Pilar de la Paz | Una joven de 20 años de edad fue violada en grupo. Sucedió en la India, enero de este mismo año. Un tribunal popular de su tribu la castigó así por enamorarse de un hombre de otra comunidad. Has leído bien: “Los expertos” del lugar (que nunca faltan) deciden que hay que violarla para que aprenda que eso no se hace. Así. Hace unos días, en ese mismo país, un fotógrafo famoso publicó un reportaje de moda que recrea la violación múltiple que sufrió una joven en un autobús. Tras la indignación general, se excusa diciendo que quería sensibilizar a la gente.
Más cerca. En España, concretamente en Málaga, una joven de 20 años de edad ha sido violada en grupo cuando salía de trabajar. De trabajar, dicen los medios, sí, porque encima hay que dejar claro que “ella no se lo ha buscado”. ‘El castigo’, en este caso, ha venido de cinco chicos de su edad. Ha sucedido en la Feria de Málaga este domingo, hace escasamente tres días. Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, ha señalado que «estos sucesos ocurren en nuestro país con más frecuencia de la que pensamos», y que “no vayamos a crear ahora la imagen de que Málaga es un espacio inseguro». Pues ya nos deja más tranquilas, Don Francisco.
En España, cada año, más de mil mujeres denuncian haber sido violadas y, al parecer, el dato no representa ni la mitad de las que lo han sido. Todo un síntoma que Castelao, representante entonces del Gobierno, dijese aquello de : “Las leyes, como las mujeres, están para violarlas”. Dejemos las palabras por un instante y pensemos en ella, en esta muchacha, de veinte años, cómo se sintió, cómo se siente. Pues así, en nuestro país, cada cuatro horas una mujer es violada. ¿Y por qué? La respuesta es simple: Algunos hombres no respetan nuestro cuerpo. Sabemos que es más por poder que por placer. Tiene que ver con el dominio y la humillación mucho más que con la sexualidad. El cuerpo de las mujeres es de ellos y tienen que dejarlo claro.
Por eso, “mi cuerpo es mío” es una frase feminista que resume que las mujeres estamos hartas de que los hombres decidan sobre nuestro cuerpo. Hartas de que el machismo mate, viole, legisle.