Pero no en España: en Andalucía. Y por fin conseguiremos que las elecciones andaluzas no coincidan con las generales. Lástima que no sean propias para Andalucía. Esta vez coincidirán con las municipales y con las autonómicas del resto de la España “no histórica”. De esta forma, Andalucía seguirá siendo un instrumento electoral para los intereses socialistas. Aquí y en Madrid. Como siempre.
Imaginen el titular que abriría los noticieros tras las elecciones municipales: “Los populares ganan en las ocho capitales andaluzas”. Y posiblemente, después de constatar la debacle socialista, se añadiría: “Izquierda Unida pierde la alcaldía de Córdoba donde pasa a ser tercera fuerza política”. Y no digamos de su práctica desaparición en Sevilla, Jaén o Granada. El panorama abierto para unas próximas autonómicas sería desolador para el PSOE y, especialmente, para Izquierda Unida. Los comunistas andaluces apenas tendrían asegurados dos escaños. A Diego Valderas no le quedaría otra opción que presentarse por Sevilla para acceder al Parlamento a costa de Sánchez Gordillo, lo que provocaría un cisma interno de imprevisibles consecuencias. En Córdoba, donde se cruzan silencios y cuchillos, tan probable es que Ocaña desaparezca del mapa como que acompañe a Rosa Aguilar en las listas del PSOE. Y que Mariscal, como otros grandes mariscales de campaña, muera en el campo de batalla.
El PSOE no convocará elecciones en unas fechas que le perjudiquen. Y sabe a ciencia cierta que vincular la suerte de Griñán a la de Zapatero es un suicidio. Y también sabe que enfrentarlo a solas con Arenas, después de la hecatombe municipal y las derrotas electorales en Cataluña y Madrid, sería como suicidarse dos veces. Por eso adelantó un Congreso que no tenía por qué adelantar. Y mantiene callados los nombres de sus alcadables. Igual que esta Izquierda Unida, a años de luz del proyecto de Anguita y Rejón, decidida a sobrevivir parasitando de los socialistas. Los militantes que levantan la voz contra esta dependencia son expulsados sin remilgos en Jaén, Málaga o Huelva. No allí donde todavía hacen falta para que las cuentas cuadren. A ellos. Y al PSOE. Si las elecciones andaluzas coinciden con las municipales, unos y otros se aprovecharán de las cuotas mediáticas que todavía tienen, evitarán el enorme coste del fracaso previo, y garantizarán que el titular que abra los noticieros tras estas elecciones conjuntas sea: “Griñán se salva por los pelos”. Bien por sí solo, afianzando convenientemente el bipartidismo en Andalucía. O acompañado de este sugerente subtítulo: “Gracias a un posible pacto de legislatura con Izquierda Unida”. En cualquier caso, la victoria municipal de los populares pasaría a un segundo o tercer plano.
Esta decisión estratégica no pillará al PP con el pie cambiado. Todas sus cartas están echadas. Y son públicas. Tampoco al PSOE. Y, a mi juicio, será la tabla de salvación para los rescoldos de Izquierda Unida. Sin embargo, me temo que supondrá la castración de cualquier intento de renovación política a corto-medio plazo más allá de las órbitas del sistema.
Todo está en función de Cataluña. En septiembre o octubre se harán elecciones en Cataluña. Es muy provable que gane CIU. Como gane CIU y no tenga que depender de nadie ó forme coalición con el PP, como mucho tardar tendremos elecciones generales en Diciembre del 2010 o Enero del 2011.
Tienes mucha razón en este post, pero creo que no se atreverán los socialistas a la novedad que podría suponer el estrellarse. No caerá esa breva, que diría Arenas. Lo de Izquierda Unida es algo que tampoco sorprende. Son tan incapaces de plantear una alternativa de gobierno, que ya no lo intentan. Valderas «reza» cada noche electoral «virgencica que me quede como estoy». Y así le va.
Por el PSOE no me preocupo, ya se preocupan bastante en el seno del partido, que desde la marcha de Manuel Chaves a Madrid, se mueven más las hormigas de labor. Por cierto se habla en los mentideros que don Manuel tiene ya la fecha de caducidad colocada y no le harán falta ni elecciones anticipadas ni nada que se le parezca para hacer un retiro espiritual y dejar descansar a Andalucía de su sempiterna presencia.
Que usted lo disfrute amigo Manolo.