Manuela Martínez / Parece que Rajoy ha decidido sacrificar a Gallardón para salvar algunos muebles antes de que la riada de las elecciones se lleve por delante, feudo a feudo, buena parte del poder territorial que el Partido Popular había acumulado en los últimos años.
No creo que sea casualidad que el pasado viernes, en el programa Hoy por Hoy de la cadena Ser, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, criticase abiertamente, aunque sin nombrarlo, al ministro Gallardón. Se quejó de decisiones poco meditadas en el ámbito de la Justicia, como la idea de retirar el aforamiento a jueces y fiscales de forma indiscriminada; reconoció que no se está cumpliendo una de las finalidades que exige la justicia, que es la igualdad para todos, y que con frecuencia se legisla a golpe de alarma social.
Y así fue como comenzó el viernes negro de Gallardón. La puntilla se la dio la noticia de que el gobierno pensaba retirar la ley del aborto, que corrió como la pólvora en las redes sociales.
Conociendo como suele manejar sus tiempos el señor Rajoy, deben ser esas encuestas que encargan los partidos políticos para saber cómo respira la opinión pública, las que le han metido presión para que, aunque no lo haya anunciado oficialmente, haya decidido enterrar definitivamente la reforma de la ley del aborto de su Ministro de In-Justicia.
Imagino que Gallardón, que dicen que ha conocido la noticia por la prensa, como nosotros, recordará que dijo que dimitiría si su reforma no veía la luz y aseguró que sería antes del verano. Así es que, a estas alturas, debe estar rezando a no sé qué virgen para que el verano se alargue hasta que acabe la legislatura. Aunque, por si el milagro no funciona, seguro que ha sido él quien ha puesto en pie de guerra a los antiabortistas del Foro de la Familia y Derecho a Vivir, que han amenazado con movilizaciones si el gobierno del PP no cumple su promesa electoral.
Nosotros ya estamos curados de espanto ¡Han sido tantos los viernes negros desde que gobierna el PP! Pero claro, el señor Gallardón no está acostumbrado y seguro que pasó un día malísimo. Pobrecito.
¡Qué le vamos a hacer!
En cambio, las mujeres que hemos venido luchando contra su anteproyecto de reforma de ley del aborto, y los hombres que nos han acompañado, hemos celebrado este viernes por todo lo alto, aunque sin mucho ruido hasta que se haga oficial. La explosión de alegría llegará, no me cabe la menor duda, y en ese momento, espero que el enemigo número uno de las mujeres, el responsable de poner patas arriba la Justicia y de convertirla en el privilegio de quienes pueden pagarla, haya desaparecido de la escena pública. Entonces sí que haremos ruido… bailaremos hasta el amanecer y brindaremos por su dimisión.
Chao, señor ministro.
#GallardonDimision
@Manuela_MJ