Artículo enviado a P36 por Pepe Cesto (Poeta)
Hace ya muchísimos años que abandone la fe católica en la que socialmente me educaron por decreto ley, haya por los años sesenta aunque mis padres no eran practicantes el régimen político no dejaba otra opción. A pesar de ello, y no es la primera vez que lo hago, hace pocos días para mostrar mi apoyo a una compañera de trabajo, asistí a una misa de funeral en memoria de su madre en una iglesia de un barrio de Mairena del Alcor. Con todo mi respeto al templo, y a los creyentes allí reunidos, eche mano de mi buena disposición para seguir la densa liturgia cargada de simbología en relación a estas fechas navideñas. Pero nada mas comenzar el oficio religioso el párroco dicente, empezó a entremeter aprovechando las fabulas de las escrituras, una soflama de fundamentalismo católico a tutiplén. Sinceramente, en un principio solo me sorprendió su forma tan descarada de mezclar la política con la religión, pero según continuaba comencé a sentirme mal, sobre todo cuando tuvo la osadía perversa de comparar la reciente ley del aborto con el holocausto alemán, previendo que en un futuro, todos los presentes seriamos culpables de ese genocidio. Tengo que confesar, que tuve que hacer un gran esfuerzo para no levantarme y abandonar la iglesia pegando un portazo, el respeto a los personas presentes, fue quien lo impidió.
Si esta es la corriente oficial de la iglesia católica de siglo XXI, yo la respeto, pero me pongo frontalmente en contra; con esta línea trazada por la Conferencia Episcopal Española, no me extraña nada que el vaticano no aceptara la prorroga solicitada para seguir como arzobispo de Sevilla a monseñor Carlos Amigo Vallejo; evidentemente este cura de Mairena no era de su cuerda, él era mas dialogante, mas comprensible, y su apostolado era infinitamente mas actual.
Naturalmente que la iglesia catolica tiene todo el derecho que la libertad religiosa de este pais le otorga para tener una postura propia ante los asuntos sociales y politicos, pero a lo que no tiene derecho es a manipular torticeramente las leyes manadas de los representantes del pueblo español elegidos democráticamente. Y si continúan con este radicalismo, tan solo pueden conseguir que las iglesias se queden aún mas vacías de lo que ya están, solo hay que ver la edad media de los feligreses que asisten a ellas. Afortunadamente no todos los miembros de esta confesión religiosa piensan de esta forma, conozco algunos personalmente que predican y practican un catolicismo solidario, comprometido con los problemas de la gente y los tiempos actuales. Pero queda claro, la corriente oficialista del catolicismo hoy en día en nuestro país, no se conforma con gobernar en el reino de los cielos, pretende hacerlo también en el reino de España.
Vender sueños retrogrados es muy facil,a eso se dedica la iglesia católica. Para no avanzar: soñar un mundo mejor en el cielo.
Esta actitud de la iglesia católica, forma parte del gran complot mundial que se ha urgido para impedir un cambio de sietema socio-politico en todos los paises desarrollados con motivo de la gran crisis que el sistema capitalista a propiciado. Para no avanzar, solo hay que retroceder.
Posiblemente en estos momentos tengamosla iglesia mas reaccionaria despues de la Santa Inquisición.
Amén