema de financiación autonómica con tres años de retraso. El actual modelo lejos de garantizar la equidad ha generado una mayor desigualdad entre territorios, agravado en el contexto de crisis y de reducción importante de ingresos, y no garantiza la suficiencia de recursos a las Comunidades Autónomas.
Andalucía tiene un nivel de renta 25 puntos inferior a la media (hay Comunidades como el País Vasco y Navarra que duplican nuestra renta) y tenemos una tasa de paro 10 puntos superior a la media. Somos la segunda comunidad por la cola en PIB por habitante por lo que la administración andaluza es la segunda que menos fondos públicos recibe por habitante.
El sistema de financiación autonómica es el mecanismo más poderoso de transferencias de renta entre territorios. Una financiación autonómica justa debe estar basada, como criterio de reparto, en el principio de equidad (reparto de fondos en función del número de habitantes) y no en el principio de ordinalidad como sucede con este sistema de financiación (reparto de fondos por contribución por habitante), porque de lo contrario lo que se provoca es el aumento de las desigualdades.
Somos deficitarios en los servicios públicos fundamentales, cuya nivelación debe garantizar el sistema (sanidad, educación y asistencia social) y necesitamos inversión pública para transformar el sistema productivo y crear empleo. si recibimos menos recursos por habitante que el resto, estamos condenados al paro y a la desigualdad.
Afrontar las necesidades de la población ante los efectos de la crisis y de las políticas neoliberales, requiere de una intervención pública con un sistema fiscal equitativo, que garantice la protección social y, sobre todo, el acceso a los bienes y servicios básicos en Andalucía en términos de igualdad. Para ello es necesario disponer de más recursos propios, siendo imprescindible reclamar un modelo de financiación autonómica más justo y equitativo.
Así, el elemento clave que garantiza la equidad y la suficiencia en el modelo es un reparto en relación al número de habitantes con correctores sociodemográficos (no es lo mismo garantizar servicios públicos en Andalucía con 87.000 kilómetros cuadrados y 8,5 millones de habitantes que en Madrid con 8.000 kilómetros y 6,5 millones de habitantes). Necesitamos una nueva financiación autonómica en base a los principios de suficiencia, autonomía, población y cohesión territorial frente a la desigualdad, financiación por habitante ajustado y no discriminación en la distribución de los fondos de convergencia.
Además reivindicamos:
- Distribución de las inversiones del estado en proporción inversa a nuestra renta.
- El FCI debe dotarse en la cuantía suficiente para cumplir con su función constitucional en la perspectiva de la compensación de la disminución de los fondos estructurales europeos.
- La distribución del déficit debe cuantificarse en función de la población y no del PIB así como tener en cuenta los niveles de endeudamiento existentes de forma que asuman un menor nivel de déficit quien más deuda tenga.
- Cumplimiento de la disposición adicional tercera del Estatuto de Autonomía. Reconocimiento de la deuda histórica del Estado con las CC.AA.
- Medidas para solucionar el déficit estructural de financiación del sistema público de salud, de las políticas sociales y de la ley de la dependencia.
- Financiación de las políticas activas de empleo en función del número de desempleados y desempleadas.
- Atender a las reclamaciones judiciales interpuestas por Andalucía (10.000 m) contra la liquidación del modelo de financiación 2008 – 2013.
- Atender a las reclamaciones judiciales por los costes efectivos de los traspasos del Guadalquivir y del hospital militar san Carlos de san Fernando.
- Condonación del FLA.
- Descentralización del 0,7% del IRPF para fines sociales.