José Luis Cutello.
Digámoslo ya: Eric Hobsbawm, el historiador británico que acaba de fallecer a los 95 años, fue uno de los pensadores más importantes del siglo XX y sus originales ideas llegaron con la fuerza de una explosión atómica hasta el siglo XXI, justo ahora cuando el mundo no sabe precisamente qué hacer con la crisis financiera global.
Esas ideas lo llevaron hace poco tiempo a sostener, convencido, que «todavía sigue pareciéndole plausible el remplazo del sistema capitalista». De hecho, si se sale de la crisis global, una forma de hacer capitalismo habrá, de seguro, muerto.
En un barrio de Londres llamado Hampstead Heath, donde Marx solía recitar a Johann Schiller mientras hacía camping con su familia y con Engels, sucedieron varias de las «revelaciones hobsbawmianas». Ahí, por ejemplo, escribió que «el mundo capitalista que emergió en los años ’90 era increíblemente semejante al mundo anticipado por Marx»
Es que quien haya leído «El Capital» -y superado sus escollos técnicos- podrá advertir que el padre del «socialismo científico» describe a mediados del siglo XIX el potencial universalizador del capitalismo. Es decir, mientras muchos sociólogos creen haber inventado la pólvora con la palabra «globalización», él había predicho que la mundialización no sólo abarcaría la economía, sino también el arte, el pensamiento filosófico y el gusto de la humanidad.
El historiador también fue asesor cultural de capitalistas como George Soros. El magnate de origen húngaro voló en su jet hasta el aeropuerto de Heathrow, en Londres, viajó en su limusina hasta la zona Norte de la ciudad, precisamente hacia Hampstead Heath, y se sentó en el estudio del nonagenario historiador para rogarle que le explicara el pensamiento económico y social de un filósofo alemán que desde hace un siglo y medio es un enigma para muchos capitalistas del planeta, el autor de «Das Kapital».
¿Por qué las pocas decenas de hombres como Soros, tan devotos de Adam Smith y David Ricardo, se interesarían por las ideas de un hombre cuyos pares calificaron despectivamente como «El diablo»?
El propio Hobsbawm, quizás el pensador marxista más importante de la segunda mitad del Siglo XX, contó en una entrevista con el diario británico «The Guardian» que si bien no coincidieron ideológicamente en casi nada, Soros le admitió que «el tipo tenía algo».
«How to Change the World. Tales of Marx and Marxism» (Cómo cambiar el mundo. Historias sobre Marx y el marxismo) fue su último y más certero aporte a la lucha de ideas y de clases.
Mientras el capitalismo mundial -sobre todo el europeo- sigue buscando una salida, él retomó al marxismo para explicar la crisis. Se lo echará de menos.
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